sábado, 31 de agosto de 2019

Hans Magnus Enzensberger, "El corto verano de la anarquía: vida y muerte de Durruti" [1998]

Hacía tiempo que no leía algún relato de los tiempos épicos del primer asalto proletario español. Y por ahí que encontré barata la edición de Anagrama de "El corto verano de la anarquía: vida y muerte de Durruti" compilada por el alemán Hans Magnus Enzensberger. Una de las coetáneas mentes lúcidas que he tenido ocasión de leer y escuchar, me soltó en su día que Durruti era un zoquete, quizá evocando defectos que se le achacan: su apasionamiento irreflexivo, su limitada visión estratégica o su oratoria ruda y cortante. Me pareció aventurado el insulto. Leyendo el libro de Enzensberger, una documental muestra de textos de época, uno encuentra episodios para apuntalar o derribar el mito de Durruti, y la leyenda de la Revolución Española, o la grandeza de los objetivos de los anarquistas ibéricos. ¡Maldita Guerra!


"Y sin embargo, ¿qué ocurre ante nuestros ojos en España? Vemos que se desarrollan formas de coerción y ocurren casos de inhumanidad directamente opuestos al ideal humano y libertario de los anarquistas. Las necesidades y el ambiente de la Guerra Civil se sobreponen a las aspiraciones para cuya realización se ha iniciado la Guerra Civil. Odiamos en nuestra propia sociedad la coacción militar, la policía, la coerción en el trabajo y las mentiras que difunden la prensa y la radio. Odiamos las diferencias de clase, la arbitrariedad y la crueldad. Sin embargo, en España reina la coacción militar. Se ha decretado la movilización y el servicio militar, a pesar de que no se ha interrumpido la afluencia de voluntarios. El Consejo de Defensa de la Generalitat, en el cual nuestros compañeros de la FAI ejercen funciones directivas, ha dispuesto que se aplique el antiguo código militar a las milicias. También en las fábricas reina un régimen de coerción. El gobierno catalán, en el cual nuestros compañeros controlan los ministerios económicamente decisivos, acaba de disponer que los obreros efectúen tantas horas extras como el gobierno estime necesario. Otro decreto prevé que los obreros que no cumplan con las normas serán considerados como facciosos y tratados como tales. Esto significa lisa y llanamente la aplicación de la pena de muerte en la producción industrial. La policía tradicional, tal como existía antes del 19 de julio, ha perdido casi todo su poder. En cambio, en los tres primeros meses de la Guerra Civil, los comités de investigación, los responsables políticos y también, con demasiada frecuencia, individuos irresponsables, han efectuado fusilamientos sin la más mínima apariencia de juicio legal ni posibilidad de control sindical o de otro tipo. Desde hace pocos días se han instituido tribunales populares destinados a juzgar a los facciosos, reales o supuestos. Todavía es muy temprano para saber qué efecto tendrán esas reformas. También la mentira organizada ha resucitado después del 19 de julio..."

(El texto de Simone Weil incluido en "El corto verano de la anarquía".)

viernes, 30 de agosto de 2019

Cooperativa de Cinema Alternatiu, "Entre la esperanza y el fraude" [1975-1977]


El poeta surrealista Benjamin Péret, que estuvo en Barcelona desde agosto de 1936 hasta abril de 1937, se preguntaba,
'¿Cuál es la naturaleza de la revolución del 19 de julio de 1936?: ¿burguesa, antifascista, proletaria? ¿Existía una dualidad de poderes el 20 de julio de 1936? ¿En beneficio de quién evolucionó? ¿Qué fuerzas presidieron su liquidación? ¿Los trabajadores habían tomado el aparato de producción? ¿La nacionalización de la producción ha consagrado una situación de hecho o ha creado las bases materiales de un capitalismo de Estado? ¿Las organizaciones obreras (partidos, sindicatos, etcétera) intentaron organizar un poder obrero? ¿Dónde y en qué condiciones? ¿Por qué no ha llegado a la liquidación del poder burgués? ¿Por qué la revolución española acabó en desastre?'.
Los carteles que la Agrupación de los Amigos de Durruti había colocado en las paredes de Barcelona a finales de abril del '37 clamaban por un nuevo impulso revolucionario que estableciera una Junta Revolucionaria. A los pocos días, el 3 de mayo, tres camiones de guardias de asalto fuertemente armados por orden de la Generalidad tomaron el edificio de la Telefónica, bajo control cenetista. La noticia se propagó rápidamente y las barricadas se volvieron a levantar en la ciudad. Una octavilla de la Agrupación ganó celebridad,

"CNT-FAI.
Agrupación 'Los Amigos de Durruti'.
¡TRABAJADORES..!
Una Junta revolucionaria. Fusilamiento de los culpables.
Desarme de todos los Cuerpos armados.
Socialización de la economía.
Disolución de los partidos políticos que hayan agredido a la clase trabajadora.
No cedamos la calle. La revolución ante todo.
Saludamos a nuestros camaradas del POUM que han confraternizado en la calle con nosotros.
VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL... ¡ABAJO LA CONTRARREVOLUCIÓN!"

Barcelona volvía a estar controlada por el proletariado en armas. Los líderes de la CNT llamaron a abandonar la lucha, las consignas revolucionarias de los Amigos de Durruti no prevalecieron y los líderes anarcosindicales les desautorizaron y les acusaron de provocadores. Pocos días después aparecían los cadáveres de Camilo Berneri, Alfredo Martínez, y otros. Las competencias de seguridad y defensa pasaban definitivamente a estar controladas por el gobierno de Valencia...

jueves, 29 de agosto de 2019

John Carpenter, "Están vivos" [1988]


En uno de mis rastreos de la literatura hispana del Siglo de Oro, por los años barrocos, me he topado con un autor poco conocido, de nombre Rodrigo Fernández de Ribera, que tiene un par de obras enmarcadas en el relato lucianesco, ya saben, aquel tipo de relato resultado de la desintegración de la novela picaresca en el que se narra una serie de casos, a menudo con la intervención de la fantasía, que relegan a segundo plano la evolución del protagonista, poco más que testigo privilegiado de los hechos que relata. Una de estas obras tiene por título "Los anteojos de mejor vista", una obra escrita entre 1620 y 1625, situada en Sevilla, en lo alto de la Giralda, la torre campanario de la catedral de Santa María de la Sede, donde el narrador y un personaje bautizado como licenciado Desengaño, se reúnen para mirar el panorama moral que ofrecía la ciudad del Betis, a través de unos anteojos mágicos que permitían al portador ver a los humanos tal y como eran, desenmascarando su verdadera condición: la multitud de negociantes, escribanos, alguaciles, frailes, mujeres y bravos que habitualmente rodeaba la torre, se trasmutaba, atisbada desde lo alto con semejantes milagrosas lentes, en una bandada de pájaros de mal agüero, en una manada de bestias repugnantes. Un librito difícil de conseguir. El recurso me remitió a las célebres gafas para ver la dominación extraterrestre de esta película de John Carpenter, y a los comentarios sobre la película de Zizek en "La guía ideológica para pervertidos".

