La gran Agnès Varda viajó a Cuba cuatro años después del triunfo de la revolución, realizó cientos de instantáneas, y en algún laboratorio fílmico realizó este documental lírico y entusiasta, que combina imágenes y música, y que supone un afectuoso saludo a los barbudos, a las mujeres, a los trabajadores, a los estudiantes, a los pollos, a los toros de las granjas, a los artistas e intelectuales, a las personalidades destacadas.
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