domingo, 27 de febrero de 2022

Layla Martínez, "Utopía no es una isla. Catálogo de mundos mejores" [2020]


empacho de distopías

"Desde que empecé a investigar el impacto cultural de las distopías me han invitado a unas cuantas mesas redondas, talleres y conferencias. Siempre que puedo, aprovecho para preguntarles a los asistentes cómo imaginan el mundo en un futuro cercano, en unos cincuenta años. Las respuestas suelen ser muy parecidas. Todos ellos imaginan un agravamiento de la crisis ecológica, con temperaturas más elevadas, sequías y grandes zonas desertificadas. En el plano político, me hablan de democracias deterioradas, con menos libertades y derechos, muchas veces de regímenes autoritarios o fascistas. En el económico, de un capitalismo salvaje en el que los trabajadores han perdido todos sus derechos y las grandes multinacionales controlan las decisiones económicas. Imaginan un mayor grado de desarrollo tecnológico, pero cuyos efectos son el aumento del control social y del aislamiento individual. El mundo que describen se parece bastante al de la película "Hijos de los hombres", de Alfonso Cuarón. Una sociedad que sigue siendo una democracia pero que se ha deslizado hacia el autoritarismo, donde el estado del bienestar no existe y las cafeterías Starbucks se mezclan en la calle con jaulas llenas de detenidos.
Ninguno de los asistentes a estas charlas y talleres me ha dicho que imagina el fin del patriarcado o del capitalismo. Que en cincuenta años los medios de producción serán colectivos y se habrán abolido la explotación y la alienación. Que habremos expropiado a los ricos y nacionalizado las grandes empresas. Que habremos revertido la crisis ecológica y renaturalizado grandes zonas del planeta. Nadie imagina al nieto de Jeff Bezos yendo a trabajar a una cooperativa en autobús ni la mansión de Ana Botín convertida en una biblioteca. Ni siquiera he encontrado a nadie todavía que me hable de algo más modesto, como un estado del bienestar más desarrollado o una jornada de treinta horas semanales."

("Utopía no es una isla. Catálogo de mundos mejores", Layla Martínez, 2020.)

domingo, 20 de febrero de 2022

Miguel de Cervantes, "El retablo de las maravillas" [1615]

Un entremés de Cervantes: "El retablo de las maravillas". Una burla de raíces folclóricas. Teatro dentro del teatro. El carpetovetónico asunto de la limpieza de sangre. Chanfalla y Chirinos, sin más armas que su zalamería, maquinan un embuste para sacarle la pasta a los lugareños, villanos de Castilla envanecidos de su pureza de sangre. El embeleco construye un retablo solo sostenido por el miedo. El inexistente retablo sólo lo pueden contemplar los descendientes con abolengo: los bastardos y los impuros de sangre no pueden ver sus pinturas. Chanfalla, director de la estafa, chantajea a los campesinos sugiriéndoles que si no acceden a contemplar su retablo ilusorio les caerá la sombra de la sospecha. Los castellanos contribuirán entusiasmados con el engaño, mentirán exultantes por temor a ser acusados, comprometerán su honor hasta imposibilitar el retorno a la evidencia, pasarán del miedo a que se crea que no pueden ver el retablo a desafiar a quienes cuestionen que no lo pueden ver. Los más honestos seguirán la corriente por mantener una negra honrilla. No existe el retablo. El refranero castellano sentencia, 'el miedo, las cosas que no son hace parecer, y las que son, parezcan no ser'

viernes, 18 de febrero de 2022

Luis Vélez de Guevara, "El diablo cojuelo" [1641]

Mi pedestre satanismo tiene un personaje amado en la demonología folclórica ibérica: el Diablo Cojuelo. Y de entre las múltiples visiones de tan insigne cizañera criatura me quedo con la desenfadada creación de Vélez de Guevara. El otro día en el Teatro Bretón los clowns de Ruhm&Cia se cargaron socarrones la obra. Ustedes saben. Una noche áurea madrileña, el estudiante Don Cleofás libera al enredomado diablo de su prisión, y entrambos establecen un honrado pacto de ayuda mutua en el que aquel ayuda a éste a escapar de los grilletes de los alguaciles luciferinos y éste ayuda a aquel en su huida de las garras de la absorbente Tomasa, huida durante la que le imparte su magisterio crítico de la miseria de la vida social con la ayuda de sus poderes mágicos: la visión panóptica, los viajes aéreos lucianescos. Un demonio burlón incompatible con la rigidez burocrática del Estado Mayor satánico, un disidente de la rígida funcionarización del Infierno, imposición de los clérigos del Barroco. El único demonio expulsado dos veces: primero del cielo, como ángel caído, luego del infierno, traicionado por sus pares. Un diablo de proximidad que todavía merodea vacilón por el ancho mundo.

