jueves, 31 de enero de 2019

Chris Hedges y Joe Sacco, "Días de destrucción - Días de revuelta" [2012]

Chris Hedges y Joe Sacco en "Días de destrucción - Días de revuelta" relatan un viaje a la reserva Pine Ridge, en el estadounidense Dakota del Sur, tierra donde se asienta la reserva de los Oglala Lakota, los Sioux, una región lastrada por la miseria, abandonada de ese espíritu que antaño impregnó la resistencia india, comandada por jefes épicos e inspiradores, como Caballo Loco o Nube Roja. Los años setenta del pasado siglo también fueron conflictivos, la lucha de los nativos tenía al Movimiento Indígena Americano (AIM) como punta de lanza, en la primavera de 1973, militantes del AIM tomaron el emblemático enclave Wounded Knee, escenario de la antigua masacre de 1890, fuerte en el que los indios resistieron armados a los efectivos policiales durante 73 días. Después del sitio de Wounded Knee, el gobierno federal desató una escalada represiva, y en este violento contexto, ocurrió el homicidio de los dos agentes del FBI por los que Leonard Peltier fue condenado a cadena perpetua en un proceso de dudosa regularidad. Lleva cuarenta años en el presidio.


"El veneno que mana de estos pequeños santuarios consagrados a la muerte y el beneficio, erigidos por pulcros capitalistas blancos, solo constituye otra pieza más de un viejo engranaje: el genocidio que casi erradica a los nativos americanos; la escolarización de los indios en colegios internos que los arrancaban de sus familias y les prohibían hablar su lengua, practicar su religión y seguir sus costumbres; el 80% de desempleo en la reserva; el racismo de los ganaderos blancos vecinos y de las fuerzas del orden; la frecuente ausencia de agua corriente y la terrible violencia que campa a sus anchas. Todo ello, olvidado en una anestesiada bruma de embriaguez. La furia de la autodestrucción asola Pine Ridge como si fuera la peste negra. Whiteclay es la versión moderna de las antiguas agencias indias. Es el lugar donde los indios se rinden; donde abandonan su autoestima y su autonomía para pasar a esperar, pasivamente en una cola, a que les den una bolsa de harina, un pedazo de manteca, unas cuantas mantas y un poco de aguardiente que mitigue el dolor causado por ver en qué se han convertido. Las familias, azotadas por el alcoholismo, la pobreza, la desesperación y el maltrato doméstico, sumidas en vidas en las que la ternura y la seguridad solo son posibles en momentos aislados, se desintegran con facilidad ante las acometidas de la reserva. La violencia ejercida sobre el pueblo indio se ha internalizado. La magnitud de tanta angustia y dolor conduce a existencias dedicadas a la autoinmolación. La agonía se expresa a través de impulsos autodestructivos y derrotistas que hunden lo poco que les quedaba de esperanza y dignidad."

(Chris Hedges y Joe Sacco, "Días de destrucción - Días de revuelta", 2012)


miércoles, 30 de enero de 2019

Adelaida García Morales, "El silencio de las sirenas" [1985]

Hay libros que he extraviado y que no sé dónde paran, y hay otros libros que no sé cómo han llegado a mis estanterías. Es el caso del "El silencio de las sirenas" de Adelaida García Morales, una escritora que tuvo un celebrado debut con uno de sus primeros cuentos, "El sur", inspiración de una de las grandes muestras del cine ibérico, la homónima "El sur" de Víctor Erice. Adelaida, ya fallecida, era una escritora enigmática: se adaptó a su tiempo, no desarrolló una exitosa carrera literaria, prevalece en la memoria de unos pocos lectores con radiante aura maldita. "El silencio de las sirenas" se desarrolla en un pueblo de Las Alpujarras, allá por Almería y Granada, y se centra en la apasionada ensoñación amorosa de Elsa, un 'amour fou' que alimenta con intensa y desgarradora soledad, del cual es testigo una sensible maestra rural narradora del destructivo ardor del sentimiento. Una triste y hermosa tragedia.


"Elsa, atrapada en lo que en un principio quizá fuera sólo un juego, había perdido el control. Ahora se hallaba inmersa en un marasmo que la sobrepasaba, enredada en una red que ella misma había tejido pero que ya ni siquiera lograba comprender. Por primera vez me preocupé seriamente y advertí la gravedad de la situación. Ensayaba a solas diferentes discursos para hacerle reflexionar; pero durante los momentos en que me hallaba junto a ella no era capaz de decir ni de pensar nada. La intensidad de su dolor, de su desesperanza, de su amor, todo a un tiempo, me abrumaba. La suya era una historia fracasada ya desde el principio. En ningún momento observé en ella el menor interés en que aquello, fuera lo que fuese, alcanzara alguna manera de éxito. Parecía que su único deseo era el de contemplar, el de ser espectadora de una historia de amor supuestamente suya. Algo así como tirarse al agua sin mojarse. Y mi papel en aquella función era tan forzosamente sensato que llegué a sentirme incómoda. No obstante, en una ocasión decidí intervenir e instarle para que fuese a Barcelona a visitar a Agustín Valdés. Me pareció necesario que tocara la realidad de un personaje que para ella sólo existía plenamente en un espacio imaginario."

(Adelaida García Morales, "El silencio de las sirenas", 1985.)

martes, 29 de enero de 2019

Sófocles, "Antígona" [año 441 antes de Cristo]

"Y si voy a morir antes de tiempo, por beneficio lo tengo, pues el que como yo vive en medio de numerosos males, ¿cómo ése no saca beneficio con morir? De esta forma, para mí al menos el alcanzar este destino en modo alguno es un pesar; más bien, si el cadáver del nacido de mi madre consintiera yo en dejarlo muerto insepulto, de eso sentiría pesar, pero de esto de ahora no me duelo. Y si a ti te parece que ahora estoy llevando a cabo una empresa loca, quizá en cierto modo para un loco es para quien estoy siendo culpable de locura."


Antígona. Corazón amante y valor heroico. Sola, sin ningún apoyo, se enfrentará a su país, a sus leyes, al jefe de Estado. Mostrará fidelidad a su hermano vencido, Polínices, muerto en la batalla por el trono de Tebas, su cadáver maldito pasto de fieras y cuervos. Antígona no aceptará este mandato infame que deshonra la memoria fraterna y enterrará desobediente el cuerpo inerte. Apresada y juzgada, solidaridad con un traidor a la patria, terrible sentencia regia, no habrá clemencia: sepultada en una caverna tapiada, agonizará lentamente de hambre y de asfixia en las tinieblas. Augures desdichados los del adivino, el rey debe liberar a Antígona, o pagará el orgullo de las palabras altivas. Se abre la caverna, yace inerte la díscola, consiguió estrangularse, y el novio Hemón, furor impotente, se dará muerte ante los ojos de su rey-padre, Creonte, y la reina-madre, Eurídice, engarzados suicidios, se matará al recibir la noticia. Aquel hombre, que tan bien sabía hablar como jefe, se derrumbará aniquilado por la pena.
Se busca Antígona.

Lamont 'U-God' Hawkins, "En carne viva. Mi viaje con el Wu-Tang Clan" [2018]


U-God pertenece al Wu-Tang Clan. No es su miembro más conocido. Nació en Brooklyn y creció en Staten Island, en los bloques de viviendas sociales de Park Hill, que por aquel entonces, en la década de los ochenta, se asemejaba a un campo de batalla, un complejo área cuya actividad económica principal era el tráfico de drogas y en el que el respeto y el puesto de venta se ganaban a través de los puños y las balas. También es la zona en la que se coció el proyecto de los Wu-Tang Clan: el hip hop como ascensor social, la esperanza de salir del maldito barrio. U-God relata sus peripecias como traficante de drogas, la vida en el fino alambre a un paso de la cárcel o de la muerte, en un entorno en que respeto, supervivencia y violencia comulgan desasosegadamente. U-God, 'rape baby', crecido en el bloque 160 de la colina, testigo de la inundación de los barrios de crack, una desgracia para el vecindario, una oportunidad de hacer dinero rápido y fácil, el vil juego al que dedicó sus primeros años de morlaco superviviente y que le llevó una temporada a prisión. ¿Cómo salir de unas circunstancias opresivas? El otro juego del barrio: el rap. La azarosa vida de los nueve trapicheadores que formaron el Wu-Tang Clan sigue siendo un camino común no exento de desavenencias, ¿cómo juntar a un equipo de talentosos mamarrachos sin estar dispuesto a afrontar los más que previsibles litigios que surgen de la contraposición de las diferentes visiones?
Wu-Tang clan ain't nuthing ta fuck wit!


"Había tanto dinero dando vueltas que la tentación te absorbía, sobre todo si eras pobre. El crack se aprovechó de la comunidad, de la gente sucia y pobre que no tenía comida en la nevera. Te hablo de gente que 'no tenía' nevera, que tenía que dejar la puta leche en el alféizar de la ventana en invierno para que se mantuviera fría. Cucarachas, ratones por doquier. Cucarachas dentro de la caja de tus cereales. La beneficencia. El queso seco. Gente pobre que no tenía una mierda. Te hablo de un nivel de pobreza tipo 'vives en los bloques de viviendas sociales y tu madre es una adicta al crack'.
El trapicheo es el último recurso para sobrevivir cuando no tienes nada más en la calle. Ni siquiera tienes puta idea de lo que estás haciendo. Careces de educación. Careces de trabajo. ¿Cómo vas a comer? La beneficencia te da trescientos dólares al mes... ¿qué es eso? Con eso no se llega a ningún sitio. Tienes que hacer algo para sobrevivir. Eso es lo que nos proporcionó el trapicheo. Se trata de una subcultura que la gente que tiene trabajo y que pertenece a la clase media no puede comprender. No logran asimilar ese nivel de pobreza. Pero yo vengo de ahí, los hijoputas de mi barrio vienen de ahí. Salimos de toda esa mierda trepando con las uñas.
Piensa en ello: si pudieras ganar miles y miles de dólares en apenas una hora, ¿rechazarías esa posibilidad? Si metes esa mierda en el barrio, yo puedo sacar diez mil putos dólares en treinta putos minutos. ¿Tú qué harías?
Y estaba 'por todas partes'."