miércoles, 28 de agosto de 2019

Luis Puenzo, "La historia oficial" [1985]


Recordaba aquel temprano texto de Rodolfo Walsh, "Carta abierta a la Junta Militar", el Estado, otra vez, la fuente misma del terror, y apreciaba la grandeza de la historia contada, que una madre católica, conservadora, crédula, cuestione aquel edificio social comandado por el infame Videla movida por el amor a su hija, por ese amor que es capaz de sacrificar su deseo, el deseo de permanecer junto a una criatura a la que quiere como a su propia hija, que una señora de clase alta con acceso a todas las prebendas indague en el rastro de los desaparecidos, los torturados, los silenciados, para buscar a la madre biológica, que lo haga movida por el amor, por la comprensión del padecimiento ajeno, la capacidad de ponerse en el lugar de la otra, la madre asesinada a la que fue arrebatada su criatura, la abuela desesperada que no conocerá a la nieta, 'llorar no sirve, créeme, llorar no sirve', la niña que merece conocer la historia de su gestación, que una señora educada en unos turbios preceptos disciplinarios lleve el amor hasta el cuestionamiento de su censurable posición social, resulta grandioso. Canta Maria Elena Walsh eso que dice 'En el país de Nomeacuerdo / doy tres pasitos y me pierdo / un pasito para allá/ no recuerdo si lo di / un pasito para allá/ !y que miedo qué me da!'

martes, 27 de agosto de 2019

Felipe Cazals, "Canoa" [1975]


El año 1968 fue de agitación social en México, encabezada por los estudiantes, recuerden el hito más trágico, la matanza de centenares de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlltelolco diez días antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de México de 1968, el 2 de octubre. En septiembre de ese año, cinco jóvenes empleados de la Universidad Autónoma de Puebla intentan escalar el volcán La Malinche, pero debido a las malas condiciones metereológicas no pueden ascender, y se ven obligados a refugiarse en el cercano pueblo San Miguel Canoa. El caciquil cura de la parroquia, llamado Enrique Meza Pérez, difunde el rumor de que son comunistas, y una multitud de habitantes los lincha, matando a cuatro personas, el hombre que les ofreció hospedaje y tres de los cinco jóvenes trabajadores. A día de hoy, en la iglesia de ese pueblo de infame recuerdo, todavía hay una inscripción que homenajea la virtud de ese prelado depravado.

lunes, 26 de agosto de 2019

Pierre Riche, "Gerberto, el papa del año mil" [1987]

Suele pasar. Es más divertida la fábula legendaria que la crónica rigurosa que aspira a ajustarse fehaciente a lo sucedido. Pasa con Gerberto, aka Silvestre II, el papa del año mil. Pueden leer una biografía cabal, sustentada en el legado epistolar, "Gerberto, el papa del año mil", del medievalista Pierre Riche. La cosa es, que mola más creer que Gerberto hizo un pacto con el diablo en un viaje a la Córdoba del califato, o que al nacer, en Aquitania, a miles de kilómetros de allí, en Jordania, un gallo cantó tres veces y se escuchó en Roma, o que la súcubo a la que Satán encomendó la tarea de vigilarle, acabó enamorándose de sus vastos conocimientos, y renunciando a la inmortalidad, tras pasar la vida restante en concubinato, descansan juntos el sueño eterno en el mismo sepulcro, o que cuando el papa en servicio está cercano a la muerte, la tumba de Silvestre II comienza a sudar preludiando el paso inmisericorde de la guadaña. Que Pierre Riche se encargue de desmentir estos despropósitos, sitúa a Gerberto como un ser extraordinariamente mundano, un pontífice de una inteligencia aguda y una sabiduría extensa, que con precepto estoico enfrentaba, parece que exitoso en su buen autogobierno, las pasiones comunes a las que los bípedos estamos sujetos. Y lean qué hermosamente escribía sobre la amistad,


"Si los ignorantes lo ignoran, los hombres instruidos saben que pueden existir relaciones de santa amistad, fuente de los más grandes bienes, y de efectos benéficos -como son las causas que les han dado origen. Las familias, las ciudades, los mismos reinos, no reposan más sobre las relaciones sociales y sobre esa amistad de la que es susceptible el corazón del hombre. Las almas a las que cautiva la atracción de la soledad, ¿a qué sentimientos obedecen para acercarse a Dios y vivir en unión más íntima con él? Si el mundo se conserva a pesar incluso de los elementos contrarios que lo sacuden, ello no se debe más que a la amistad, noble sentimiento que, más allá de los límites de nuestro horizonte terrestre, une el mundo visible al mundo inmaterial al que pertenece nuestra alma. Como todo lo bueno nos viene de Dios, tipo eterno del bien absoluto, también de él emanan esos lazos sociales, esa amistad que en el plano de la providencia conserva la armonía entre los hombres. Ese bien tan dulce y tan precioso de la amistad conviene, en mi opinión, buscarlo por sí mismo y no por otra cosa, como querrían algunos hombres."

(Gerberto aka Silvestre II, "Carta a Wilderod, obispo de Estrasburgo", finales del S. X.)

viernes, 23 de agosto de 2019

Fernando Fernán Gómez, "El pícaro" [1974]


Una maravillosa producción serial española, sustentada en tan célebre y castizo género: la novela picaresca. La sucesión de peripecias que atraviesa Lucas Trapaza, arquetipo del pícaro, burlador siempre burlado, ingenio de bullante imaginación trazadora de un sinfín de ardides de buscavidas, personaje macerado en la literatura del pobre desarrollada por algunos de los insignes nombres de la literatura patria del siglo áureo: Quevedo, Salas Barbadillo, Castillo de Solórzano, el anónimo autor del "Estebanillo González", Mateo Alemán, Cervantes o Vicente Espinel. La gesta de un pobre, criado antes que siervo, eterno aspirante al servicio de un amo, al que con poca fortuna intentará estafar, que arrojado a la calle, inventará un amplio catálogo de tretas burdas para escasamente paliar su hambre, y en las que torpemente ingenua se presenta la ilusión de enriquecerse: el sucesivo aprendizaje del pícaro, consuelo a la retahíla de penalidades. Imperdible producción de Televisión Española.