"Don Cleofás, espumando valor, prerrogativa de estudiante de Alcalá, le dijo:
-¿Eres demonio plebeyo, o de los de nombre?
-Y de gran nombre -le repitió el vidrio endemoniado-, y el más celebrado en entrambos mundos.
-¿Eres Lucifer? -le repitió don Cleofás.
-Ese es demonio de dueñas y escuderos -le respondió la voz.
-¿Eres Satanás? -prosiguió el Estudiante.
-Ese es demonio de sastres y carniceros -volvió la voz a repetirle.
-¿Eres Bercebú? -volvió a preguntarle don Cleofás.
Y la voz a responderle:
-Ese es demonio de tahúres, amancebados y carreteros.
-¿Eres Barrabás, Belial, Astarot? -finalmente le dijo el Estudiante.
-Esos son demonios de mayores ocupaciones -le respondió la voz-: demonio más por menudo soy, aunque me meto en todo: yo soy las pulgas del infierno, la chisme, el enredo, la usura, la mohatra; yo traje al mundo la zarabanda, el déligo, la chacona, el bullicuzcuz, las cosquillas de la capona, el guiriguirigay, el zambapalo, la mariona, el avilipinti, el pollo, la carretería, el hermano Bartolo, el carcañal, el guineo, el colorín colorado; yo inventé las pandorgas, las jácaras, las papalatas, los comos, las mortecinas, los títeres, los volatines, los saltambancos, los maesecorales y, al fin, yo me llamo el Diablo Cojuelo."

("El diablo cojuelo", Luis Vélez de Guevara, 1641.)

miércoles, 9 de febrero de 2022

Rubén Darío, "Los raros" [1896]

el primer paseo de Rubén Darío por Nueva York

"En su fabulosa Babel, gritan, mugen, resuenan, braman, conmueven la Bolsa, la locomotora, la fragua, el barco, la imprenta, el 'dock' y la urna electoral. El edificio Produce Exchange entre sus muros de hierro y granito reúne tantas almas cuantas hacen un pueblo.... He allí Broadway. Se experimenta casi una impresión dolorosa; sentís el dominio del vértigo. Por un gran canal cuyos lados los forman casas monumentales que ostentan sus cien ojos de vidrios y sus tatuajes de rótulos, pasa un río caudaloso, confuso, de comerciantes, corredores, caballos, tranvías, ómnibus, hombres-sándwichs vestidos de anuncios y mujeres bellísimas. Abarcando con la vista la inmensa arteria en su hervor continuo, llega a sentirse la angustia de ciertas pesadillas. Reina la vida del hormiguero: un hormiguero de percheros gigantescos, de carros monstruosos, de toda clase de vehículos. El vendedor de periódicos, rosado y risueño, salta como un gorrión, de tranvía en tranvía, y grita al pasajero: ¡'Intanrsoooonwoood'!, lo que quiere decir si gustáis comprar cualquiera de esos tres diarios: el "Evening Telegram", el "Sun" o el "World". El ruido es mareador y se siente en el aire una trepidación incesante; el repiqueteo de los cascos, el vuelo sonoro de las ruedas, parece a cada instante aumentarse. Temeríase a cada momento un choque, un fracaso, si no se conociese que este inmenso río que corre con una fuerza de alud lleva en sus ondas la exactitud de una máquina. En lo más intrincado de la muchedumbre, en lo más convulsivo y crespo de la ola del movimiento, sucede que una 'lady' anciana, bajo su capota negra, o una 'miss' rubia, o una nodriza con su bebé, quiere pasar de una acera a otra. Un corpulento 'policeman' alza la mano; detiénese el torrente; pasa la dama; ¡'all right'!"