(Lamont 'U-God' Hawkins, "En carne viva. Mi viaje con el Wu-Tang Clan", 2018.)


lunes, 28 de enero de 2019

Barbet Schroeder, "General Idi Amin Dada" [1974]

Idi Amin Dada es uno de los dictadores más conocidos de la África poscolonial y uno de los más célebres del mundo de los surgidos durante el siglo XX. Un bufón megalómano, inseguro y cruel, que ascendió en el ejército ugandés en los últimos tiempos coloniales, durante la africanización, cuando los oficiales británicos ascendían a individuos de tercer orden para mostrarse insustituibles. Tras la independencia, en otoño de 1962, y durante ocho años, la máxima autoridad del Estado la ocupó Milton Obote, el presidente al que violentamente, con la táctica feroz de disparar primero y preguntar después, Idi Amin y sus hombres depusieron. Comenzó un teatro del terror, con la tortura como práctica predilecta, en el que el actor principal, sobreexpuesto, esperpéntico, fue el retratado grotescamente en este documental: el General Idi Amin Dada. Detrás de su rostro pánfilo, su sonrisa sardónica y su pomposidad impostada, sólo contaba con un apoyo, prácticamente la única institución funcional en los años de su gobierno, el ejército, organizado al modo británico, única referencia disponible para la estrechez de su paranoica perspectiva.


"El gobierno de Amín se prolongó durante ocho años. Según fuentes diversas, el mariscal vitalicio asesinó entre ciento cincuenta y trescientas mil personas. Luego, él mismo provocó su caída. Una de sus obsesiones radicaba en el odio que sentía por el presidente de la vecina Tanzania, Julius Nyerere. A finales de 1978, Amín atacó aquel país. El ejército de Tanzania respondió. Regimientos de Nyerere entraron a Uganda. Amín huyó a Libia y luego se instaló en Arabia Saudí, que de esta manera pagó sus servicios de expansión del islam. El ejército de Amin se dispersó; una parte de los soldados volvió a sus casas, otra se dedicó a vivir del bandidaje. Las pérdidas militares de Tanzania en aquella guerra se elevaron a un tanque."

(Ryszard Kapuściński, "Ébano", 1998.)

Chrétien de Troyes, "El caballero de la carreta" [entre 1176 y 1183]

"El caballero de la carreta", de Chrétien de Troyes, inicios de la novela moderna, es un hito de la saga artúrica: la reina Ginebra, esposa del rey Arturo, es raptada por Meleagant, y, viaje iniciático, Lancelot acude a liberarla, afrontando sacrificios que le manchan de oprobio, acometiendo proezas que muestran su extraordinaria habilidad. Lancelot se expone a la exclusión de la caballería espoleado por las exigencias amorosas, sacrifica su prestigio siguiendo el camino tortuoso señalado por su amada, y súbdito obediente, se postra, humilde, ante su reina, con célibe adoración. Entre la épica y la mística amorosa, Chrétien, que para variar era cura, armoniza los nuevos usos amorosos corteses con el heroísmo cristiano, no sea que la consumación del amor destruya la convivencia social. Marie de la Champagna, la hija de Leonor de Aquitania, le encargó a Chrétien de Troyes la redacción de la historia de amor perfecta, y salió adúltera, cortés y crística a un tiempo.


"La reina le encuentra enseguida con sus brazos, le besa, le estrecha fuertemente contra su corazón y le atrae a su lecho, junto a ella. Allí le dispensa la más hermosa de las acogidas, nunca hubo otra igual, que Amor y su corazón la inspiran. De Amor procede tan cálido recibimiento. Si ella siente por él un gran amor, él la ama cien mil veces más: Amor ha abandonado todos los demás corazones para enriquecer el suyo. En su corazón ha recobrado Amor la vida, y de una forma tan pletórica que en los demás se ha marchitado. Ahora ve cumplido Lanzarote cuanto deseaba, pues que a la reina le son gratas su compañía y sus caricias, y la tiene entre sus brazos y ella a él entre los suyos. Tan tiernos y agradables son sus juegos, tanto han besado y han sentido, que les sobreviene en verdad un prodigio de alegría: nadie oyó hablar jamás de maravilla semejante. Pero nada diré al respecto: mi relato debe guardar silencio. De entre las alegrías, quiere la historia mantener oculta y en secreto la más selecta y deleitable."

(Chrétien de Troyes, "El caballero de la carreta", entre 1176 y 1183.)


domingo, 27 de enero de 2019

Gustavo Sánchez, "I hate New York" [2018]


Un retrato de la escena transgénero de Nueva York, ciudad hostil y fascinante, un laboratorio urbano que explora los espacios liminales de la creación humana, a través de cuatro de sus destacadas personalidades: Amanda Lepore, Sophia Lamar, Chloe Dzubilo y T de Long. Es una amplia visión de la transexualidad, a través de una conmovedora historia de algunas de las moradoras de la noche de Nueva York que transita del hedonismo nocturno hacia el compromiso militante. El sorprendente cruce entre el punk, el hip hop o la música disco, la lucha por los derechos de los portadores del VIH y por el reconocimiento del matrimonio entre identidades sexuales no convencionales, o la dificultad de permanecer fiel a uno mismo en condiciones adversas, la complejidad de adaptarse a las exigencias de un entorno hostil conservando la propia dignidad. 'We have the right to rage!'

Riccardo Mazzon, Graziela Giangiulio y Antonio Albanese, "Decodificando el ISIS" [2015]


"Una entidad estatal que se rebela contra las fronteras trazadas por las potencias coloniales en el siglo XX, y en la que la patria es la pertenencia a una religión única y excluyente. Un sistema policial que se sostiene en el terror como instrumento de gobierno y defensa, pero se nutre también de la pasmosa ilusión que ha conseguido generar entre muchos de los que allí viven, y en muchos de los que lo observan en la distancia. Al contrario que la red terrorista internacional Al Qaeda, de la que se alimenta, con la que la rivaliza y de la que supone, en cierta medida, una evolución lógica, el Estado Islámico y su maquinaria de guerra no ofrecen el sueño de una futura 'Umma', sino la realidad de poder vivir ya en una comunidad de creyentes concebida a imagen y semejanza de aquella que creen constituyó Mahoma hace casi 1.400 años. Una 'Ítaca musulmana' que seduce tanto a quienes creen que las revoluciones del 2011 han fracasado -como en el caso de Egipto, donde cuatro años de sangre y protestas populares contra la autocracia de Hosni Mubarak han desembocado en la ciénaga de una dictadura militar melliza, ahora bajo el látigo de Abdel Fatah al Sisi-, como a quienes han quedado huérfanos tras el hundimiento del islamismo político y a aquellos musulmanes excluidos, social, cultural y económicamente en países como el Reino Unido, Bélgica, Francia o España, lastrados por sus deficientes y represivas políticas de inmigración. Muertas las esperanzas de lograr un mundo diferente, quebrados los sueños libertarios, anegada la justicia social por la vía democrática, y con la integración como quimera, el único valor que resta es la rebeldía del fusil."

(Javier Martín, "Estado Islámico. Geopolítica del caos.", 2015.)

Bassel Shehadeh, "Streets of freedom" [2012]

"Siria presenta serios problemas que los revolucionarios de todos los países deben tener en cuenta. En primer lugar, las revoluciones en el mundo real (al contrario de lo que sucede en las torres de marfil) son siempre complicadas. En cuanto se debilita el poder del Estado, los intereses externos del Estado entrarán en la pelea en el intento de influenciar a los potenciales Gobiernos futuros, para competir con los países rivales, y para manipular, remodelar y domesticar las energías revolucionarias. En segundo lugar, los países -a veces incluso supuestos países enemigos- acudirán al rescate unos de otros, directa e indirectamente, si existe una posibilidad real de que el poder caiga de las manos de la élite. En tercer lugar, a menudo les ayudarán en esto comentaristas y expertos, incluidos los supuestos 'izquierdistas' y 'disidentes', cuya obsesión con los países los conduce a ver el conflicto como una partida de ajedrez entre 'lo mejor' y 'lo peor', y a ignorar a la gente que sufre y lucha contra esos países."

(Robin Yassin-Kassab y Leila al Shami, "País en llamas. Los sirios en la revolución y en la guerra", 2016.)


En diciembre del 2011, los acontecimientos en las ciudades sirias apuntaban a la intensificación y la extensión de la deriva sanguinaria, el cineasta Bassel Shehadeh, reportaba para Democracy Now!, 'La violencia que se vive en la ciudad de Homs (yo lo pude ver la semana pasada, estaba ahí) está amenazando con transformarse en una guerra civil. En la ciudad, se ha desplegado una ofensiva que está castigando la zona del levantamiento y matando civiles y que está forzando a los habitantes de la ciudad a formar una resistencia armada contra las fuerzas del régimen. Esta resistencia está siendo apoyada por desertores del ejército. En resumen, hay una batalla entre los habitantes de la ciudad y las fuerzas de la seguridad y los simpatizantes del régimen'. El enfrentamiento armado se generalizaba. La aplicación artillera de las consignas del gobierno sirio, 'Asad o quemamos el país', 'Asad o nadie', precipitó la creación de las unidades armadas, nutridas principalmente desertores del ejército regular, que difusamente se aglutinaron bajo el nombre de Ejército Libre Sirio (ELS). La intifada popular siria se militarizaba, la experiencia ética y política de la revolución comenzaba su proceso de degradación, el lenguaje afrontaba su inevitable proceso de deterioro, y el desplazamiento hacia el nihilismo combatiente, auspiciado por la respuesta brutal del régimen y una vez frustradas las perspectivas de articulación política de los grupos del ELS, daba progresivo protagonismo a los más duros y fanáticos de entre la población rebelde. En las guerras, hay dos clases sociales, los que tienen armas y los que no las tienen. Las preguntas que siguen rondando, ¿por qué los revolucionarios sirios fueron abandonados y desdeñados? ¿por qué desde amplios sectores de la izquierda europea se les desautorizó considerándolos meros ejecutores de algún oscuro plan imperial diseñado por las potencias occidentales? ¿qué elitismo absurdo invalida la potestad de los revolucionarios sirios de producir su propio conocimiento? Era otra muestra de la cerrilidad del esquematismo antiimperialista, que otra vez silenciaba a quienes tomaban parte en la primera línea de la batalla, deslegitimando sus aspiraciones y forzándoles al aislamiento. Bassel Shehadeh, el director de este documental, que recoge una serie de testimonios de los sirios implicados en la revolución, fue asesinado por guardias asadistas en mayo del 2012 en Homs.


