martes, 27 de diciembre de 2022
Fernando Navarro, "todo lo que importa sucede en las canciones" [2022]
"Ahora, casi un año después de entrar en el piso, no dejo de canturrear "Changing of the Guards" y, cuando lo hago, en mi cabeza no dejan de parpadear todo tipo de imágenes. "Changing of the Guards" existía desde hace mil años y Dylan un día tropezó con ella. Yo también tropecé con Bob y su canción. Es normal que suene viniendo desde tan lejos. Sus coros refuerzan esta idea y las sentencias del propio Dylan cuando canta 'el destino llama' y esas voces lejanas y espirituales lo repiten. Esos coros femeninos son una pequeña gloria de la naturaleza. Son como fuertes ráfagas de viento. Elevan. Parece guardar un mensaje: la vida es misterio. También lo es la música. Esconde siempre algo que no se puede explicar, pero es real, como el horizonte, que no se puede medir, pero existe. Se siente. La música no es un uniforme que te puedas quitar y poner. Escucharla es formar parte de algo. Participar en su misterio. Las canciones de mi vida forman parte de mí. No puedo despojarme de ellas. Tampoco quiero. He participado tanto en lo que contienen que ignorarlas sería conspirar contra mí mismo. Los artistas que se escondían detrás de ellas eran espíritus libres que se arriesgaban y, desde que sonaron en mi habitación, en mi coche o en los bares, nunca deseé acabar con ese espíritu. Al contrario: siempre quise honrarlo. Llevo el rock'n'roll en el corazón. Mi vida futura siempre estuvo ahí y ahora puedo decir también que mi vida pasada. Cuando estos músicos ya no estén, se acabará definitivamente una época y quizá este juntaletras musical que represento será una de las últimas pruebas de que sus canciones les han sobrevivido. Sí, lo sé: puede que como personaje yo no sirva para nada más."
("todo lo que importa sucede en las canciones", Fernando Navarro, 2022.)
viernes, 23 de diciembre de 2022
Miriam Toews, "Pequeñas desgracias sin importancia" [2014]
"Mi madre y yo íbamos en un avión. Antes de irnos había hablado con Elf. Ella no había dicho ni una palabra. Yo le dije que todo saldría bien, de verdad, que la necesitaba, que la entendía, que la quería, que la echaría de menos, que volvería con ella, que estar las dos juntas en Toronto un tiempo nos iba a sentar de maravilla, que Nora también estaba deseándolo, que yo entendía que solo porque no quisiera vivir no significaba que necesariamente quisiera morir, lo que pasa es que suele hacerse así, que quisiera morir igualmente que había vivido, con elegancia y dignidad, que yo necesitaba que tuviera paciencia, que luchara un poco más, que aguantara, que supiera que la queríamos, que supiera que quería ayudarla, que la ayudaría, que necesitaba zanjar algunas cosas, que mi madre y yo teníamos que ir al funeral de tía Tina en Vancouver, que volvería, que ella se quedaría conmigo un tiempo en Toronto, sería cortar con todo y descansar, que Nic ya había vuelto, estaba en Winnipeg, que vendría a verla todos los días, que yo tenía que irme, que necesitaba saber que ella iba a estar bien en mi ausencia, que me inclinaba compasivamente ante su sufrimiento, que ella podía ser dueña de su vida, que yo entendía que a veces el dolor era mental, no solo físico, y que ella no quisiera otra cosa que acabar con él y dormir para siempre, que para ella su vida había acabado pero que para mí seguía sucediendo y que parte de ella era intentar salvarla, que la idea de salvarla era algo en lo que no estábamos de acuerdo, que yo estaba dispuesta a hacer lo que ella quisiera hacer pero solo si era realmente cierto que no existían nuevas puertas por abrir, empujar o por las que irrumpir porque si las había me rompería hasta el último hueso del cuerpo corriendo u estampándome contra la puta puerta las veces que hicieran falta, una y otra vez, una y otra vez. ¿Vas a comer?, le pregunté. ¿Vas a hablar?