jueves, 22 de agosto de 2019

William Shakespeare, "Como gustéis" [hacia 1599]

Una tragedia en los crueles rigores de la sociedad cortesana, mundanal ruido de maquinaciones, con sus traiciones, envidias, rencores y destierros, y una comedia en el bucólico bosque de Arden, convención pastoril, con su naturaleza bienhechora, su libertad ajena a las convenciones sociales, su posibilidad para recomenzar una vida mágica. Una obra en la que el amor se manifiesta como motor de la fantasía, juego a veces perverso, redención que repara un pasado repleto de felonías, dulce laberinto de placeres mediante el que huir de las rutinas podridas del mundo político. Allí, en el bosque, los sufrimientos asociados a las atracciones amorosas se mostraban burlonamente, y los miedos cautelosos se suspendían en la confusión sexual que enloquecía las situaciones para reinventar una nueva forma de jugar con los géneros, y la creación imaginativa conseguía paliar las asperezas imprevistas, reconciliando lo que somos con lo que nos gustaría ser. Shakespeare es maravilloso.


"El mundo es un gran teatro,
y los hombres y mujeres son actores.
Todos hacen sus entradas y sus mutis
y diversos papeles en su vida.
Los actos, siete edades.
Primero, la criatura,
hipando y vomitando en brazos de su ama.
Después, el chiquillo quejicoso que, a desgana,
con cartera y radiante cara matinal,
cual caracol se arrastra hacia la escuela.
Después, el amante, suspirando como un horno
y componiendo baladas dolientes
a la ceja de su amada. Y el soldado,
con bigotes de felino y pasmosos juramentos,
celoso de su honra, vehemente y peleón,
buscando la burbuja de la fama
hasta en la boca del cañón.
Y el juez, que,
con su oronda panza llena de capones,
ojos graves y barba recortada,
sabios aforismos y citas consabidas,
hace su papel. La sexta edad nos trae
al viejo enflaquecido en zapatillas,
lentes en las napias y bolsa al costado;
con calzas juveniles bien guardadas, anchísimas
para tan huesudas zancas; y su gran voz
varonil, que vuelve a sonar aniñada,
le pita y silba al hablar. La escena final
de tan singular y variada historia
es la segunda niñez y el olvido total,
sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada."

(William Shakespeare, "Como gustéis", hacia 1599.)

miércoles, 21 de agosto de 2019

William Shakespeare, “Julio César” [hacia 1599]

Bruto prefiere suicidarse a ser capturado y expuesto encadenado por las calles de su amada Roma. Cuando Marco Antonio y Octavio encuentran el cadáver de su enemigo, tras la victoria en la batalla, le honran. Marco Antonio le elogia diciendo '¡Éste es el más noble de todos los romanos! ¡Todos los conspiradores, menos él, obraron por envidia al gran César! ¡Sólo él, al unirse a ellos, fue guiado por un motivo generoso y en interés del bien público! Su vida fue pura, y los elementos que la constituían se combinaron de tal modo, que la naturaleza, irguiéndose, puede decir al mundo entero: «¡Éste era un hombre!»'. La altura de nuestros enemigos revela la dimensión de nuestra alma: hermoso aquél humano estimado por sus rivales, supo vivir con valor, entrega e integridad.
¡Salve Bruto!

martes, 20 de agosto de 2019

Hernán Pérez de la Oliva, "El diálogo sobre la dignidad del hombre" [primer tercio del siglo XVI]


Antes de 1531, Hernán Pérez de la Oliva escribió otra obra de aquel áureo S. XVI, la que tituló "El diálogo sobre la dignidad del hombre". Era una discusión clásica en la cristiandad la que confrontaba la multiforme miseria humana con la excepcionalidad divina bípeda, la oposición entre el aborrecimiento misántropo medieval, de múltiples manifestaciones en nuestros días, y la consideración del humano como la criatura más excelente de la creación, capaz de forjar con su creatividad su propio destino: ¿quién quiere ser hija de un mono pudiendo ser hija de Dios?. En ella participaron algunos nombres conocidos, como Petrarca, con su "De remediis utriusque fortunae", el Papa Inocencio III, con su "De contemptus mundi sive de miseria conditionis humanae", o Pico della Mirándola, con su "Discurso sobre la dignidad del hombre", manuscrito que Pérez de la Oliva sigue en la alabanza del hombre. Múltiples son los males a los que está sometido el cuerpo, cuantiosas las deficiencias que debilitan las potencias del alma, efímera la gloria por la que nos afanamos los pobladores, fútil el deseo que corremos por colmar.

"AURELIO. - Suelen quexarse los hombres de la flaqueza de su entendimiento, por la cual no pueden comprehender las cosas como son en la verdad; pero quien bien considerare los daños de la vida, y los males por do el hombre pasa del nascimiento a la muerte, parescerle ha que el mayor bien que tenemos es la ignorancia de las cosas humanas, con la cual bivimos los pocos días que duramos como quien en sueño pasa el tiempo de su dolor, que si tal conoscimiento de nuestras cosas tuviésemos cómo ellas son malas, con mayor voluntad desearíamos la muerte que amamos la vida."

(Hernán Pérez de la Oliva, "Diálogo sobre la dignidad del hombre", antes de 1531.)

lunes, 19 de agosto de 2019

Adam Sobel, "La cara oculta del Mundial" [2018]