"Mi estimación es que la base de esas posturas patriarcales retrógradas por parte de nuestros amigos antiimperialistas es doble. En primer lugar, la transformación de la izquierda comunista y sus herederos hacia posturas típicas de la clase media educada, separada del sufrimiento humano, e incapaz de innovar, como los 'bakdashíes'. Esto se relaciona con las transformaciones de la economía en los países capitalistas centrale, la desindustrialización, el retroceso del peso de la clase trabajadora industrial y la aparición de la izquierda del 'campus', que no hace nada y sabe poco, a pesar de su posición en la academia. Ya no hay nada revolucionario ni liberador en su formación, y no libran ningún verdadero conflicto. En segundo lugar, están los esquemas ideológicas de la guerra fría; es decir, el conocimiento por reminiscencia, al estilo platónico, y también, la esterilidad intelectual y la escasez de innovación."

(Yassin al-Haj Saleh, "Siria y la izquierda antiimperialista occidental", 2017.)

China Miéville, "Octubre" [2017]

Un relato brillante de la Revolución Rusa. Una narración briosa, enérgica, apasionante y apasionada, que fluye ágil por la epopeya acontecida en tierras rusas entre febrero y octubre de 1917. Este es el libro que recomendaría al neófito interesado en acercarse a aquellos convulsos meses. Octubre sigue resonando con fuerza. El mito de la revolución victoriosa, la leyenda de la inteligencia bolchevique, el culto al carisma estratega de Lenin. 'Si hubiera un número de gente suficiente que poseyera el genio estratégico de Lenin, no habría Lenin, y por tanto tampoco partido bolchevique, y por tanto tampoco burocracia totalitaria'. ¿Era el bolchevismo otra cosa que la ideología de unos revolucionarios profesionales aspirantes a profesar la dirección absoluta de la sociedad? 'La idea de revolución entre nuestras filas era demasiado romántica, no se puede esperar milagros incluso después de que el capitalismo haya sido abolido y la burguesía eliminada'. Octubre sigue siendo una materia de estudio obligada para quienes intentan mantener el empuje de la historia hacia el auténtico Reino de la Libertad, aquel en que el desarrollo de las capacidades humanas sea un fin en sí mismo.


"Octubre, por un instante, trajo un nuevo tipo de poder. Fugazmente, hubo un cambio hacia el control obrero de la producción y los derechos del campesinado sobre la tierra. Derechos iguales para mujeres y hombres en el trabajo y en el matrimonio, el derecho al divorcio, el apoyo a la maternidad. La despenalización de la homosexualidad: hace cien años. Una aproximación hacia la autodeterminación de las naciones. Educación libre y universal, alfabetización; y con ella, una explosión cultural, una sed de aprendizaje, la multiplicación de universidades y conferencias y escuelas para adultos. Un cambio en el alma, como dijo Lunacharski, así como en la fábrica. Y aunque esos momentos fueran desechados, anulados, o se convirtieran en recuerdos o malos chistes, podría haber sido de otro modo.
Podría haber sido diferente, pues estos solo fueron los primeros y titubeantes pasos.
Los revolucionarios quieren un nuevo país en un nuevo mundo, uno que no pueden ver pero creen que pueden construir. Y creen que, al haberlo así, los constructores también se renovarán a sí mismos."

(China Miéville, "Octubre. La historia de la Revolución Rusa", 2017.)


sábado, 26 de enero de 2019

Angela Davis, "Autobiografía" [1974]

Hace unos años, pocas semanas antes de que Arnaldo Otegi recobrara la libertad, Angela Davis intentó entrar en la cárcel de Logroño para charlar con él. Se lo impidieron. Suelo pensar, cíclica tendencia desdeñosa hacia mi poblado natal, que es sintomático de la mediocridad local que Angela pisara nuestra ciudad sólo para visitar a Otegi en la cárcel. Me entristeció no ver en las fotos niguna cara conocida entre los reunidos en el puesto de control de entrada al presidio, probable que ningún amigo se enteró, o estaban ocupados en las tareas laborales. También suelo pensar, que es una visita adecuada en alguien tan consciente de las vicisitudes de la realidad carcelaria de su país, el 'complejo industrial de prisiones' de EEUU. Después de todo, es la mujer que me llevó a una comprensión avanzada de la a veces frívola consigna 'lo personal es político', y que me ayudó, citaré también el inevitable "Vigilar y castigar" de Michel Foucault, a mantener una postura incómoda de constante discernimiento en la imperante administración colectiva de los castigos.


"Cárceles y penales son lugares de embrutecimiento. Allí estaban otra vez la hipnotizadora estupidez de la televisión, los pocos y aburridos textos de instituto, las cuatro novelas policiacas y los montones de literatura barata. Las reclusas podían escribir si lo deseaban, pero habían de hacerlo en papel de notas, de tamaño pequeño y poco asequible, lo cual dificultaba la redacción de cualquier escrito serio; casi todo lo que se escribía eran cartas intrascendentes que, de todos modos, eran censuradas antes de pasar al exterior. Hasta conseguir un lápiz era una empresa larga y complicada. Y allí estaban también las manoseadas barajas y los juegos de mesa, accesorios indispensables de toda cárcel, destinados a ocultar el hecho de la reclusión tras una fachada inocua y dulzona, a la vez que fomentan una imperceptible regresión a la infancia. Como yo había observado ya por la jerga de la Cárcel de Mujeres, a los ojos de las carceleras éramos 'las chicas', tuviésemos dieciséis o setenta. Les gustaba ver a sus reclusas-niñas alegremente absortas en juegos inofensivos. Cualquier pasatiempo que exigiese actividad intelectual era sospechoso. Las carceleras del condado de Marin se mostraron en extremo reacias a permitir la entrada en el establecimiento de un juego de ajedrez, y solo cedieron después de imponer una serie de estúpidas condiciones. El que fue admitido por fin en nuestra sala era como un juguete, una versión infantil de ajedrez."

(Angela Davis, "Autobiografía", 1974.)

viernes, 25 de enero de 2019

Ryszard Kapuściński, "Un día más con vida" [1976]

Ryszard Kapuściński nos legó un testimonio inolvidable de aquel 1975: el año de la independencia de Angola, 'la madre negra del Nuevo Mundo', la colonia portuguesa, la tierra que desde la llegada a sus costas de Diego Cäo, diez años antes de que Cristóbal Colón arribara a suelo americano, fue puerto principal del comercio de esclavos. Nunca hubo paz en Angola. Centurias de incursiones armadas portuguesas para conquistar todo el territorio angoleño, la época de la caza del hombre, las sucesivas guerras de esclavitud, los catorce años de guerra de gerrillas del MPLA, la aparición de UNITA y el FNLA y el inicio de la guerra civil, la Operación Orange, la invasión sudafricana y la Operación Carlota, la ayuda cubana, o la conversión de Angola en una pieza central en el tablero del ajedrez de la Guerra Fría. Aquel 11 de noviembre de 1975, a pesar del peligro que suponía el sitio de Luanda, las puertas de  una nueva África se ensancharon.


"Camaradas, oímos una y otra vez, no alimentéis la 'confusäo'. ¡Conque no!, ¿eh? ¿Acaso depende de nosotros? El parte del frente es más preciso: ¿Qué hay de nuevo? ¿Que qué hay de nuevo? 'Confusäo!' Todo aquel que haya comprendido el sentido de esta palabra ya lo sabe todo. A veces ocurre que la 'confusäo' se extiende sobre territorios muy vastos y se enseñorea de millones de personas. Entonces estalla una guerra. Semejante estado no se puede borrar de un plumazo, es imposible eliminarlo en un abrir y cerrar de ojos. Aquel que intente hacerlo demostrando un celo desmedido caerá él mismo en la 'confusäo'. Lo mejor es actuar despacio y esperar. Al cabo de un tiempo, la 'confusäo' perderá fuerza, se debilitará y acabará por desaparecer. Salimos de ella agotados, aunque también contentos en cierto modo, satisfechos de haberla superado. Y volvemos a acumular energías para la siguiente 'confusäo'."

(Ryszard Kapuściński, "Un día más con vida", 1976.)


Vivian Gornick, "La mujer singular y la ciudad" [2015]

"De lo que no puedo prescindir es de las voces. En muchas ciudades del mundo, la población está asentada sobre siglos de callejones adoquinados, iglesias en ruinas, reliquias arquitectónicas que nunca han sido excavadas, sólo apiladas unas sobre otras. Si has crecido en Nueva York, tu vida es una arqueología no de estructuras, sino de voces, que también se apilan unas sobre otras, y que tampoco se reemplazan unas a otras."


Como añoro mis paseos por una gran urbe, aprecio los libros que consiguen conectarte a la experiencia de la deriva por una gran metrópoli. En "La mujer singular y la ciudad", la continuación también autobiográfica del excelente "Apegos feroces", Vivian Gornick consigue trasladarte al Nueva York de sus encuentros y desencuentros, sus amores, amistades y escritores inspiradores, con una alegre honestidad que no teme mostrar sus contradicciones.

"Leonard y yo compartimos la política del daño. La sensación, en nuestro interior, de haber nacido en una injusticia social preestablecida. Nuestro tema es la vida no vivida. La pregunta que ambos nos hacemos es: ¿habríamos inventado la injusticia si no hubiera estado ahí ya -él es gay, yo soy la Mujer Singular- para regodearnos en el agravio? Nuestra amistad se centra en esta pregunta. La pregunta, de hecho, define la amistad -le otorga su carácter y su lenguaje- y me ha ayudado a comprender la misteriosa naturaleza de las relaciones humanas corrientes más que ninguna otra relación íntima que yo haya tenido."