Alargó los brazos como un bebé que se levanta de la siesta y quiere que lo cojan y yo me lancé a su abrazo y lloré desesperadamente."
("Pequeñas desgracias sin importancia", Miriam Toews, 2014.)
miércoles, 21 de diciembre de 2022
algo de lo que más he escuchado de la música publicada en este año
miércoles, 14 de diciembre de 2022
Sergei Loznitsa, "Sobre la historia natural de la destrucción" [2022]
Loznitsa, amo y señor del found footage, retorna con un estremecedor documental, inspirado en la obra homónima del escritor alemán W. G. Sebald, que recoge material de archivo filmado durante los masivos bombardeos aliados sobre la población civil alemana en la Segunda Guerra Mundial. Un asunto silenciado, relegado a las sombras del tabú histórico: 'un pueblo que había asesinado y maltratado a muerte en los campos a millones de seres humanos no podía pedir cuentas a las potencias vencedoras de la lógica político-militar que dictó la destrucción de las ciudades alemanas'. Una grandilocuente sinfonía de metralla, fuego y destrucción, con su imprescidible obertura: el magno esfuerzo colectivo de producción, de colosales dimensiones industriales, de maquinaria de guerra. El ruido ambiental se interrumpe en varios momentos significativos: el discurso del mariscal Bernard Law Montgomery animando zalamero el llamado 'frente interno' británico, los trabajadores de una fábrica de armamento; los fragmentos de "Los maestros cantores de Núremberg" de Richard Wagner, interpretados por la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Wilhelm Furtwängler, delante de la plantilla laboral de otra fábrica de armamento alemana; un discurso que el Primer Ministro británico Winston Churchill dirige a la población germana en que plácidamente la invita a dirigirse a las zonas rurales para escapar de los bombardeos y para que desde ahí 'pueda ver tranquilamente cómo arden sus casas'; otra alocución del célebre carnicero británico, 'The Butcher', Sir Arthur Harris, arquitecto del bombardeo indiscriminado, 'de área', 'Alemania será un experimento inicial muy interesante'; y un audio no menos amenazante de un alto oficial nazi, radiado mientras en las imágenes una Londres arrasada por las bombas nos avisa de la indistinción de las ciudades, 'sabemos que hay una sola respuesta eficaz al bombardeo británico-americano de terror: el contra-terror'. Esplendor found footage.
sábado, 10 de diciembre de 2022
Layla Martínez, "Carcoma" [2021]
"Se enfadó con él, pero aún más conmigo. En esta familia nos hemos escupido el odio unas a otras hasta que nos ha comida por dentro. Yo entonces todavía no sabía lo que ha dicho mi nieta, solo me daba rabia que hubiese sido tan idiota, que no me hubiese hecho caso con todas las veces que le había dicho que esa gente solo nos quiere para hacerle la cama o para deshacérsela, pero para nada más. A ella le revolvía la bilis que yo tuviese razón, que se hubiese cumplido lo que había dicho. Cada vez que nos gritábamos, la casa se estrechaba sobre nosotras. Las paredes se estremecían y las puertas de los armarios se abrían y cerraban de golpe. Los techos crujían como si estuviesen a punto de derrumbarse, como si el tejado fuese a desplomarse encima de nuestras cabezas de un momento a otro. Pero lo peor eran las sombras. Nos agarraban los tobillos para que nos cayésemos al suelo, nos tiraban de la ropa y se nos colgaban de los cabellos, nos lanzaban los platos y los vasos que había dentro de los armarios. Se desquiciaban con nuestras peleas, se trastornaban de oír los gritos y los juramentos y los ojalá te mueras y los ojalá no te hubiera parido desgraciada"
("Carcoma", Layla Martínez, 2021.)
