martes, 28 de junio de 2022

Jaime Semprún, “Diálogos sobre la culminación de los tiempos modernos” [2006]

"Como conclusión uno de ellos declaró: 'La próxima vez habrá que evitar Cronstadt'. A lo que respondió el otro: 'No, la próxima vez habrá que evitar a Lenin'. Efectivamente, si hubiera un número de gente suficiente que poseyera el genio estratégico de Lenin, no habría Lenin, y por tanto tampoco partido bolchevique, y por tanto tampoco burocracia totalitaria."

(“Diálogos sobre la culminación de los tiempos modernos”, Jaime Semprún, 2006.)

domingo, 26 de junio de 2022

Sara Mesa, "Silencio administrativo. La pobreza en el laberinto burocrático" [2019]

Encontré en una librería cercana a casa el revelador reportaje de Sara Mesa titulado "Silencio administrarivo. La pobreza en el laberinto burocrático". Una concisa crónica sobre el infierno burocrático al que se somete a los pobres que solicitan ayudas sociales. Tal como decía un amigo de la pecera caralibresca, 'Sara Mesa no vende ninguna moto, no presume de ninguna radicalidad, es cero panfletaria, y por eso mismo consigue un libro políticamente más potente que el de los escritores politizados y comprometidos al uso, porque solo le interesa la verdad.' Un libro que debería ser de obligada lectura para la eventual burocracia menor de la administración.

"La pobreza es fea, es difícil de mirar. Es incómoda. Se puede ser pobre pero decente: esto lo hemos escuchado muchas veces. Pobre pero limpio. Pobre pero honrado. Pobre pero sin vicios. 'Pero': la mala leche de la conjunción adversativa.
Esa perfección, esa limpieza, que les exige a los más pobres.
Los queremos beatíficos, agradecidos, puros de corazón, implecables. Que no digan una palabra más alta que otra. Que den siempre las gracias y no insistan. Que se acerquen un poco pero que se retiren en seguida. Que gasten nuestras limosnas en lo que nosotros decidamos que se las deben gastar. Que no haya ni una sola tacha en su pasado, ni un desliz."

("Silencio administrativo. La pobreza en el laberinto burocrático", Sara Mesa, 2019.)

miércoles, 22 de junio de 2022

Breve relación de sucesos inexplicables en la capital riojana.

Los adolescentes que frecuentan La Chopera han levantado un checkpoint en su enclave usual y obligan a los paseadores de perros a corear alguna bazofia trapper de Kinder Malo como peaje de paso, declarada su intención amenazante, usan un método de coacción más efectivo que el de los clandestinos envenenadores locales para forzar a la población a que deje de comprar canes.
Los ladrones de huchas del Domund acechan por Avenida Portugal, los misioneros enclenques caminan temerosos anhelando la custodia policial, la ínfima pasta recaudada sólo dará para una ronda de chatos de vino en el bar Jove.
Se ha desatado una Guerra Civil Jebi en las dependencias de la Taberna la Bocana, los jebis de barrio se enfrentan en combate a muerte, cuero y pinchos mediante, a los jebis de la épica grotesca, que sólo pueden implorar que los personajes de las cartas Magic se encarnen y les defiendan con sus superpoderes.
Un encapuchado ha usurpado en El Espolón el puesto de jinete al Espartero y cabalga temible por la zona vieja logroñesa como piquete invencible que logrará cerrar las franquicias, los salones de juegos y los bares de diseño. Sólo tendrá consideración por el emperador del helado.
Los obreros de Starglass SL en Agoncillo han desviado sus funciones típicas en la producción en serie de vidrios para vehículos y ya sólo producen cristales por el placer de escuchar el ruido que hacen cuando nada más culminar el proceso de fabricación los hacen añicos.
Una caterva de feligreses tararean el Dies Irae mientras escrutan los recovecos de la Concatedral de la Redonda y dibujan sonrisas de Jóker a las representaciones de Cristo, la turba inconoclasta sólo ha respetado la figura de Jesús crucificado, el sabotaje de las demás baratijas de beatos ha sido duramente condenado por Acción Católica: 'arderéis en el infierno'.
Una cuadrilla de chiquiteros de la zona de la Fuente Murrieta ha encontrado un arsenal de AK47 escondido en una furgoneta de Racing estacionada en los aparcamientos adyacentes, se han apostado tercos en la Puerta del Revellín y han comenzado a repartir pasquines a los paseantes: 'remember tourist, you're the terrorist'.
Un comando de viejas pequeñas asalta empuñando cuchillos el Eroski de calle Chile y reparte el botín indiscriminadamente entre los transeúntes, la Unidad de Antidistrubios de la Policía Nacional se ve obligada a cargar contra la escuadra de octogenarias, las señoras acaban detenidas y acusadas de colaboración con banda armada.
Los clientes del Centro Comercial Berceo han decidido de forma súbita hacer una conga, la hilera danzante se extiende hasta la Universidad de La Rioja, el bloqueo circulatorio fuerza a los conductores a abandonar sus vehículos, toda la marabunta comienza a cantar el Chacachá del tren.
La Columna Neurodivergente ha instalado un campamento en la plaza Ballesteros que se ha constituido en Consejo de Sabios Para el Desmantelamiento de la Sociedad Neurotípica, se alza como las voz más autorizada para aconsejar sobre los próximos movimientos tácticos de la radical desprogramación del Dominio General del Empleo del Tiempo.
Una turba de alumnos del colegio Sagrado Corazón, ungidos por la gracia divina, se han erigido en jueces sumarios de lo que está bien y lo que está mal, llaman a una Revolución que precipite el Milenio, promueven el exceso de la fiesta revolucionaria que corroe todas las cadenas: el robo, la destrucción de toda autoridad, el abandono de todo freno moral, el lúcido espíritu de negación, la despiadada pasión por la verdad, la venganza contra personas odiadas.