(Vivian Gornick, "La mujer singular y la ciudad", 2015.)

jueves, 24 de enero de 2019

Altar of Plagues, "Teethed glory and injury" [2013]

Los listos y las listas del planeta tierra, cuando te ven hecho una mierda supurando basura emocional doliente, adoptan una postura de suficiencia, y mirándote con desdén altanero, te sueltan un lacónico y despectivo: 'supéralo', o alguna de sus variantes. Como el dolor sólo culpa a uno mismo, en tanto que nos expone como seres incapaces de gestionar una subjetividad satisfactoria, nuestro sufrimiento opera como un arma que los guapitos nos arrojan para evidenciar el fracaso de nuestra construcción vital. Y mierda, que cada cual se posicione donde pueda o donde quiera, no se atormente nadie, pero será digno defecar sobre aquellos incapaces de respetar el dolor, sobre aquella basura que aprendió a eludir las inclemencias que azotan el espíritu a través de la distancia y la frialdad, sobre quienes rehuyen el sufrimiento infringiéndolo; será adecuado defecar sobre las legiones de gente solvente incapaz de conmoverse ante la honestidad de un espíritu abatido. Que alguien mantenga la gloria del dolor de la herida.


Deafheaven, "Roads to Judah" [2011]

Sencillamente, no será posible abolir el rencor, la frustración, los celos, el miedo o la ansiedad. La fuerza del resentimiento, la obsesiva presencia de la envidia, los demonios poderosos y fantasmales que corroen la benevolencia de la vida, ¿cómo atemperarlos? ¿cómo purgarlos? ¿cómo vencerlos?, ¿y de dónde surgen? ¿de una humillación imposible de perdonar? ¿de una impotencia que induce a culpar a los otros de las propias cobardías? Hay tantos charlatanes por ahí hablando sobre las fuerzas vengativas del alma. Alguien me dijo hace tiempo durante una época jodida, 'ese rencor es tuyo, haz con él algo que no suponga más dolor para los que amas', en mis peores momentos, intento tenerlo presente. Pero no siempre es fácil, está claro que no siempre es fácil. Escribir, gritar, bailar, caminar, no dejar que la ira se envenene dentro del alma para que siga vigente aquel noble pacto, 'ojala no nos unamos a las hordas de quienes se alegran del daño ajeno'. Y por ahí también entran, como purificación de las bajas pasiones, como expiación de las malas actitudes, como expresión artística de las hordas demoniacas que a veces se asoman, mis discos inolvidables de black metal, como el "Roads to Judah" de Deafheaven. ¿Era el Nietzsche más vital quien lo escribía? 'Levantarse cada mañana pensando, ¿a quién puedo alegrarle el día?' ¿A quién puedo hacerle el día más amable? Hay que purgarse: vivir con rencor es un incordio. Es una tarea cotidiana, una tarea de limpieza. 'Ojalá seamos más poderosos que nuestro resentimiento'.


miércoles, 23 de enero de 2019

Francisca de Aragón, "Pues aquel grande amor que me tuviste" [segunda mitad del siglo XVI]

A Francisca de Aragón se le atribuye una sorprendente epístola del S. XVI, franca y directa, escrita en tercetos encadenados, dirigida a don Manoel de Portugal. Su rareza consiste en que se aleja de las convenciones de la expresión poética amorosa de la época. No es una misiva que expresa la queja por el desdén o el rechazo de la amada, en este caso del amado, que, enajenado, desesperado por la incertidumbre, amargado, desgrana su sufrimiento extremo hasta el temor o el deseo de muerte; no se coloca en actitud de súplica ni hace proposiciones humillantes de sometimiento a caprichos. La misiva, se aleja de la consideración negativa del amor no correspondido, el rechazo amoroso produce tranquilidad en la dama, y cierta irónica preocupación por el bienestar de su antiguo amante, por su fama y su futura felicidad. Así, sin reproches ni súplicas, invirtiendo la tradición, es el hombre quien manifiesta la clásica acusación de los poetas a la mujer: la inconstancia en el amor.


"Aquesto que te escrivo no querría
que te aga penssar que quedo muerta,
pues más el daño a mí que a ti ofendía.

Que tú saves muy bien qu’es cossa çierta
el que va mill amigos procurando
que jamás amistad no se le açierta.

Yo te prometo que no vea llorando
jamás nadie mis hojos por aquesto,
ni el coraçón por ello sospirando

Ni la color mudada de mi gesto
el dolor que ‘ncubrir el alma suele
hará pareçer claro y manifiesto.

Está seguro que no me desvele,
cuitado de saber cómo te á ido
en este nuevo amor que aora te duele.

Que mil veçes te ás visto tan perdido,
jurando que no amaste ansí en tu bida,
y tú sabes muy bien dónde se á ido."

(Francisca de Aragón, "Pues aquel grande amor que me tuviste", segunda mitad del siglo XVI.)

José Padilha y Felipe Lacerda, "Autobús 174" [2002]


Una tarde del junio del año 2000, un joven llamado Sandro do Nascimento, abordó un autobús público en una zona de lujo de Río de Janeiro. Armado con una pistola, tomó a los 11 pasajeros como rehenes. Inmediatamente llegaron las unidades policiales y los equipos móviles de televisión, y durante las cuatro horas que duró el secuestro, una multitud de telespectadores asistió al espectáculo de una negociación fracasada, con cotas de inquietante teatralidad, reveladoras de la historia del asaltante, desarrollada en la exclusión, reducida a una sucesión de violencias y vejaciones. Un documental clásico imperdible.

martes, 22 de enero de 2019

Ramón J. Sender, "Siete domingos rojos" [1932]

"Es lunes [...]. En estas callejuelas también se observa el paro porque los pequeños industriales han cerrado o tienen la puerta entornada. La soledad y el silencio les da un aspecto sombrío. Domingo rojo, domingo verdadero. No como aquellos domingos para mí solo -cuando estaba sin trabajo- que me aflojaban las ideas ni como los domingos en los que los ricos no descansan porque no han trabajado y nosotros no podemos descansar sino mecánicamente, porque el afán de lucha sigue siempre encendido. No son los domingos individuales, negros, del hambre vergonzante, ni los blancos de las campanas y los trajes de fiesta, sino los auténticos domingos rojos, los nuestros. Domingos sin taxis, sin tranvías, sin burócratas indecisos en los paseos. Domingos en los que la calle y el aire libre son una delicia y vamos a conquistarlos a tiros, a robárselos a los guardias de charol, a la triste policía mal dormida.”

La primera versión de esta mítica novela se remonta al año 1932. Se publicó por primera vez en Barcelona, y desde entonces, varias revisiones realizó el propio Sender. Este es un ejemplar que se publicó en Buenos Aires por la Editorial Proyección en el año 1976, quinta edición, que recoge el manuscrito ampliado que Sender fijó en la ciudad porteña en 1973. Siete Domingos Rojos narra el desarrollo de una huelga general convocada por los anarcosindicalistas madrileños como protesta por la muerte de tres de sus compañeros en un altercado con la policía durante un mitin. En el transcurso de los siete días de la semana, los siete domingos rojos, los disturbios, los sabotajes y la represión recorren la capital ibérica. Amor, revolución, camaradería, traición y conflicto, se despliegan en esta trama sustentada por unos personajes agitados, caóticos, tensos, vivos (Star, Samar, Villacampa, Fau, Emilia, etc. ). Una novela que manifiesta cómo, aun derribada la Monarquía y proclamada la Segunda República, las fuerzas revolucionarias españolas continuaron laborando obstinadas, tenaces, incoercibles, por el cambio social, con la generosa ingenuidad anarquista como perspectiva a construir.


"Si alguien finalmente me pidiera que concretara mi posición personal ante el anarcosindicalismo como tal hecho político, yo volvería a lo de antes y exhibiría mi fórmula. Una fórmula apolítica: los seres demasiado ricos de humanidad sueñan con la libertad, el bien, la justicia, dándoles un alcance sentimental e individualista. Con ese bagaje un individuo puede aspirar al respeto y a la lealtad de sus parientes y amigos, pero siempre que se quiera encarar con lo social y general se aniquilará en una rebeldía heroica y estéril. No puede un hombre acercarse a los demás dando el máximo y exigiendo el máximo también. Las sociedades se forman no acumulando las virtudes individuales, sino administrando los defectos con un sistema que limita el área de expansión de cada cual. Claro que el sistema es uno con el feudalismo, otro con el capitalismo, otro distinto con el comunismo. Los anarcosindicalistas pudieron crearse el suyo propio y mientras no lo tengan seguirán aspirando a una curiosa sociedad donde todos los hombres sean, en el desinterés, San Francisco de Asís; en el arrojo, Espartacos; en el talento Newtons y Hegels. Detrás de esto hay una realidad humana verdaderamente generosa. A veces -repitámoslo con entusiasmo-, sublime. Ya es bastante haber."

(Ramón J. Sender, prólogo a "Siete Domingos Rojos", 1932.)

Sarwar Abdullah, "Facing death with wirecutter" [2017]


'Lo que separa a la vida de la muerte es un fino alambre'. En su repliegue, el Daesh sembró de minas los territorios que ocupaban. Las unidades avanzadas kurdoiraquíes, los peshmergas, se enfrentan a la muerte con unos alicates, la herramienta que les posibilita desactivar los artefactos explosivos diseminados por los rincones y lugares más insospechados. Es una tarea sumamente peligrosa, que a menudo se lleva las vidas de los implicados: durante el rodaje del mediometraje, realizado entre 2014 y 2017, tres miembros del equipo murieron despedazados por las bombas. Es un documental temerario, filmado en primera línea durante el avance de las tropas kurdas en territorio iraquí, que expone el heroísmo de una unidad de ingeniería militar acostumbrada, con utensilios rudimentarios, a danzar con la muerte.

lunes, 21 de enero de 2019

Wang Bing, "Ta'ang" [2016]


Una comunidad de alrededor de 800.000 personas engrosa la etnia Ta'ang, moradores de las montañas de Kokang, al norte del estado Shan, en el este de Myanmar, un pequeño narcoestado en manos de milicias vinculadas al gobierno y de guerrillas surgidas de los diferentes grupos étnicos levantados en armas, un conflictivo foco de intensa producción de metanfetaminas y opio. A principios de este 2019, el ICG, International Crisis Group, reportaba en un informe que 'el tráfico de cristal, junto al de las tabletas de anfetamina y la heroína, ha crecido tanto y es tan rentable que empequeñece la economía formal del estado de Shan, está en el corazón de su economía, alimenta la criminalidad y la corrupción y socava los esfuerzos para terminar los largos conflictos étnicos'. El repunte del enfrentamiento armado durante la primera mitad del año 2015, otro tenso episodio de una latente guerra civil enquistada desde hace décadas, provocó la huida de miles de personas de las diferentes etnias que pueblan la zona, entre ellas los Ta'ang. Wang Bing, cámara al hombro, observador sensible y respetuoso, se adentra en los campos de refugiados de Maidihe y Chachang, en la provincia china de Yunnan, fronteriza con Myanmar, siguiendo el tránsito migrante de las mujeres, los niños y los ancianos que se vieron obligados a abandonar sus hogares. Mientras de fondo, el ruido de la metralla recuerda insistente la angustia de la guerra, Bing se acerca a la incertidumbre y el miedo de los refugiados, su dura supervivencia en condiciones miserables, que a la luz de la hoguera exponen los relatos que dan testimonio de su suerte.