miércoles, 7 de diciembre de 2022
Carlos Taibo, "Ecofascismo" [2022]
Un perspectiva posible planteada en la suecesión de eventos contemporáneos: el ecofascismo, un darwinismo social militarizado que aspira a gestionar las condiciones que exige la continuidad de la especie en un planeta limitado. La gestión de la pandemia apuntó en una dirección ecofascista: terror general, combinación de protección y represión, neutralización impetuosa de la crítica. Un proyecto consecuente con el trayecto colectivo hacia el colapso, proceso o momento, catástrofe en curso o día de la ira, instigado por la ceguera desarrollista que intensifica el cambio climático y que agota incesante depredadora las materias primas energéticas. Sus previsibles secuelas empujarán el derribo de la sociedad industrial: cambios sustanciales e irreversibles en las necesidades básicas, reducción significativa de la población humana, general pérdida de complejidad, desaparición de instituciones previas, quiebra de las ideologías legitimadoras; crisis demográfica: extensión del hambre y escasez de agua, expansión de enfermedades, entorno invivible para los más vulnerables; reducción drástica de la oferta de energía: obsolescencia de la civilización del automóvil y caída brusca del comercio internacional; quiebra institucional: Estados, fuerzas armadas, grandes empresas; drástico parón del crecimiento económico: cierre masivo de empresas, extensión del desempleo, desintegración del Estado del bienestar, subida de precios de los productos básicos, irrelevancia del sistema financiero. Un proyecto furiosamente autoritario en perspectiva.
domingo, 4 de diciembre de 2022
Manuel Chiapuso, "Los anarquistas y la guerra en Euskadi. La comuna de San Sebastián" [1977]
"La revolución triunfante ¿se hundiría en la tenebrosidad de la opresión? Las fugas ideales, ¿se derrumbarían como castillo de naipes ante una realidad implacable? Ante nosotros se perfilaban hechos históricos que en ese instante adquirían relieve singular. Si no era dura con los enemigos, sus partidarios serían masacrados como durante las revoluciones de esclavos, esencialmente la de Espartaco, en carnicería generalizada, como durante la noche de San Bartolomé, matanza digna de mentalidades político-criminales, como durante la Comuna de París, ahogada en mar de sangre ante una Europa cómplice, como durante la Revolución rusa que transforma el régimen zarista en hecatombe de vidas humanas y en una desorganización sin igual que conduce más tarde a imponer una opresión mortífera, como durante la revolución de 1934 en Asturias y en Viena, aplastadas por bombardeos salvajes. El idealista, pues, se encontró mezclado con esta actividad destructora. En nombre de su ideal quisiera resistir a esta pasión primitiva, pero lentamente entró en el engranaje, ya no resistía y enmudecía. Su fuerza moral se agazapaba bajo la necesidad: estaba vencido. Era una víctima de la revolución. Finalmente, no tardaría en acomodarse con nueva conciencia que le permitiría contemplar fríamente la muerte del adversario. Imita a la planta que cambia de color según la hora. En espera de que las aguas vuelvan a su cauce, la institución del 'paseo' ejerce su barbarie y él impotente. El ojo por ojo y diente por diente se va imponiendo y comprueba que se vive muy lejos de la justicia excesivamente mirífica de su ideal."
("Los anarquistas y la guerra en Euskadi. La comuna de San Sebastián", Manuel Chiapuso, 1977.)
jueves, 1 de diciembre de 2022
Pilar Iparragirre, "Félix Likiniano, milicano de la utopía" [1994]
"...Las hostias se tienen que recibir. Llegará un momento en que el bagaje de experiencia que tendrás, lo que es fundamental en la vida, será ya suficiente para que avances, sin estancarte.... Espero que no te estanques, no te fosilices o cristalices totalmente, de modo que ya no haya nada nuevo a realizar en ti; porque lo ideal es que haya una inquietud constante a lo largo de toda la existencia, haya una búsqueda imparable, que se tenga la capacidad de admiración, pues eso, quedar sorprendido por cincuenta mil cosas; mientras el hombre tenga esa facultad, se está renovando constantemente..."
("Félix Likiniano, milicano de la utopía", Pilar Iparragirre, 1993.)