Qatar. Dos millones de habitantes organizados bajo una estricta estructura jerárquica: los oriundos, los inmigrantes de cuello blanco, y los otros. El sistema Kafala monitorea a los trabajadores migrantes, existen casi cinco trabajadores extranjeros por cada ciudadano quatarí, principalmente empleadas domésticas y trabajadores de baja calificación laboral, provienen de India, Pakistán, Bangladesh, Nepal, Indonesia y Filipinas. En Qatar, en mucho países del Próximo Oriente, un sistema de visado de salida impide que los trabajadores salgan del país sin el permiso de su empleador. ¿Recuerdan aquellos tiempos en que apoyando al Barça se mostraba una tímida oposición al régimen franquista? O a Josep Suñol, un crit valent. Qatar alzada en pleno desierto, sus altas torres de cristal y hormigón, en el lujo de sus interiores, en sus centros comerciales, en los coches y en las calles, la climatización, el aire acondicionado, calma las temperaturas. ¿Quién definió la sociedad qatarí como 'una cárcel al aire libre'? La dinastía Al Thani rige los designios del país desde 1850. El poeta Mohammed al Ajami, aka Ibn al Dheeb, condenado a quince años de prisión, 'Todos somos Túnez y la revolución de los jazmines'. La sharia, el islam wahabí, el adulterio está penado con la muerte si es una mujer musulmana la que se acuesta con un no musulmán. ¿Y por qué no colaborar en el aplastamiento de la primavera árabe en Baréin? Son chiíes, hay una guerra por la hegemonía en Oriente Medio. ¿Y por qué no financiar a los rebeldes libios? La población insurgente de cualquier país sabe compensar a los benefactores que proveen armas. Rafallah al Sahati, Ansar al Sharia. ¿Y en Siria? El odioso El-Assad, aliado del Irán chií, amparemos a Al Nusra, Ahrar al Sham, ¿el Ejército Libre Sirio se nutría del islamismo político?: Agua Plateada, sigue firme, eres hermosa, eres nuestra Siria. ¿Era otro infame, el ministro iraquí Nuri al Maliki, el que acusaba a Qatar y a Turquía de financiar al Estado Islámico? Proxy war. Está jugando el Real Madrid contra la Roma. Disfruten del próximo mundial.

Carl Theodor Dreyer, "Dies Irae" [1943]

La ley dictaba que las hijas de las brujas también tenían que arder en la hoguera, y Absalon, un viejo sacerdote protestante, accede a salvar a la hija de una mujer condenada a la pira, Anne, si la joven acepta casarse con él. Meret, la anciana madre, reticente hasta el fanatismo, desaprueba el matrimonio. Y cuando Martin, hijo de Absalon, regresa a la casa familiar para conocer a su bella madrastra, se enamora de ella, Anne, mujer de irresistible poder de seducción, y ambos comparten una hermosa relación prohibida, que acabará en la amarga traición de Martin que sentenciará a la bella bruja a la hoguera.


“Una acusación recurrente en los juicios por brujería era que las brujas llevaban a cabo prácticas sexuales degeneradas, centradas en la copulación con el Diablo y en la participación en orgías que supuestamente se daban en el aquelarre. Pero las brujas también eran acusadas de generar una excesiva pasión erótica en los hombres, de modo que a los hombres atrapados en algo ilícito les resultaba fácil decir que habían sido embrujados o, a una familia que quería poner término a la relación de un hijo varón con una mujer que desaprobaban, acusar a ésta de ser bruja.
Las brujas fueron acusadas simultáneamente de dejar impotentes a los hombres y de despertar pasiones sexuales excesivas en ellos; la contradicción es sólo aparente. En el nuevo código patriarcal que se desarrolló en concomitancia con la caza de brujas, la impotencia física era la contraparte de la impotencia moral; era la manifestación física de la erosión de la autoridad masculina sobre las mujeres, ya que desde el punto de vista «funcional» no había ninguna diferencia entre un hombre castrado y uno inútilmente enamorado. Los demonólogos miraban ambos estados con sospecha, claramente convencidos de que sería imposible poner en práctica el tipo de familia exigida por la prudencia burguesa emergente —inspirada en el Estado, con el marido como rey y la mujer subordinada a su voluntad, desinteresadamente entregada a la administración del hogar,— si las mujeres con su glamour y sus hechizos de amor podían ejercer tanto poder como para hacer de los hombres los súcubos de sus deseos.
La pasión sexual minaba no sólo la autoridad de los hombres sobre las mujeres —como lamentaba Montaigne, el hombre puede conservar su decoro en todo excepto en el acto sexual—, sino también la capacidad de un hombre para gobernarse a sí mismo, haciéndole perder esa preciosa cabeza donde la filosofía cartesiana situaría la fuente de la Razón. Por eso, una mujer sexualmente activa constituía un peligro público, una amenaza al orden social ya que subvertía el sentido de responsabilidad de los hombres y su capacidad de trabajo y autocontrol. Para que las mujeres no arruinaran a los hombres moralmente —o, lo que era más importante, financieramente— la sexualidad femenina tenía que ser exorcizada. Esto se lograba por medio de la tortura, de la muerte en la hoguera, así como también de las interrogaciones meticulosas a las que las brujas fueron sometidas, mezcla de exorcismo sexual y violación psicológica.”

(Silvia Federici, "Caliban y la bruja", 2004.)

domingo, 18 de agosto de 2019

Federico García Lorca, "El público" [1930]


Una laberíntica confusión: la primera sensación tras ver este atrevido montaje de la obra lorquiana en el teatro Bretón. ¿Un diálogo de amor imposible relacionado con los ancestrales mitos de la metamorfosis? La flor venenosa, la flor de Diana, el amor es pura casualidad, y el amor entre hombres, la sensualidad desatada, el amor que no se atreve a decir su nombre: lo intolerable para la mascarada social. '¿Qué hago con el público si le quito las barandas al puente? Vendría la máscara a devorarme'. Una lucha de disfraces, el individuo en pugna con todas sus caretas, el individuo que es sus múltiples caretas, ¿qué careta dominará en su vida social?, 'cuando se hayan quitado el último traje de sangre, la verdad será una ortiga, un cangrejo devorado, o un trozo de cuero detrás de los cristales'. La verdad, aunque se predique en el desierto, aunque uno quede ciego: que el 'teatro al aire libre', de falsa apariencia, deshaga sus convenciones y trasmute en 'teatro bajo la arena', la verdad bajo la sepultura, 'yo me atreví a realizar un dificilísimo juego poético en espera de que el amor rompiera con ímpetu y diera nueva forma a los trajes'. Alimento de la muerte. 'Oh amor, amor que necesitas pasar tu luz por los calores oscuros'. La lucha de disfraces, la superposición de caretas, y el Desnudo Rojo que muere; la coexistencia de sueño y realidad, la intercomunicación entre distintas esferas (literarias, míticas, convencionales), el derribo de los límites del tiempo y del espacio.
'¡Hay que destruir el teatro o vivir en el teatro!'