Barbet Schroeder, "El venerable W." [2017]

Cualquiera de los seres vivientes que existan,
sin excepción, débiles o fuertes,
largos, grandes o medianos,
o bajos, diminutos o voluminosos,

sean visibles o invisibles,
aquellos que viven lejos o cerca,
los nacidos y aquellos que buscan nacimiento.
¡Que todos los seres sean felices!

Que nadie engañe o desprecie
a su semejante en ningún lugar;
que nadie desee el mal al otro
por resentimiento o por odio.

Así como con su propia vida
una madre protege del mal
a su propio hijo, su único hijo,
desarrolla un corazón ilimitado
hacia todos los seres.

("Metta Sutta".)


El pueblo musulmán rohingya es una minoría sin amigos y sin tierra asentado en el este de Myanmar, en la región conocida como Rakáin, una comunidad apátrida que según observadores y dignatarios de la ONU ha sufrido el primer genocidio del siglo XXI. Los nacionalistas birmanos se dirigen a ellos, y por extensión a todos los musulmanes, despectivamente como 'kalars', y los consideran migrantes bengalíes que quieren hacerse con el control institucional de la región para proclamar una república islámica. Entre los monjes integristas que nutren el odio hacia los musulmanes, destaca el venerable Wirathu, un líder de la comunidad budista, promotor del movimiento '969', posteriormente 'Ma Ba Tha', movimiento que dice luchar contra la expansión del islam en Birmania, que considera intolerable el nivel de natalidad de la población musulmana y su creciente acaparamiento de riquezas, y que llama a no establecer relaciones íntimas con los musulmanes y a boicotear sus establecimientos. El acicate budista para la limpieza étnica. Desde los disturbios de 2012, y especialmente desde agosto del 2017, la quema de hogares y la destrucción de aldeas, la violencia sexual, común arma de guerra, el asesinato masivo, se calculan 25.000 ejecutados, y la reclusión en campos de concentración gubernamentales, han provocado el éxodo de la población rohingya a Cox’s Bazar, las organizaciones que trabajan en el terreno establecen que alrededor de 900.000 personas permanecen en los miserables campos de refugiados de la zona bangladesí. Como un embudo, Barbet Schroeder se centra en la figura del maestro Wirathu para captar el extendido clima de odio, desprecio y violencia alentado por el integrismo budista, una moderna Operación Dragón, el lubricante asesino de otra contemporánea solución final: 'El odio nunca acabará con el odio. Sólo el amor es capaz de eso. Así dice la ley antigua y eterna'.


domingo, 20 de enero de 2019

Gojira, "From Mars to Sirius" [2005]

¿La mejor banda del metal actual? Estaría tentado a elegir Gojira. Un sonido propio, una forma de componer característica, una postura no tópica. A veces es tan previsible el ámbito metalhead, las fórmulas repetidas, el corsé de estilo tanto en imagen como en música, la potencia desfallecida que acaba siendo soporífera y que sólo consigue despertar las ganas de bostezar, si no directamente de llorar. Se habla con rigor y dureza de lo que más se ama. Cuando alguna banda consigue elevarse majestuosa entre la mediocridad acostumbrada, también apreciada, la admiración se eleva exponencialmente. Ocurrió con el poder desplegado en el "From Mars to Sirius", que es contundente, arrollador e hipnótico. Y si además has tenido ocasión de disfrutar de la fuerza implacable de los directos de Gojira, sólo puedes encumbrarlos al panteón de los grandes del panorama actual. Diógenes, todavía quiero dejarme atravesar por su gloria arrolladora. Además se curtieron en Iparralde.


sábado, 19 de enero de 2019

Laura Poitras, "CitizenFour" [2014]


¿Recuerdan las filtraciones de Edward Snowden? Snowden reveló la existencia de programas de espionaje masivo gestionados por los servicios de inteligencia estadounidenses, un gran ojo del poder de las comunicaciones telemáticas, una mastodóntica operación de vigilancia amparada por la Patriot Act: los servicios secretos rastrean y archivan una ingente cantidad de datos de las comunicaciones que se producen en todo el globo terrestre, a través de la intervención directa de los cables de comunicación, o gracias a los permisos que les dan empresas como Google, Microsoft, Apple, Facebook, Dell, CISCO o Huawei. Concluyan el pretexto, la amenaza terrorista, ¿cuántos habitantes se resignan a la observancia estatal en aras de una sobredimensionada percepción securitaria? El rastreo de los grupos disidentes, la represión, la exploración de las tendencias de grandes grupos sociales, el dinero: el control.

Eduardo de Guzmán, "Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart" [1972]

Un crimen de infausto recuerdo: el 9 de junio de 1933, Aurora Rodríguez asesina a su hija Hildegart a sus dieciocho años de edad disparándole cuatro balazos. Aurora concibió deliberadamente a Hildegart, sin placer ni deseo, para una finalidad concreta, como proyección científica destinada a realizar una gran obra: la creación calculada de un eficaz agente de la redención de la mujer mediante una severa disciplina y un método estricto de estudio, la forja de la regeneradora de 'las paridoras', instrumento perfecto de lucha que influiría decisivamente en la emancipación, nueva mujer forjadora de nuevas mujeres. Y a esa ambiciosa dirección apuntaba Hildegart, la niña prodigio, teórica de la libertad sexual, de los anticonceptivos, de la emancipación del proletariado y de la mujer, brillante estudiante que a los dieciocho años había cursado los estudios de tres carreras universitarias, escrito quince libros, que era reclamada para impartir conferencias en diferentes puntos de la península. ¿Por qué Aurora asesinó a su hija? Para salvar su obra. Hildegart rompe con la tela de araña materna, le muestra a su madre con rabia el feroz deseo de vivir su vida. Lo cuenta un gran reportaje del periodista Eduardo de Guzmán, "Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart".


"Que la historia de Aurora-Hildegart haga más fuerte al movimiento feminista requiere no dejarse seducir por el discurso del amo que impone el silencio mortal a quien no le sigue, y atender al elocuente silencio de la víctima. Precisa que percibamos y rechacemos en Aurora el riesgo de locura, de deslizamiento hacia el fanatismo y la irrealidad que la utopía contiene, estirilizando tantas luchas bajo consignas de coherencia. Requiere asombrarse y alegrarse de cómo Hildegart, criada en sumisión absoluta, rompe con una biografía dictada por su amo materno y cuando tiene que elegir entre seguir viva como un títere o la muerte, no duda en decidirse por su autonomía y por la libertad."

(Guillermo Rendueles, "¿Olvidar a Aurora-Hildegart?", 2014?.)


jueves, 17 de enero de 2019

Florian Habicht, "Pulp: a film about life, death & supermarkets" [2014]


Será inevitable añorar los años noventa, porque es la década de la infancia, y ya decía el poeta que en la infancia se vive y el resto de la vida se sobrevive. Que la patria es la infancia suele también repetir el político, y podría añorar la libertad de los veranos en mi pueblo, allí padre y madre no me ponían hora de vuelta a casa, la primera chica que me atrajo hacia sí, antes era más guapo, o la intensidad de los primeros descubrimientos musicales, la adquisición de un lenguaje universal que me ha aportado un montón de alegrías, pero no tengo el recuerdo de la infancia como refugio amable o lugar deseado al que volver alegre. Los recuerdos no se me presentan tan bonitos. Y no es que el britpop fuera aquello que más encendía mi ánimo, ni Oasis ni Blur me encandilaron, quienes entraron con descaro e intensidad fueron Pulp y The Verve, el "Different class" y el "Urban Hymns", que se llevan algunos años de diferencia, en la música los lugares comunes, las canciones escuchadas por todos, funcionan, como si existiera una tendencia a la objetividad, "Common people" o "Bittersweet Symphonie", canciones importantes a las que vuelvo. El documental de Florian Habicht es un retrato del Sheffield en que se maceró Pulp, la ciudad donde la banda empezó y terminó quién sabe si definitivamente, el último concierto allí lo dieron el 8 de Diciembre del 2012. Para fans, y seguro que también para curiosos, es una pieza audiovisual a disfrutar.


Rose George, "Noventa por ciento de todo" [2013]

¿Recuerdan el contrabando en los desabastecidos muelles de Baltimore? Frank Sobotka acordaba con El Griego qué contenedores ocultar del control aduanero, y con el maldito dinero logrado, influía en la parroquia católica, que correspondía a las generosas donaciones decorando la capilla con una luminosa vidriera en honor a los estibadores, influía en la municipalidad, Frank pretendía lograr mediante amistosas aportaciones que la clase política aprobara los fondos para un dragado del puerto que facultara el arribo de nuevos barcos, y ayudaba a los compañeros del sindicato, agobiados por la escasa carga de trabajo, con pocas expectativas de promoción. Mi última lectura, otra muestra del noble arte de la crónica, ha sido "Noventa por ciento de todo: la industria invisible que te viste, te llena el depósito de gasolina y pone comida en tu plato" escrito por la periodista británica Rose George: una ruda y larga travesía, de Rotterdam a Singapur, a bordo de un gigantesco carguero mercante, el Maersk Kendal.


