viernes, 17 de diciembre de 2021

Jean Rouch, "Moi, un noir" [1958]


La improvisación como proceso de creación y búsqueda de lo inesperado y de lo no regulado, el diálogo como forma de enunciación del encuentro entre culturas, la fabulación como modo expresivo que se localiza entre lo real y lo imaginario. 'Nunca he escrito nada antes de comenzar un film' recordaba Jean Rouch, 'un guion no se escribe, se escucha'. Se trata de hacer cine con los otros para dejarse atravesar por sus problemas y sus sueños, desde la espontaneidad, improvisando, al margen de métodos, reglas y recetas, abriendo al elenco, enmascarado, la posibilidad de críticar y reelaborar lo filmado. 'Yo es otro'. Los métodos de la antropología clásica y del guion cinematográfico negaban todo azar y todo encuentro imprevisto. Vertov lo dijo: 'El escenario es demasiado pequeño. Entren, pues en la vida',
'Durante seis meses he seguido a un pequeño grupo de jóvenes emigrantes de Níger en Treichville, suburbio de Abidjan. Les propuse rodar un film donde interpretaran sus propios papeles, donde tuvieran el derecho de hacer y decir lo que quisieran. Así fue como improvisamos este film.'

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