Joaquin Jordá y Nuria Villazán, "Monos como Becky" [1999]


Egas Moniz, el médico portugués, premio Nobel, que introdujo la psicocirugía como forma de corregir los problemas de los pacientes esquizofrénicos con crisis agudas y violentas; el padre de la lobotomía. Las primeras pruebas se practicaron satisfactoriamente con una muy agresiva mona llamada Becky. Un grupo de enfermos de la Comunitat Terapéutica de Malgrat, se dispone a representar una breve pieza teatral sobre el momento definitivo de la vida del portugués, su asesinato a mano de uno de sus pacientes. Célebres fueron las últimas palabras de Moniz: 'no me has matado tú, lo ha hecho tu enfermedad'. Este proyecto despliega el juego de espejos en el que se adentra el documental, una brillante reflexión sobre la frontera entre locura y cordura, un ejercicio de discernimiento sobre el concepto de normalidad, un acercamiento honesto al entrecruzamiento entre realidad y ficción, en el laberinto del cerebro humano, dotado de un sinfín de vericuetos complejos, en el que la especialización psiquiátrica, y la de otras disciplinas, se pierde. ¿Qué papel juega la psiquiatría como instrumento de control social? ¿Qué revela que la tercera droga más consumida en España sean los psicofármacos? Un documental buenísimo, de uno de los mejores cineastas que ha dado la tierra ibérica.

"Como es obvio que vivimos en una sociedad llena de sufrimiento y malestar no reparables por tratamientos médicos ni ayudas sociales, cuando un dolor o una queja no tiene un substrato anatómico clínico demostrable o es imposible de encuadrar en las pedagogías sociales se le etiqueta como enfermedad psiquiátrica y se le trata con ansiolíticos y antidepresivos que efectivamente acallan el dolor."

(Guillermo Rendueles.)

viernes, 16 de agosto de 2019

Francisco de Quevedo, "El buscón" [1626]


'Haz como vieres dice el refrán, y dice bien. De puro considerar en él, vine a resolverme de ser bellaco con los bellacos, y más, si pudiere, que todos. No sé si salí con ello, pero yo aseguro a v. m. que hice todas las diligencias posibles."

"La historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos, exemplo de vagamundos, y espejo de tacaños" de Francisco de Quevedo, cuya primera edición data de allá por el año 1626, otro clásico de la picaresca patria que expone, con elitista descaro, el fracaso de la expectativa de ascenso social de quienes nacen en vil condición. A través de una sarta de situaciones ridículas, pasa revista, con cierta crueldad, con divertida y despectiva mirada, a una brigada de tipos extravagantes o marginados: en eras tempranas era ya costumbre mofarse de quienes se consideraba de baja clase. Que un villano pretenda trepar a hidalgo, que un mal poeta escriba versos, que falsos soldados se valgan del prestigio de la milicia o que ministros de la justicia se consideren rectos ejecutores de la ley, que un monje glotón luzca como ermitaño o que un esgrimidor se considere diestro por haber leído el libro regio del manejo de la espada...

jueves, 15 de agosto de 2019

Elías León Siminiani, "El caso Alcàsser" [2019]


Nerea Barjola en su libro "Microfísica sexista del poder. El caso Alcásser y la construcción del terror sexual", analizaba minuciosamente el tristemente célebre caso Alcásser como una narrativa construida tal que 'un aviso aleccionador que castiga de forma cruda la conducta femenina': vestíos formalmente, no seáis casquivanas, buscad la protección de vuestros amantes hombres, no hagáis autostop, mirad las consecuencias de subiros al coche de unos desconocidos, comportaos rectamente. En un tratamiento informativo morboso, en un punto que cruza el deliberado interés y la improvisación estúpida, el relato del terror sexual, llevado a su paroxismo en las detalladas descripciones de las torturas sexuales, se presenta como una historia aleccionadora cíclicamente contada para disciplinar a la juventud, especialmente a las mujeres. Alcásser se repite: en el caso de Rocío Wanninkhof, de Sonia Carabantes, de Sandra Palo, de Marta del Castillo, de Diana Quer o de Laura Luelmo. Y por lo demás, el documental es un intento de desmontar la versión conspiranoica de tan ominoso suceso.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Joaquim Jordá, "De nens" [2003]


Junio de 1997, salta a los medios de comunicación la escandalosa existencia de una red internacional de pederastia en el barcelonés barrio del Raval: el llamado Caso Raval. El periodista estrella de El Mundo, el irritante Arcadi Espada, diseccionó el caso en una crónica publicada por Anagrama titulada "Raval. Del amor a los niños", su conclusión: jamás existió tal red, fue una invención de la policía, amplificada por la desidiosa labor de la prensa. ¿Conspiración o negligencia? Escribe Espada que 'a la policía, el juez, la fiscal, los protectores, los periodistas, a cualquiera de la nutrida banda le habría bastado con trabajar. Pero la fabulación es más agradable y liviana. En este caso, además, el trabajo sólo habría reportado a sus protagonistas horas sin brillo: las necesarias para ceñir la ley a la altura de dos paidófilos'. El libro de Arcadi es el punto de partida de Joaquim Jordá (director de grandes títulos del cine documental ibérico), pero las deducciones difieren: el ayuntamiento de Barcelona aprovechó el caso de pedofilia para facilitar la reforma urbanística del Raval, a la que se oponía la asociación de vecinos a la que pertenecía uno de los acusados de pederastia. El Caso Raval como una coartada de la gentrificación. Jordá declaró, 'si se puede demostrar que un barrio está podrido moralmente porque en él anida una red de pederastas, entonces se aprovecha para aplicar el bisturí, es decir, la piqueta'. Moralidad, justicia, urbanismo, información, manipulación. Un extraordinario documental.

martes, 13 de agosto de 2019

Michael Glawogger, "Working's man death" [2005]

"Cuando era más joven, a los 16 años más o menos, durante los veranos solía trabajar en fábricas para ganar algo de dinero, y me sentía fascinado por el ambiente laboral, por lo que ocurre entre los trabajadores, y quería conocer mejor ese ambiente, quería saber si el duro trabajo manual era realmente para las personas. Empecé a mirar documentos y a ver películas sobre la historia de los trabajadores, y pronto descubrí que trabajo es una de las cosas que nunca se ve en estas películas. Se ven algunas ideologías, se ve al trabajador como un monumento, al trabajador como un pilar del estado y del sistema, pero nunca se puede ver de qué va el trabajo. Quería hacer una película en la que uno se siente en el cine y sienta el peso en sus espaldas."

(Entrevista a Michael Glawogger, 2005.)


Una monumental elegía a la clase obrera internacional. Un fotográfico seguimiento de la ruda labor de algunas comunidades de trabajadores en diferentes latitudes del planeta: las minas de carbón ilegales del Donbass (Ucrania), las sofocantes minas de sulfuro de Kawah Ijen (Indonesia), el sangriento matadero de Port Harcourt (Nigeria), el letal cementerio de barcos de Gaddani (Pakistán), el complejo siderúrgico abrasador de Liaoning (China), y el Leisure Park de Duisburg (Alemania), curiosa forma de conservar el legado arquitectónico del fordismo europeo.

"¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, en que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo."

(Karl Marx, "Manuscritos: Economía y filosofía", 1844.)

lunes, 12 de agosto de 2019

Enric Bach, "El pionero" [2019]

'Querer acceder a la vida gloriosa de los moradores del Olimpo, ¿constituye un delito? Buscar la manera de medrar, enriquecerse o ayudar a un clan o partido político sin pararse en pelillos ni tiquismiquis legales, ¿no es algo perfectamente respetable y normal en el mundo en el que vivimos? El espíritu de iniciativa, ingeniosidad y tesón de que han dado muestra quienes ocupan hoy arbitrariamente el banquillo de los acusados, ¿no son legítimos y dignos de aplauso? Leamos atentamente los hechos y palabras referidos por los diarios tocante a su supuesta actividad delictiva, y nos invadirá al punto un sentimiento de admiración: ¡qué derroche de energía, destreza, talento! ¡Qué voluntad de triunfar! ¡Qué temperamento creativo y audaz! ¡Qué sano e inspirado ideal de progreso! ¿Las virtudes privadas pueden transformarse en vicios públicos? La lógica del ámbito en que nos movemos, en el que la estimulante tangibilidad del fin justifica los medios, nos dice que no: que los actos que les imputan, aunque aparentemente censurables desde una perspectiva ética anticuada y rancia, no lo son en el marco de la dinámica de nuevos ricos, nuevos libres y nuevos europeos de la actual y boyante sociedad hispana. Lejos de ser acreedores al castigo, merecen comprensión, simpatía y -¿por qué no?- recompensa.'

(Juan Goytisolo, "Modesta proposición", 1990.)


La pregunta sustancial es, '¿por qué Jesús Gil era tan querido?' Un pionero en la exitosa combinación de elementos que lubricó el milagro económico español de los años noventa del pasado siglo: promoción inmobiliaria, manejos financieros turbios, turismo y fútbol. Un hombre zafio y brusco, con una magnética proyección mediática, que fue alabado como héroe por miles de personas: empresario gestor de una única caja, patológico burlador de las legislaciones vigentes, tejedor de fieles y lucrativas redes clientelares, enemigo peligroso de juego sucio. Un maldito rico corrupto y corruptor, que representaba el deseo del ciudadano varón medio de acceder a las posibilidades más remotas de felicidad material: fines de semana en las Bahamas, acompañante despampanante, automóvil americano descapotable.

domingo, 11 de agosto de 2019

Walter Ruttmann, "Berlín, sinfonía de una ciudad" [1927]



La vida cotidiana de Berlín a lo largo de una jornada, desde el alba hasta el ocaso del día, desde el silencio de la primera hora hasta el paroxismo provocado por el tráfico, las fábricas, la aglomeración en el metro, el resplandor de los neones: la noche de la ciudad. Ritmo, movimiento, transformación, pausas y aceleraciones: la ciudad cinética. Berlín, 'la obra perpetua de los habitantes, a su vez móviles y movilizados por y para esa obra', Ruttman recorre las calles de la ciudad a la captura de acontecimientos con frecuencia de aspecto banal, llevando a su culmen una percepción estupefacta, apasionada, impaciente. La ciudad, la realización del viejo sueño humano del laberinto, en la que vive más de la mitad de población mundial: el espectáculo fluido, movedizo, mudable, de la multitud.

"¡Ciudad hormigueante! ¡Ciudad llena de sueños,
donde el espectro a pleno día atrapa al que pasa!
Como la savia fluyen por doquier los misterios
en las angostas venas del coloso potente."

(Charles Baudelaire, "Las flores del mal", 1857.)

viernes, 9 de agosto de 2019

León Hebreo, "Diálogos de amor" [1502]

Es una constante en la disertación amorosa, me atrevería a decir que latente en cualquier reflexión amorosa de cualquier época, establecer la oposición entre el sensato amor, que sería intelectivo, surgido de la razón, virtuoso, luminoso, amante de las cosas honestas, divino, un impulso que se alimenta de la belleza y que crece robusto con la comprensión de lo que se ama, y el loco amor, lascivo y ponzoñoso, pasional, terrenal, furiosamente contradictorio, de sensorialidad tenebrosa, absorbente, como una fuerza aciaga, fatal, que te conduce por el camino inverso, el que va de la luz a la oscuridad, del cosmos al caos. El diálogo entre Sofía (sabiduría) y Filón (amor), en el influyente libro de principios del S. XVI, "Los diálogos de amor" de León Hebreo, un sefardí nacido en Lisboa, que tuvo que abandonar la península tras aquel Edicto de Granada, desarrolla con amplitud la teoría amorosa inspirada en el neoplatonismo de la Academia de Marsilio Ficino: todo cuanto existe participa del amor, que es un perpetuo acercarse a la belleza, equivalente a la luz, y que dimana de un principio superior, fuente de toda ella, que no es otro sino Dios.


"El amor regulado por la razón no quiere forzar al amante, y aunque se le aplique el nombre de amor, no produce sus efectos. El verdadero amor espolea la razón y la persona amante con violencia admirable e increíble fuerza; perturba, más que cualquier otro obstáculo humano, la mente, en la que reside el juicio; borra cualquier otro recuerdo y la llena sólo de sí mismo, hace al hombre completamente ajeno a su persona e identificado con la amada. Lo convierte en enemigo de placer y de compañía, amigo de la soledad, melancólico, lleno de pasiones, rodeado de penas; la aflicción le atormenta, le martiriza el deseo, vive de esperanza, estimulado por la desesperación, meditabundo, angustiado por la crueldad, lleno de sospechas y asaeteado por los celos; está atribulado, sin descanso, continuamente fatigado, siempre le acompañan dolores, suspira a menudo y le trabajan constantemente temores y despechos. ¿Qué más puedo decirte, sino que el amor hace que continuamente muera la vida y viva la muerte del amante? Lo que encuentro más maravilloso es que, siendo tan intolerable y extremado en crueldades y tribulaciones, la mente no quiera alejarse de él, ni desea ni procura; al contrario, a quien le aconseja y ayuda le considera enemigo moral. ¿Crees, Sofia, que en tal laberinto nos podamos atener a la ley de la razón y a las reglas de la prudencia?"