"Soy de interior, nunca he tenido nada que ver con lo marítimo. No sé pilotar una embarcación ni bucear. Sé nadar, pero no en océanos terroríficos. Y, sin embargo, estando aquí entre tanto ruido y laboriosidad, alzando la vista a estos sesenta metros –más alto que las cataratas del Niágara– hasta la cima del Kendal, siento el vértigo de un niño la mañana de Navidad. Gran parte de ello es mera prisa por escapar, razones personales; otra gran parte es la atracción del mar y, por último, la conciencia de ir a embarcarme hacia un lugar y un espacio que a menudo está oculto y es tabú. No está permitida la entrada de público en un barco como este, ni siquiera en el muelle. No hay ciudadanos corrientes que puedan dar cuenta del funcionamiento de una de las industrias más esenciales para su existencia diaria. Estos buques y contenedores pertenecen a un negocio que nos alimenta, nos viste, nos da calor y nos provee. Han aprovisionado de combustible, si es que no directamente creado la globalización. Son la razón oculta de tu camiseta barata o tu televisor económico. ¿Pero quién mira en estos días detrás del televisor y ve el barco que lo transportó? ¿Quién se preocupa de los hombres que condujeron los cereales del desayuno a través de las tormentas invernales? Qué irónico comprobar que cuanto más han crecido los barcos en tamaño y trascendencia, menos espacio han llegado a ocupar en nuestra imaginación."

(Rose George, "Noventa por ciento de todo: la industria invisible que te viste, te llena el depósito de gasolina y pone comida en tu plato", 2013)

Pierre Choderlos de Laclos, "Las amistades peligrosas" [1782]

"Profundizando mi corazón he estudiado el de los otros. He visto que no hay nadie que no tenga un secreto que le importa que ninguno sepa: verdad que me parece que la antigüedad ha conocido mejor que nosotros, y de la cual la historia de Sansón podría ser tal vez un ingenioso emblema. Yo, nueva Dalila, he procurado, como ella, emplear todo mi poder en sorprender este secreto importante. ¿Y de cuántos Sansones modernos no tengo yo los cabellos a la punta de mis tijeras? Por cierto que son los que ya no temo, y los únicos que me he permitido humillar algunas veces. Más dócil y flexible con los otros, he obtenido su discreción con el arte de volverlos infieles para que no me crean inconstante, con una amistad fingida, una confianza aparente, algunos procederes generosos, y la idea lisonjera, y que conserva cada uno, de haber sido mi único amante. En fin, cuando me han faltado estos medios, he sabido, previendo que iba a romper, sofocar de antemano la confianza que estos hombres peligrosos hubieran podido obtener, ya poniéndolos en ridículo, ya calumniándolos."


Abandonen sus fútiles lamentos, dejen de afligirse por sus torpes manejos, no estimulen el disgusto de sus confidentes, y centren su atención en la alianza entre los malvados aristócratas del arte de la seducción: el conde de Valmont, y la superior Marquesa de Merteuil. ¿Conocen la obra de Choderlos de Laclos? Así inicia la 'Historia de la sexualidad' nuestro calvo favorito, Michel Foucault, 'Durante mucho tiempo habríamos soportado, y padeceríamos aún hoy, un régimen victoriano. Una inmensa gazmoñería figuraría en el blasón de nuestra sexualidad contenida, muda, hipócrita. Todavía a comienzos del siglo XVII era moneda corriente, se dice, cierta franqueza. Las prácticas no buscaban el secreto; las palabras se decían sin excesiva reticencia, y las cosas sin demasiado disfraz; se tenía una tolerante familiaridad con lo ilícito. Los códigos de lo grosero, de lo obsceno y de lo indecente, si se los compara con los del siglo XIX, eran muy laxos.' ¿Qué presión social puritana, asfixiante honra femenina, espolea este refinado juego de apariencias, las intrigas palaciegas que trazan la triste línea divisoria entre libertinos, y sus rencores, venganzas, astucias, y víctimas, con sus ingenuidades, impericias y mojigaterías? ¿De dónde surge ese celo por conservar el espectro de la reputación ante una caterva de estúpidos cotillas? ¿Podrá la fortaleza erguirse por encima del tumulto creado por los chismes de una pazguatería rampante? Permítanme loar a aquella bendita profesora de literatura francesa que me guió en la lectura de 'Les Liaisons Dangereuses', supo transmitir su admiración por la Marquesa de Merteuil: autodidacta maestra del engaño, implacable azote de galanes, pérfida actriz de amor. Una arpía de ensueño.


"Empezaba a cansarme de mis rústicos placeres, demasiado monótonos para una cabeza activa; sentía una necesidad de coquetear que me reconcilió con el amor; en verdad que no para sentirlo, sino para inspirarlo y fingirlo. En vano me habían dicho y había leído yo que no se podía fingir dicho sentimiento; veía yo, sin embargo, que para conseguirlo bastaba con sumar, al ingenio del escritor, el talento del comediante. Me ejercité en ambos géneros y quizá con cierto éxito: mas, en lugar de perseguir los vanos aplausos del teatro, resolví emplear para mi felicidad lo que tantos sacrificaban a la vanidad."

(Pierre Choderlos de Laclos, "Las amistades peligrosas", 1782)

Vicky Funari y Sergio De La Torre, "Maquilapolis (city of factories)" [2006]


Las maquiladoras son plantas industriales de ensamblaje situadas en su mayor parte en las ciudades mexicanas fronterizas con EEUU (Tijuana, Ciudad Juárez, Reynosa, Heroica Nogales), país usualmente titular de las empresas que disponen las maquilas, aunque también pueden ser propiedad de transnacionales coreanas o japonesas. El fenómeno se retrotrae a los años sesenta, cuando ambos gobiernos norteamericanos firmaron el tratado que potenciaba su instalación. La maquiladora importa los materiales necesarios para ser ensamblados en sus dependencias, y el producto acabado se destina al país que ha ofrecido dichos materiales; más concreto, Estados Unidos ofrece a las maquiladoras mexicanas los materiales necesarios para ensamblar el producto, y una vez manufacturado, regresa a los comercios estadounidenses para consumo de su población. ¿Qué hace atractiva esta forma de operar? La mano de obra barata, compuesta principalmente por mujeres migrantes provenientes de las regiones del sur de México, y la falta de legalidad ambiental que exija responsabilidad corporativa. Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte el fenómeno de las maquilas se expandió por la línea fronteriza como una metástasis.

miércoles, 16 de enero de 2019

Ossama Mohamed y Wiam Simav Bedirxan, "Agua Plateada. Autorretrato de Siria" [2014]

'¿Qué es la belleza?', se pregunta Mohamed mientras los espectadores contemplamos un rostro macabramente desfigurado por la metralla de un proyectil, 'buscamos la belleza del sol del día y encontramos las cloacas oscuras de la realidad', confiesa Simav llorando entre los cadáveres putrefactos de las ruinas de Homs, '¿qué placer encuentran los torturadores en filmar sus obscenas crueldades?', cuestiona desarmado el profesor que presenta la película, '¿cómo vivimos y cómo podríamos vivir?' parece interpelar la bella solemne música. Y un aura de impotencia pusilánime, una silenciosa inútil perplejidad, flota en la sala de cine al terminar el documental. ¿Tiene sentido establecer el itinerario de influencias cinematográficas?, quizá si quieren escuchar la calidez de una voz bípeda o la vanidad de un figurante de circo. La fuerza poética es terrible. Y con la mirada desgarrada, arrojada al suelo, deseas que el pequeño y curioso Omar, 'una luz en las tinieblas', porte la amorosa nueva vida de Siria: ambiciosa exigencia.


"'¡Salid, salid!' La voz de Yeddo sonaba a rugido ronco, a decisión desesperada, adoptada más por la necesidad de responder como un líder ante su equipo que por sentido común. Miré a mi alrededor en busca de una salida segura, pero el bombardeo que se abatía sobre el barrio desde hacía días no conocía excepciones temporales ni geográficas. Mentalmente, me pregunté: 'Salir... ¿adónde?'. Todo estaba sometido a la artillería pesada de Bashar al Asad, y todos estábamos expuestos a la metralla de la misma y democrática forma: pobres y ricos, mujeres y hombres, ancianos y niños, sirios y extranjeros. Sublevados y leales."

(Javier Espinosa y Mónica G. Prieto, "Siria, el país de las almas rotas. De la revolución al califato de ISIS", 2016.)

martes, 15 de enero de 2019

Dziga Vertov, "El hombre de la cámara" [1929]

Dziga Vertov, pieza clave los kinoks, teórico principal del Cine-Ojo, el cine-grabación de los hechos, promotor del Manifiesto del cinematógrafo sin actores, apasionado y contradictorio experimentador de la primera generación de cineastas bolcheviques (Eisenstein, Pudovkin, etc), crítico punzante de lo que denomina 'cine artístico', aquel compuesto con los consabidos atributos del actor gesticulante o la actriz sensual, con los recurrentes divertimentos de la fábula-guión, con la dirección del gran sacerdote-realizador, que adorna sus melosas producciones con costosos montajes-escenarios y otros suntuosos juguetes. Dziga Vertov, un documentalista de enorme creatividad y habitualmente velada influencia, a quien guardar sincera admiración. "El hombre de la cámara" es una sinfonía urbana del Leningrado de la década de finales de los años veinte: una obra maestra del montaje cinematográfico, una vertiginosa composición rítimica de expresión futurista, un despliegue técnico de las posibilidades de la cámara para presentar con más agudeza desde ángulos múltiples la vida que se desarrolla cerca de nosotros. Decía Alfred Hitchcock que 'algunos films son trozos de vida', que los suyos 'son trozos de pastel'. Sufrid vuestra obesidad catatónica: 'el drama cinematográfico es el opio del pueblo';
'El escenario es demasiado pequeño. Entren, pues, en la vida.'


CONSIGNAS ELEMENTALES

1. El cine-drama es el opio del pueblo.
2. ¡Abajo los reyes y reinas inmortales de la pantalla! Vivan los mortales normales filmados en la vida durante sus ocupaciones habituales.
3. ¡Abajo los guiones-fábula burgueses! Viva la vida tal y como es.
4. El cine-drama y la religión son un arma mortal en manos de los capitalistas. Por la demostración de nuestra cotidianidad revolucionaria, arrancaremos estas armas de las manos del enemigo.
5. El drama artístico actual es un vestigio del viejo mundo. Es una tentativa para deslizar nuestra realidad revolucionaria en el interior de formas burguesas.
6. Abajo la puesta en escena de la vida cotidiana: filmadnos de improvisto tal y como somos.
7. El guión es una fábula inventada sobre nosotros por un hombre de letras. Vivamos nuestra vida sin someternos a las invenciones de cualquier persona.
8. En la vida, todos nosotros nos dedicamos a nuestros asuntos sin impedir trabajar a los demás. El asunto de los kinoks es filmarnos sin impedirnos trabajar.
9. ¡Viva el cine-ojo de la revolución proletaria!