lunes, 20 de junio de 2022

Ernesto Sábato, "Abbadón el exterminador" [1974]


"En cualquier caso, fuera como fuera, era paz lo que seguramente ansiaba y necesitaba, lo que necesita todo creador, alguien que ha nacido con la maldición de no resignarse a esta realidad que le ha tocado vivir; alguien para quien el universo es horrible, o trágicamente transitorio e imperfecto. Porque no hay una felicidad absoluta, pensaba. Apenas se nos da en fugaces y frágiles momentos, y el arte es una manera de eternizar (de querer eternizar) esos instantes de amor o de éxtasis; y porque todas nuestras esperanzas se convierten tarde o temprano en torpes realidades; porque todos somos frustrados de alguna manera, y si triunfamos en algo fracasamos en otra cosa, por ser la frustración el inevitable destino de todo ser que ha nacido para morir; y porque todos estamos solos o terminamos solos algún día: los amantes sin el amado, el padre sin sus hijos o los hijos sin sus padres, y el revolucionario puro ante la triste materialización de aquellos ideales que años atrás defendió con su sufrimiento en medio de atroces torturas; y porque toda la vida es un perpetuo desencuentro, y alguien que encontramos en nuestro camino no lo queremos cuando él nos quiere, o lo queremos cuando él ya no nos quiere, o después de muerto, cuando nuestro amor es ya inútil; y porque nada de lo que fue vuelve a ser, y las cosas y los hombres y los niños no son lo que fueron un día, y nuestra casa de infancia ya no es más la que escondió nuestros tesoros y secretos, y el padre se muere sin habernos comunicado palabras tal vez fundamentales, y cuando lo entendemos ya no está más entre nosotros y no podemos curar sus antiguas tristezas y los viejos desencuentros; y porque el pueblo se ha transformado, y la escuela donde aprendimos a leer ya no tiene aquellas láminas que nos hacían soñar, y los circos han sido desplazados por la televisión, y no hay organitos, y la plaza de infancia es ridículamente pequeña, cuando la volvemos a encontrar."

("Abbadón el exterminador", Ernesto Sábato, 1974.)

domingo, 19 de junio de 2022

retazos de una jornada laboral

póngame con la doctora, no hay cita hasta la próxima semana, qué quiere que le diga si yo sólo soy un burócrata menor, puedo intentar ponerle una cita imprevista, he llamado a la doctora y no me coge, si puede esperar hasta el miércoles que es cuando usted ya tiene cita espere por favor, gracias por su comprensión, ¿puede ponerme con la pediatra? ¿tengo que esperar hasta el martes?, señora intento facilitarle la cita no entorpecérsela, esto es tercermundista, ¿no ha abierto la psiquiatra listas?, no señora, llevo dos meses llamando para intentar coger un hueco, entiendo que esté disgustada pero como administrativo sólo puedo facilitarle la información de que dispongo, ¿que sólo tiene cita para dentro de una semana? ¿y si me muero?, tranquila señora que las urgencias todavía se atienden en el momento, buenos días, buenos días, quiero que me activen la medicación, ¿cómo se llama el medicamento?, Orfidal, Lorazepam, Alprazolam, necesito el parte de baja, tiene setenta y dos horas para entregarlo en su empresa, espero que así sea, necesito que me ponga con mi doctora, en el sitio de su doctora hay un doctor y tiene la lista completa, me aguantaré hasta el miércoles, gracias señora, tengo que hacerme una analítica, estamos dando para el jueves, ¿no puede ser antes? tengo especialista el viernes, le fuerzo de urgencia, no puede venir al centro de salud con fiebre, ¿qué soluciones me da?, no puedo hacer milagros señor, que te den por culo, alégrese de que haya un servicio de salud que solicitar por precario que le parezca, apoye las movilizaciones de la marea blanca, tenga un buen día,