(León Hebreo, "Diálogos de amor", 1502.)

jueves, 8 de agosto de 2019

Francisco Delicado, "La Lozana andaluza" [1528]

En 1527, Roma fue devastada por las tropas de Carlos V, un escandaloso suceso que pasó a la posteridad como 'saco de Roma'. Trataría el asunto Alfonso de Valdés en su "Diálogo de Lactancia y un arcediano": el emperador habría sido el instrumento utilizado por la providencia para corregir la desviación del espíritu evangélico en la corrupta ciudad santa. ¿La corrupta ciudad santa? Lean "La lozana andaluza" de Francisco Delicado, escrita en 1528, una obra considerada puente entre "La Celestina" y "El Lazarillo", con la que se rastrea una Roma desfile continuo de cardenales lujuriosos , paraíso de alcohol, putas y obispos, principales consumidores. Ahí está Aldonza, la Lozana, buscavidas avezada en el arte culinario, novia pendiente de la dote que pueda depararle el amante de turno. 'Reprobatio amoris'.


"VALIJERO.- Pues déjame acabar, que quizá en Roma no podríais encontrar con hombre que mejor sepa el modo de cuántas putas hay, con manta o sin manta. Mirá, hay putas graciosas más que hermosas, y putas que son putas antes que muchachas. Hay putas apasionadas, putas estregadas, afeitadas, putas esclarecidas, putas reputadas, reprobadas. Hay putas mozárabes de Zocodover, putas carcaveras. Hay putas de cabo de ronda, putas ursinas, putas güelfas, gibelinas, putas injuínas, putas de Rapalo rapaínas. Hay putas de simiente, putas de botón griñimón, nocturnas, diurnas, putas de cintura y marca mayor. Hay putas orilladas, bigarradas, putas combatidas, vencidas y no acabadas, putas devotas y reprochadas de Oriente a Poniente y Septentrión; putas convertidas, arrepentidas, putas viejas, lavanderas porfiadas, que siempre han quince años como Elena; putas meridianas, occidentales, putas máscaras enmascaradas, putas trincadas, putas calladas, putas antes de su madre y después de su tía, putas de subientes e descendientes, putas con virgo, putas sin virgo, putas el día del domingo, putas que guardan el sábado hasta que han jabonado, putas feriales, putas a la candela, putas reformadas, putas jaqueadas, travestidas, formadas, estrionas de Tesalia. Putas avispadas, putas terceronas, aseadas, apuradas, gloriosas, putas buenas y putas malas, y malas putas. Putas enteresales, putas secretas y públicas, putas jubiladas, putas casadas, reputadas, putas beatas, y beatas putas, putas mozas, putas viejas, y viejas putas de trintín y botín. Putas alcagüetas, y alcahuetas putas, putas modernas, machuchas, inmortales, y otras que se retraen a buen vivir en burdeles secretos y públiques honestos que tornan de principio a su menester."

(Francisco Delicado, "Retrato de la Lozana andaluza en lengua española muy clarísima. Compuesto en Roma. El cual Retrato demuestra lo que en Roma pasaba y contiene munchas más cosas que La Celestina.", 1528.)

Fritz Lang, "Perversidad" [1945]


Hay algo perverso en quien se deja sojuzgar por quienes le rodean, algo perverso en esa bondadosa pusilanimidad que inclina la cerviz ante cualquier imbécil, algo fatal en la falta de autoconfianza, en la autodesvalorización sistemática, en la medrosa ceguera de un papanatas enamorado. ¿Crees que alguien llegará a celebrar esa candidez y la recompensará con los más suculentos placeres terrenales? Me enfada que los buenos pierdan, que se dejen utilizar por quienes sólo manifiestan impiedad, iniquidad, maldad, me irrita que desesperen quienes confían en las personas o que se depriman amargamente quienes portan una hermosa dulzura en su corazón: ojalá puedan explicarse con fortaleza que esa maldad es sólo muestra de estupidez, debilidad, cobardía, ojalá sepan defenderse sin que su alma se deteriore.

miércoles, 7 de agosto de 2019

Fernando de Rojas, "Tragicomedia de Calisto y Melibea" [1499]

"La tragicomedia de Calisto y Melibea", escrita por Fernando de Rojas, publicada en 1499: ¿manual de enseñanza para que los amantes prisioneros de la cautividad del amor huyan de su prisión?, ¿exposición de los desastres a que tienen que enfrentarse quienes sucumben al deseo?, ¿parodia del amor cortés?, obra que tras su caparazón retórico inspirado en la novela sentimental encubre una cruda sexualidad. El amor, como escribía Petrarca, que 'es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una delectable dolencia, un alegre tormento, una dulce y fiera herida, una blanda muerte': ¿la mayor delicia y el mayor tormento?.
No hay sino nacer y morir como bestias. La naturaleza y sus leyes ciegas nos reducen a mera mercancía desechable. ¿Es la vida humana un elemento exterior a las leyes del mercado o únicamente un producto más, comerciable y vendible, del frío entramado económico?. Las únicas leyes imperantes en la sociedad son las de la soberanía del goce sexual y el poder del dinero.


"¡Oh vida de congojas llena, de miserias acompañada! ¡Oh mundo, mundo! Muchos mucho de ti dijeron, muchos en tus cualidades metieron la mano, a diversas cosas por oídas te compararon. Yo por triste experiencia lo contaré como a quien las ventas y compras de tu engañosa feria no prósperamente sucedieron, como aquel que mucho ha hasta ahora callado tus falsas propiedades por no encender con odio tu ira, por que no me secases sin tiempo esta flor, que este día echaste de tu poder. Pues ahora, sin temor, como quien no tiene qué perder, como aquel a quien tu compañía es ya enojosa, como caminante pobre que, sin temor de los crueles salteadores, va cantando en alta voz. Yo pensaba en mi más tierna edad que eras y eran tus hechos regidos por alguna orden. Ahora, visto el pro y la contra de tus bienandanzas, me pareces un laberinto de errores, un desierto espantable, una morada de fieras, juego de hombres que andan en corro, laguna llena de cieno, región llena de espinas, monte alto, campo pedregoso, prado lleno de serpientes, huerto florido y sin fruto, fuente de cuidados, río de lágrimas, mar de miserias, trabajo sin provecho, dulce ponzoña, vana esperanza, falsa alegría, verdadero dolor. Cébasnos, mundo falso, con el manjar de tus deleites; al mejor sabor nos descubres el anzuelo; no lo podemos huir, que nos tiene ya cazadas las voluntades. Prometes mucho, nada no cumples; échasnos de ti por que no te podamos pedir que mantengas tus vanos prometimientos. Corremos por los prados de tus viciosos vicios, muy descuidados, a rienda suelta; descúbresnos la celada cuando ya no hay lugar de volver. Muchos te dejaron con temor de tu arrebatado dejar; bienaventurados se llamarán cuando vean el galardón que a este triste viejo has dado en pago de tan largo servicio. Quiébrasnos el ojo y úntasnos con consuelo el casco."