(Dziga Vertov, "Instrucciones provisionales a los cículos Cine-ojo", en "Memorias de un cineasta bolchevique".)

Nick Hornby, "Alta fidelidad" [1995]

El gusto, una instancia de diferenciación social. ¿Somos algo más que ociosos espectadores de frágil memoria que consumen un alud de mercancías culturales? 'El espectáculo es la pesadilla de la sociedad moderna encadenada que no expresa finalmente más que su deseo de dormir'. Escribía Víctor Lenore en su conocida crónica, 'El tópico de la novela 'Alta fidelidad', que retrata a los dependientes como celosos sacerdotes de los secretos de la música solo para iniciados, es totalmente cierto. En este tipo de espacios, desconocer un dato o pronunciar mal un nombre equivalía a que te perdieran el respeto'. El enciclopédico elitismo de melómanos, cinéfilos y lectores, el prestigio asociado a quien está al corriente de la actualidad cultural, la soporífera retahíla de discos, películas y libros promocionados incesantemente, renovado e incuestionable triunfo del ritmo de la producción y reproducción mecánica. "Nuestra época no necesita escribir consignas poéticas sino ejecutarlas", escribían los de la IS. El equipamiento técnico del aislamiento, la soledad de la habitación con la matraca rapper sonando insistente; la evasión ligera del cine-ficción, otra película que es avance publicitario de la próxima. Escribían Adorno y Horkheimmer, 'En Alemania, sobre las películas más alegres y ligeras de la democracia se cernía ya la paz sepulcral de la dictadura'. Unas comedias que provocan una risa terrible, eco de la fuerza ineluctable del poder; unos divertimentos que ofrecen la posibilidad de olvidar el dolor o aniquilar el pensamiento; unas tragedias que hacen interesante el aburrimiento de una felicidad consensuada: como seguidores del espectáculo del fin del mundo que abandonan con la repetición ritual de sus gestos una ya lejana intención de liquidar el mundo del espectáculo. ¿Qué se cierne en nuestra era tras la industria del entretenimiento?


"Hace algún tiempo, una vez que Dick, Berry y yo nos pusimos de acuerdo en que lo que importa es tu gusto, y no lo que seas o dejes de ser, Barry propuso la idea de un cuestionario para sondear a toda persona que fuera candidata a formar pareja con uno: un texto de dos o tres páginas, una batería de preguntas tipo test, que abarcarse todos los apartados de música, cine, televisión y libros. Nos divirtió en su momento, aunque Barry, siendo como es, fue un paso más allá: efectivamente preparó el cuestionario y se lo puso delante a una pobre chica por la que estaba interesado. Ella le sacudió en la cabeza con las hojas del cuestionario. Sin embargo, su idea contenía una verdad importante y esencial, que es precisamente el hecho de que estas cosas importan, y que por eso no sirve de nada fingir que cualquier relación puede ser viable en el futuro, teniendo en cuenta que tus gustos musicales y los de ella difieren violentamente, o teniendo en cuenta que las películas preferidas de los dos ni siquiera se dirigirían la palabra si se encontrasen en una fiesta."

("Alta fidelidad", Nick Hornby, 1995.)

lunes, 14 de enero de 2019

Paul Moreira, "La posverdad rusa" [2018]


Una histérica leyenda dice que Donald Trump venció en las elecciones estadounidenses de noviembre de 2016 gracias al intervencionismo de Moscú. Paul Moreira pretende en esta cinta demostrar la consistencia de la leyenda, siguiendo al grupo de hackers rusos, usuarios profesionales de las redes sociales, más que probablemente a sueldo del Kremlin, difusores activos y efectivos de las paparruchas, aka fake news, que buscan incidir en la estima popular de los líderes políticos, y pretendiendo mostrar la parcialidad, o la práctica periodística desleal, de las plataformas informativas rusas, RT y Sputnik. En su gran campaña trol, la corporación de hackers rusos no sólo habría intervinido en Estados Unidos durante la contienda entre Donald Trump y Hillary Clinton, sino también en Francia, durante las elecciones que se disputaron Emmanuel Macron y Marine Le Pen, que fue apoyada financieramente por Rusia; el propio Macron arremetió contra RT y Sputnik por su participación deshonesta en la campaña. El documental bulle actualidad, por la intensificación en suelo ibérico de la guerra de la información (difamación, sabotaje informativo, cuchicheo permanente, diría con tristeza que consustanciales a la práctica social y política humana), y por resultar el enésimo artefacto cultural que colabora en la campaña de demonización de Rusia, del autoritario Vladimir Putin y su desmedido ansia nacionalista (la guerra de Osetia del Sur, la adhesión de la península de Crimea y el apoyo a los insurgentes en la Guerra del Donbass o la intervención directa en la Guerra Siria). Diríase que hay una tendenciosa voluntad por hacernos creer que en la época de Julian Assange y Edward Snowden la gran amenaza para la verdad son los hackers rusos o que en la época de las mayores matanzas jamás vistas en Oriente Medio es en Rusia donde se localizan las peores violaciones de los derechos humanos (asesinatos de espías y enemigos, desmanes en el Cáucaso norte o maltrato de disidentes).


domingo, 13 de enero de 2019

Sylvia Plath, "Dos vistas a una habitación cadáver" [1951?]

1.

El día que visitó el cuarto de disección
tenían cuatro hombres acostados, negros como un pavo quemado,
ya a medio desensartar. Un vaho vinagroso
exhumaban las cubetas muertas que les colgaban;
los chicos de batas blancas comenzaron a trabajar.
La cabeza de su cadáver ha colapsado,
y ella puede apenas ver algo
en ese escombro de cráneos y cuero viejo.
Un cetrino trozo de cuerda mantiene todo unido.

En sus frascos los bebés con nariz de caracol se lamentan y brillan.
Él le alcanza el corazón extraído como una reliquia rota.


2.

En el panorama de Brueghel de humo y masacre
solo dos personas son ciegas al ejército de la carroña:
él, flotando en el mar de su vestido
de satén azul, canta en dirección
a su hombro desnudo, mientras ella se tuerce,
señala una partitura, sobre él,
ambos sordos del laúd en las manos
de la cabeza del muerto que ensombrece su canción.
Estos amantes flamencos florecen; no por mucho tiempo.

A pesar de la desolación, plasmado en la pintura, preserva el pequeño país
tontamente, delicado, en la esquina inferior derecha.

(Sylvia Plath, "Dos vistas a una habitación cadáver", 1951?.)

sábado, 12 de enero de 2019

Alice Gaillard, "Los Diggers. Revolución y contracultura en San Francisco (1966-1968)" [2010]

"[...] los Diggers afirman: puesto que el teatro promete suspender la incredulidad del espectador con respecto a lo que ve y permitirle entrar en un marco en el que se le propone otra realidad durante el tiempo que dura la obra, ¿por qué no ampliar dicha suspensión a la realidad de la vida cotidiana y, de este modo, borrar las fronteras entre espacio público y espacio privado, y actuar de tal forma que emerja el nuevo mundo que se desea generar? [...] Se trata de mostrar actuando, a través del teatro, el modo en que las cosas podrían o deberían ser."


El barrio Haight Ashbury de San Francisco, el escenario del teatro de acción de la vida. Las gente quiere experimentar otras formas de relacionarse, abjura de las instituciones de la sociedad disciplinaria, clama por la liberación del deseo, quiere disfrutar de su cuerpo y superar los controles que les anclan a existencias sórdidas y rutinarias, sin pasión ni alegría ni lucha ni placer. Los hippies dominan las calles, el rock estalla, el LSD transporta a otras dimensiones perceptivas; la asistencia a las marchas contra la Guerra de Vietnam son masivas, los estudiantes se organizan y toman las facultades, la población negra alimenta su orgullo combativo. 'Psychodelic Revolution', 'San Francisco sound': Grateful Dead, Jefferson Airplane, Country Joe and the Fish, los Charlatans... El corazón de una experiencia colectiva memorable. De ahí surgieron los Diggers, en mayo de 1965 aparece el manifiesto 'Guerrilla Theater', y sus tres puntos básicos: enseñar el cambio político y social y ser uno mismo ejemplo de él; retomar una visión brechtiana del teatro (el arte tenía que servir a fines políticos); la compañía, en cuanto grupo, debía ser modelo del cambio en el que cree, una compañía de teatro con los parques como terreno de juego, como artistas politizados que actúan en sus vidas cotidianas, 'el público es cualquier loco de la calle'. Los panfletos satíricos, los almuerzos gratuitos, la tienda-gratis; la voluntad de vivir sin dinero, de aceptar la responsabilidad de la propia libertad, de vivir libre tu marco de referencia. Free Food, Free Store, Free Frame of Reference, Free Money; everything is free, do your own thing. 'Que las fogatas alrededor de las que bailamos se alimenten de billetes'. 'Create the conditions you describe': crea las condiciones que describes y haz como si la sociedad que deseas ya existiese.


"Septiembre de 1966, los Diggers de San Francisco entran en escena. Con su teatro de calle, se apropian del pequeño barrio de Haight Ashbury, transformando a la juventud allí reunida, gracias a la fuerza atractiva de sus actuaciones y al verbo contestatario de sus octavillas, en una multitud activa ganada para la subversión. Hippies porque viven entre los hippies, consumidores, como ellos, de drogas alucinógenas como vía de emancipación, los Diggers, camellos de «ácido social», escupen vitriolo sobre esta comunidad mitificada por los medios, maldiciendo su apoliticismo y el individualismo extático de su llamada revolución psicodélica.  En su teatro, los Diggers invitan a «cualquier loco de la calle» a venir a tomar un estofado caliente, a liberar las mercancías en sus tiendas gratuitas, a celebrar la Muerte del Dinero, etc. El teatro de los Diggers borra las fronteras entre el arte y la vida, entre el espectador y el actor, entre lo público y lo privado. Socava la autoridad bajo todas sus formas, sabotea la 'identidad mental institucionalizada y fija' de cada uno y combina, en una palabra única y mágica, Free, el rechazo a la sociedad consumista y los deseos de liberación personal."

(Extraído de "Los Diggers. Revolución y contracultura en San Francisco (1966-1968)" de Alice Gaillard.)