("Los raros", Rubén Darío, 1896.)

lunes, 7 de febrero de 2022

Parsifal Reparato, "Nimble Fingers" [2018]


Cuenta el propio Parsifal que cuando sorprendido le preguntó al gerente de una factoría de Hanoi por el motivo por el que la mayoría de las operarias de la planta eran mujeres éste le contestó sin ningún tipo de tapujo que era porque las mujeres tienen los dedos ágiles y la cabeza lenta. El documental sigue a dos obreras jóvenes, migrantes procedentes de las pequeñas aldeas del norte de Vietnam, empleadas en dos fábricas diferentes de Hanoi, uno de los mayores núcleos industriales del planeta, dedicadas al ensamblaje de productos electrónicos. Pobladoras de una tímida vivienda en un suburbio, dan cuenta de la estricta disciplina laboral de las factorías, del choque campo-ciudad, de sus sueños quebrados.

domingo, 6 de febrero de 2022

Marta Venceslao Pueyo, Mar Trallero y el colectivo Genera, "Putas, República y revolución" [2021]

En las furiosas jornadas de julio, fueron muchas las mujeres que estuvieron batiéndose con el fusil en la mano en las calles de Barcelona, y fueron otras tantas las que decidieron engrosar las milicias antifascistas que ponían rumbo a Zaragoza. Era el inicio de la contienda y las milicianas, incialmente convertidas en símbolo de heroicidad y de determinación resistente, combatían hombro con hombro con los hombres, cortocircuitando la tradicional domesticidad a la que se les abocaba. No durará mucho la exaltación de la mujer combatiente: la figura de la miliciana será objeto de una campaña de descrédito bajo la acusación de ejercer la prostitución en el frente y propagar enfermedades venéreas entre los soldados. Póngase como ilustración un ominoso suceso ocurrido algún día indeterminado de aquel verano en la columna Durruti, recogido en el libro "Putas, República y revolución". Algunos testimonios señalan la ejecución de varias prostituas en el frente de Aragón como consecuencia de su negativa a abandonar el campamento: fueron acusadas de transmitir enfermedades de origen sexual a los soldados y de causar múltiples bajas. Sólo una fuente, la entonces pareja de Durruti, Emilienne Morin, desmiente el suceso. En otoño de 1936 el Gobierno de Largo Caballero ordenará la retirada de las mujeres de los frentes de combate pretextando que serían más útiles en la retaguardia.

"Llegados hasta aquí, podrían plantearse algunas observaciones. Si, como hemos sugerido, el tratamiento político, simbólico y social de la prostitución puede tomarse como un prisma a través del cual elucidarcuestiones de orden estructural en términos de género, parece claro que detrás de la equiparación miliciana-prostituta encontramos, no un problema sanitario, sino una urdimbre compleja de elementos relacionados con el desajuste que producían aquellas mujeres que, ya ejercieran como 'putas' o 'combatientes', subvertían una edificación social basada en la subordinación femenina. La equiparación de las milicianas con las prostitutas merece toda nuestra atención porque vuelve a mostrar la construcción de la prostitución como dispositivo pedagógico. La figura de la trabajadora sexual -operador simbólico por excelencia. permite una separación aparentemente incontestable entre las mujeres 'normales' y las 'anormales'. En el sentido anotado por [Dolores] Juliano, trabaja como un dispositivo que instruye y alecciona sobre el orden social recordando, en todo momento, la existencia de las fronteras que separan lo aceptable de lo inaceptable, y el precio que se paga por transgredirlas. La mácula 'puta' viene a advertir al resto de mujeres de los peligros que asedian a aquellas que osen traspasar el límite patriarcal de lo moralmente correcto y permitido, que no son otros que el repudio y la vergüenza."

("Putas, República y revolución", Marta Venceslao Pueyo, Mar Trallero y el colectivo Genera, 2021)

miércoles, 2 de febrero de 2022

John Wayne, "El Álamo" [1960]


La película de John Wayne sobre el suceso legendario enmarcado en el llamado proceso de Independencia de Texas, la batalla de El Álamo, que pone en escena la narración mítica del evento, ya hace años cuestionada por historiadores y estudiosos. 