jueves, 16 de junio de 2022

La última gran ola.

Una modesta aspiración de opositor advenedizo: permanecer en ese limbo entre precariedad y condición funcionarial que ofrece la contratación temporal en la administración. Una situación que periódicamente intentan superar mis eventuales y más veteranas compañeras, que aspiran a culminar una tortuosa carrera en la administración pública accediendo a la minoritaria y privilegiada categoría funcionarial tras una larga sucesión de 'contratos laborales' o 'interinos', concatenados con la manifiesta angustia, a menudo contagiosa, de una incierta próxima contratación. ¿Cuántos candidatos han surfeado la última gran ola de oferta de empleo público? Una salida laboral estable, segura, 'que te soluciona la vida', con un salario aceptable abonado con regular puntualidad, amparada en el recurso ideológico, de boato deslucido, de los méritos, la oposición, el esfuerzo. Quién no deseará alcanzar la plaza oficial de ajado burócrata menor: un puesto fijo en alguna de esas inevitables ventanillas de edificio institucional, donde aquel, ya parte del equipo fijo, con mayor control sobre su puesto, quizá voluntarioso y diligente, probablemente desmotivado, extraordinariamente paciente, puede que abúlico si no rencoroso, realiza gestiones y trámites arcanos cuyo sentido no siempre logra (hacer) entender.

domingo, 12 de junio de 2022

E.H. Sukarra, "Kasko gorriak" [1991]


el otro día decía que uno de mis temas de batalla callejera favoritos es el "Kasko gorriak" de EH Sukarra, que no sin osadía sitúo a la altura de otros mucho más reconocidos, como "White riot" de The Clash o "The day the niggaz took over" del "Chronic" de Dr Dre: la gloriosa simplicidad de la letra jalea la unidad batallera borrocker 'los cascos rojos vienen a por nosotros, vamos a hacerles frente, ¿cómo puede uno de éstos darnos una paliza a todos?': suena a adecuada pregunta; en los días de las movilizaciones pos15M, la Unidad de Intervención Policial madrileña llamaba despectivamente a los manifestantes 'ciervos', por la facilidad con la que la mayoría tras un primer apretón salía corriendo: vaciles miserables pertrechados de la sofisticación de todo tipo de utensilios y de impunidad; The Mekons a finales de los setenta compuso una relevante canción que responde irónicamente a aquellas que ensalzan la pose de furioso guerrero urbano, "Never been in a riot", una sincera admisión de vulnerabilidad, 'uno podría estar en un disturbio y estar asustado', asumía Tom Greenhalgh: en vanguardia se presencian riesgos inútiles, que habitualmente desembocan en lágrimas y marrones evitables; como mínimo "Kasko gorriak" es un gran tema costumbrista noventero,

miércoles, 1 de junio de 2022

Andrew O'Neil, "La historia del Heavy Metal" [2017]


cuero y pinchos

"Una consecuencia de la increíble carrera metalera de Judas Priest es el hecho de que Rob Halford estuviera al frente del grupo durante la mayor parte de la trayectoria del grupo y fuera vestido como una caricatura de hombre gay mientras mantenía su homosexualidad en secreto. Él solito introdujo el imaginario gay más underground en la cultura del heavy metal, que aceptó entusiasmada el estilismo de dominador sadomasoquista embutido en cuero y pinchos pensando que era el look más masculino del mundo. Algo que, en cierto modo es. Nadie captó el inmenso significado homoerótico oculto de ese uniforme. Es un ejemplo magistral de esconderse a la vista de todos. Cuando Halford salió del armario en 1998, hubo una gran conmoción en la comunidad metalera, y los jeviatas homófobos se dieron cuenta de que se habían vestido con un estilo bastante gay durante todo ese tiempo. ¡Menudo crack!"

("La historia del Heavy Metal", Andrew O'Neil, 2017.)