Roxane Gay, "Hambre. Memorias de mi cuerpo" [2017]

Capitán Swing editó hace un tiempo la biografía de Roxane Gay titulada "Hambre. Memorias de mi cuerpo", un texto escrito excelentemente que, desde la violación múltiple sufrida por la autora a los doce años, transita sus dos décadas de obesidad mórbida, cruel denominación médica para la gente gorda. La belleza, la inteligencia certera, una admirable voluntad siempre renovada y siempre fracasada, se mezclan con una honestidad descarnada: el autodesprecio viciado, la ofensa cotidiana, el resentimiento y la vergüenza. La cirugía gástrica, la agobiante relación con unos padres que de amor abrasan, los ofensivos programas de telerrealidad para perder peso, las sesiones de gimnasio, la industria del adelgazamiento, la curva pornográfica. ¿En qué momento, el generalizado malestar con las que consideramos imperfecciones de nuestros cuerpos, se torna en despectiva contemplación de las imperfecciones de los cuerpos ajenos? Es un libro que conmueve intensamente.


"Soy hiperconsciente de todo el espacio que ocupo. Como mujer, y como mujer gorda, se supone que no debo ocupar espacio. Y, sin embargo, como feminista se me anima a creer que puedo ocupar espacio. Habito un espacio contradictorio: debería tratar de ocuparlo, pero no demasiado, y no de la forma equivocada, siendo esta cualquiera que concierna a mi cuerpo. Cuando estoy cerca de otras personas, intento plegarme sobre mí misma para que mi cuerpo no perturbe el espacio de los demás. Llevo esta situación al extremo. Puedo pasarme las cinco horas de un vuelo pegada a la ventana y con el brazo metido bajo el cinturón de seguridad, como si tratara de crear ausencia donde lo que hay es una presencia excesiva. Camino por el borde de las aceras. En los edificios, abrazo la pared. Trato de andar lo más rápido posible cuando siento que hay alguien detrás para no entorpecerle el paso, como si tuviera menos derecho a estar en el mundo que cualquier otra persona."

(Roxane Gay, "Hambre. Memorias de mi cuerpo", 2017.)

Michael Glawogger, "Megacities" [1998]


En este documental, Michael Glawogger presenta varias historias de supervivencia en cuatro megaciudades del planeta: México D.F, Moscú, Bombay y Nueva York. Un recolector de basura que sueña con ser futbolista, una madre de tres hijos que trabaja en un sórdido burlesque, unos jóvenes que viven en las alcantarillas, o un maestro de la estafa adicto a la heroína. No encontraréis ningún residuo del paternalismo socialdemócrata que presenta ufano las soluciones para el problema de la desigualdad en el reparto de la riqueza mundial, ni la intención edificante del comunista deseoso de convertirse en faro de los pobres, tampoco busquéis restos de aquel sentimentalismo cristiano abocado a rezar por la redención de las almas de los desheredados. A lo sumo, mientras pasan las diferentes historias, se os contagiará un sentimiento de condenación inminente, o quién sabe, quizá una inasible perplejidad, sorprendida por la habilidad humana para sobrevivir en las condiciones sociales más complejas, degradadas y miserables. Y esto es lo que hay.

viernes, 11 de enero de 2019

Alba Sotorra, "Comandante Arian, una historia de mujeres, guerra y libertad" [2018]


Arian es una comandante de un batallón de las YPJ, las Unidades de Protección de la Mujer, la organización militar kurda adherida a las YPG, Unidades de Protección Popular, que lucha en primera línea en la zona norte de Siria, conocida entre los kurdos como Rojava. Alba Sotorra acompaña cámara en mano al grupo de Arian tras la batalla para romper el asedio de Kobane, durante la ofensiva de Tal Abyad de mayo del 2015, la operación militar de la coalición conocida entonces como Volcán del Éufrates, unidades del YPG y del Ejército Libre Sirio, que logró expulsar al Dáesh de la frontera turco-siria, uniendo los cantones de Kobane y Jazira. El documental supone un impactante retrato de Arian, 'fuego' en kurdo, nombre de guerra de la comandante, una mujer fuerte, carismática y valiente, además de un acercamiento a la cotidianidad de las mujeres que integran el batallón, a la dignidad que las moviliza y al sacrificio que asumen.


Anthrax, "Among the living" [1987]

era un día de hace años por la calle Tallers, en la ciudad condal, caminaba como una adiposa luciérnaga revoloteando entre los vinilos de las tiendas de discos, y en una reconciliada y envidiable armonía, los negros plásticos desprendían mágicos el brillo de sus diseños que yo recíprocamente iluminaba con mi obsesión adolescente, la colección era inmensa, y la sorpresa de chico provinciano era la calidad de la colección, una retahíla de álbums de bandas toguapas colocados en las estanterías, pero tristeza, entre ellos y yo se interponía el dinero, el maldito dinero, la condena de la humanidad, no tenía ni un chavo para adquirir alguna de las joyas que se sucedían, y recuerdo precios deplorables, ¿cómo se podía vender el ·Station of the Crass' a 100€?·, mas embebido, yendo de un local a otro, y ejerciendo la noble habilidad 'picker-finger', imploraba a dios para que interpusiera en el suelo de mi camino un billete de 50€, pensaba que los amigos con los que iba tampoco tenían panoja, pero uno de ellos tenía unos euros, y soltó feliz, 'mira el que me he comprado',


jueves, 10 de enero de 2019

Siri Hustvedt, "La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres" [2016]

Uno de los ensayos que componen "La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres" de Siri Hustvedt se titula "El suicidio y el drama de la autoconciencia". Es un gran texto que se detiene en algunas explicaciones que algunas ciencias, de forma instasfactoria, dan al fenómeno suicida, como la medicina psiquiátrica, que patologiza el suicidio relacionándolo con la enfermedad mental, como si su diagnosis tuviera atemporal exactitud, o el abordaje epigenético, un cientificismo que subyuga la conducta suicida a la (pre)existencia de un gen, como endofenotipos de la impulsividad y la agresividad, atenuando la importancia insoslayable de la experiencia sufriente o la necesaria autoconciencia reflexiva para proyectar la propia muerte: ¿cuál es la lógica torturada que sitúa a la muerte como única salida posible?, ¿qué historia se cuenta a sí misma quien desea precipitarla?, ¿cuál es el otro, real o imaginario, ante el que el suicidio cobra una dimensión comunicativa?. Ya se sabe, las explicaciones de 'por qué me estoy matando' no son uniformes, en la literatura suicida hay tantas cartas repletas de ternura y cariño, como imprecaciones vengativas de diferente sutilidad, además de las que sencillamente expresan agotamiento y hastío. Con una sana y generosa intención preventiva, Siri Hutsvedt postula lo terapéutico inherente a sentarnos delante de alguien que honestamente quiere ayudarnos, ¿cuántos suicidios se han visto frustrados a raíz de una conversación con un amigo comprensivo o un terapeuta?, y cita unas bonitas palabras de un tal John Watkins, que suponen la postura honrada y compasiva en la que intentar mantenerse: 'más de una criatura desdichada, sumida en una ruina irreparable, habría podido prorrogar su vida útil si se le hubiera permitido desahogarse, tranquilizar su conciencia, con un hombre bueno, con experiencia en el mundo, en la diversidad de las tentaciones y los poderes del consuelo'.


"No existe una respuesta simple al suicidio, ni una forma fácil de explicarlo o de evitarlo. Sin embargo, estoy convencida de que siempre 'tiene algo que ver con el otro'. Se produce en una zona entre personas y gira en torno a la profunda necesidad que tiene cada una de ser reconocida. Puede involucrar sentimientos tiernos o brutales o ambos a la vez. Puede ser racional o demencial. Y siempre implica la imaginación, el Yo como otro, el Yo visto como un objeto de amor o de odio, de orgullo o de vergüenza. Sin esta duplicación del Yo, sin autoconciencia reflexiva, no hay nadie a quien matar."

(Siri Hustvedt, "La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres. Ensayos sobre feminismo, arte y ciencia", 2016)

Baltasar de Castiglione, "El Cortesano" [1528]

"El Cortesano", tratado del prócer italiano del Renacimiento Baltasar de Castiglione, escrito en 1524, traducido al castellano tempranamente por Juan Boscán, en 1534, contiene en sus dos capítulos finales, una preciosa disertación amorosa, puesta en boca del poeta, también del Cinquecento, mícer Pietro Bembo, de inspiración neoplátonica, que desarrolla otra de las luminosas advertencias contra el amor sensual, aquel que se nutre de la más básica forma del conocer humano, el sentido, como es nombrado en el tratado, 'el amor loco que el vulgo sigue', que dice,


"Y por esto en una de dos miserias dan todos aquellos enamorados que cumplen sus carnales deseos con sus amigas; que luego en llegando al fin deseado, no solamente quedan hartos y enhadados, mas aborrécenlas de tal manera, que no parece sino que el mismo apetito se arrepiente de su mismo yerro, y reconoce el engaño que el falso juicio del sentido le ha hecho, por el cual creyó que el mal era bien, o verdaderamente quedan en el mismo deso, como aquellos que aún no han llegado al fin verdadero que buscaban, y puesto que por la ciega opinión, que los tiene borrachos, les parezca que en aquel punto sientan placer, como acaece a los enfermos que sueñan en beber en alguna fuente clara, no por eso se contentan ni quedan sosegados y contentos, lo cual no hacen, antes engañados con aquella muestra o semejanza del bien, luego a la hora vuelven a sus desenfrenados deseos; y, con las misma fatiga que primero sentían, se hallan en mitad de la brava y ardiente sed de aquello que en vano esperan poseer perfetamente. Así que estos tales enamorados aman pasando vida congojosa y miserable; porque o nunca alcanzan lo que desean, que no puede ser mayor trabajo, o verdaderamente si lo alcanzan, hállanse haber alcanzado su mal, y acaban su miseria con otra mayor miseria; porque no solamente en el cabo, más aún en el principio y en el medio de este amor nunca otra cosa se siente sino afanes, tormentos, dolores, adversidades, sobresaltos y fatigas; de manera que el andar ordinariamente amarillo y afligido en continas lágrimas y sospiros, el estar triste, el callar siempre o quejarse, el desear la muerte, y, en fin, el vivir en extrema miseria y desventura, son las puras calidades que se dicen ser propias de los enamorados."

(Baltasar de Castiglione, "El Cortesano", 1528.)