"Esta es una historia dentro de una historia –tan deslizada en los márgenes que uno quisiera saber cuándo y dónde comenzó y si alguna vez terminará. A mediados de febrero de 1836, el ejército del general Antonio López de Santa Anna había alcanzado los muros desmoronados de la vieja misión de San Antonio de Valero en la provincia mexicana de Texas. Pocas huellas de los curas franciscanos que habían construido la misión más de un siglo atrás habían sobrevivido a los asaltos combinados del tiempo y una sucesión de residentes menos religiosos. Los ocupantes ilegales intermitentes, soldados españoles y mexicanos, habían convertido el lugar en una suerte de fuerte apodado El Álamo, por el nombre de una unidad de caballería española que emprendió una de las muchas transformaciones del recinto primitivo. Ahora, tres años después de que Santa Anna accediera por primera vez al poder en el México independiente, unos pocos ocupantes ilegales angloparlantes ocupaban el lugar, negándose a rendirse a su fuerza superior. Afortunadamente para Santa Anna, los ocupantes eran superados numéricamente –a lo sumo 189 luchadores potenciales- y la estructura era en sí misma débil. La conquista sería fácil, o al menos eso pensó Santa Anna.
La conquista no fue fácil: el sitio se mantuvo a través de doce días de asedio. El 6 de marzo, Santa Anna tocó las cornetas 'a degüello' que los mexicanos tradicionalmente usaban para anunciar un ataque a muerte. Más tarde, el mismo día, sus fuerzas finalmente irrumpieron en el fuerte, matando a la mayoría de los defensores. Pero unas pocas semanas más tarde, el 21 de abril, en San Jacinto, Santa Anna cayó prisionero de Sam Houston, el flamantemente reconocido líder de la secesionista República de Texas.
Santa Anna se recuperó de ese revés, continuó siendo cuatro veces más el líder de un México muy reducido. Pero en un sentido importante, fue doblemente derrotado en San Jacinto. Perdió la batalla del día, pero también la batalla que había ganado en El Álamo. Los hombres de Houston habían marcado sus ataques al ejército mexicano con gritos repetidos de 'Recuerden El Álamo! Recuerden El Álamo!' A través de esa referencia, hicieron historia en un sentido doble. Como actores, capturaron a Santa Anna y neutralizaron sus fuerzas. Como narradores, dieron a la historia de El Álamo un nuevo significado. De allí en más, la derrota militar de marzo no fue más el punto final de la narrativa, sino un giro necesario en la trama, la prueba de los héroes que, por el contrario, tornó inevitable y grandiosa la victoria final. Con el grito de batalla de San Jacinto, los hombres de Houston revirtieron por más de un siglo la victoria que Santa Anna pensó que había ganado en San Antonio.
Los seres humanos participan en la historia como actores y como narradores. La ambivalencia inherente a la palabra 'historia' en muchos de los lenguajes modernos, incluyendo el inglés, sugiere esta participación dual. En el uso vernáculo, historia significa tanto los hechos que importan como una narrativa de esos hechos, tanto 'lo que ocurrió' como 'lo que se dice que ha ocurrido'. El primer significado ubica el énfasis en el proceso socio-histórico, el segundo en nuestro conocimiento de ese proceso o en un relato sobre ese proceso."

("Silenciando el pasado", Michel-Rolph Trouillot, 1995.)

martes, 1 de febrero de 2022

King Vidor, "Paso al noroeste" [1940]


Un western clásico, de un racismo furibundo, facturado por una leyenda del cine, King Vidor, ambientado en las guerras franco-indias, antes de la independencia de Estados Unidos, que presenta a los Rangers de Robert Rogers como grandes héroes por haber exterminado una aldea de abenakis. Lo escribía Roxanne Dinbar-Ortiz en "Historia indígena de Estados Unidos", 'este tipo de guerra, forjada durante el primer siglo de la colonización mediante la destrucción de aldeas y campos indígenas, la matanza de civiles, el uso de 'rangers' y la cacería de cueros cabelludos, se convirtió en la base de los ataques a indígenas en todo el continente hasta finales del siglo XIX.'