(Fernando de Rojas, "La Celestina", 1499.)

martes, 6 de agosto de 2019

Lope de Vega, "Novelas a Marcia Leonarda" [1621-1624]


Lope de Vega compuso cuatro novelas cortesanas al estilo italiano dirigidas a su narrataria, y amada, Marcia Leonarda, siguiendo, con voluntad propia, la senda marcada por las novelas ejemplares de Cervantes. Las incluyó en dos volúmenes misceláneos, "La Filomena con otras diversas rimas y prosas" de 1621, en el que incluía "Las fortunas de Diana", y "La Circe con otras rimas y prosas" de 1624, en el que incluía las tres restantes, "La desdicha por la honra", "La prudente venganza" y "Guzmán el Bravo". Lope volvía a verificar la irrupción de la mujer como receptor no profesional de las letras, que aquel entonces, era frecuente que ocupara el trabajo manual femenino con la lectura oral de libros amenos por su variedad, complejidad de aventuras o suspense. Las cuatro novelas, de forma manifiesta, se escriben con la intención de plegar la pluma de Lope al gusto de Marcia Leonarda, que se considera trasunto literario del último amor de la vida del Fénix, Marta de Nervares. En un esfuerzo narrativo similar a las fatigas de la conquista amorosa, el servicio creativo del novelista corre el riesgo de no ser compensado, y atreviéndose al fracaso profesional, expone el ansia de un débil ruego, una pequeña luz que le oriente: el agradecimiento. Una inquieta coquetería le mueve a componer varios textos de divertimento, teniendo constantemente presentes los requerimientos de su amada Marcia, surfeando sus expectativas, desembarazando la ilusión imaginativa del escritor enamorado, que monta a su dama a un juego malabar de artificio.
El amor vertebra la vida humana, es 'la más excelente obra de la naturaleza y en esto no me engaño, pues bien sabe toda la filosofía que consiste en él la generación y conservación de todas las cosas', y un amor mal conducido supone un trastueque del mundo, conduce al desastre para la doncella, o a la muerte de ambos, atrapados en él, apenas uno puede conducir certeramente la vida. De lo que se colige que es necesaria una formación amorosa, en la que el maestro, el hombre que transforma su experiencia en sabiduría de amor, el propio amante, futuro marido, forme a la amada, pula su inteligencia, su discreción y refinamiento, la modele como mujer digna de ser amada. En aquellos tiempos, el escritor de novelas brindaba a través de sus relatos a la mujer la sabiduría de amor que ella no podía comprobar en su cotidiana vida de encierro, pero sí alcanzar oyendo historias ejemplares: la novela, soporte y paliativo de la experiencia amorosa, debe ofrecer entretenimiento y ejemplo, y los escritores de novela han mostrarse como hombre científicos, profesionales del lenguaje, o grandes cortesanos, conocedores experimentados.
Las cuatro novelas a Marcia Leonarda constituyen cuatro peripecias de amor en las que o el héroe o la heroína confunden el código amoroso vigente, o su aplicación a la realidad, y se ven sometidos a las vicisitudes de la fortuna. Como novelas ejemplares, encierran cuatro casos que previenen contra los malos caminos del amor, son cuatro historias que desarrollan la dilatada narración del encuentro de unos amantes cuyo conocimiento sexual se realiza, y cuya unión se ve deshecha por variadas circunstancias, obstaculizando el final aceptable, el matrimonio, o despeñando el merecido castigo por su precipitación transgresora. El comportamiento de los protagonistas se presenta así como el negativo que hay que rechazar: no hay que dejar el matrimonio al azar ("Las fortunas de Diana"), no hay que preferir el prurito de honra sobre el amor ("La desdicha por la honra"), no hay que elegir el adulterio para compensar un error cometido ("La prudente venganza"), no hay que olvidar el servicio amoroso dedicándose en exclusividad a las armas ("Guzmán el Bravo"). Se trata, pues, de aleccionar a la doncella para realizar con discreción y prudencia el tránsito al matrimonio, y de ofrecer un consuelo a la monotonía existencial a las ya casadas: curar su ansia aventurera, saturando de desventuras, pesares y peripecias, mostrándoles lo que de ilusorio tiene un comportamiento ajeno al código social. En definitiva, siguiendo un tópico célebre de la época, se trata de deleitar aprovechando.

Michael Enger, "Rojava: norte de Siria. Los kurdos entre la guerra y la democracia" [2019]


Un reportaje que nos transporta a Rojava, oficialmente conocida como Federación Democrática del Norte de Siria, especialmente a la ciudad de Kobane, la urbe de mayoría kurda del norte de Siria, símbolo de la victoria contra el Estado Islámico. La zona está controlada por las fuerzas kurdas que defienden el célebre gobierno autónomo de Rojava, el reconocido internacionalmente experimento de confederalismo democrático, amenazado por las bombas de Turquía: Afrín, uno de los tres cantones de la Federación Democrática, fue bombardeado y ocupado por las fuerzas militares turcas en enero de 2018.

lunes, 5 de agosto de 2019

Emmanuel Rodríguez López, "La política contra el Estado. Sobre la política de parte" [2018]


Una reflexión histórica y teórica, lúcida y sintética, sobre la cuestión del poder durante la pasada centuria: "La política contra el Estado. Sobre la política de parte". El sindicalismo revolucionario (la primera CGT francesa, los wobblies, la CNT), la ola de agitación de 1905, la discusión del marxismo de principios del S. XX sobre la significación social de los soviets, el mayor reto de la teoría política del siglo XX, la Revolución Rusa, la Revolución Alemana, el ciclo duro de luchas de 1917-1921 (Luxemburgo, Lenin, Max Adler, Gramsci, la Oposición Obrera, Kronstadt, los majnovistas, los comunistas de izquierda, Herman Gorter, Anton Pannekoek, Paul Mattick); la respuesta conservadora a la irrupción del populacho en la vida social, la búsqueda de la reconciliación entre el Estado y el pueblo a través del movimiento (la ley de hierro de Robert Michels, el fascismo, Spengler y Jünger, Carl Smichtt, el nacionalsocialismo), los demócratas socialistas herederos de la Segunda Internacional (el Estado intervencionista de Hans Kelsen) y la teoría bolchevique del Estado (Evgeny Pashukanis o Piotr Stuchka): la vuelta a Ferdinand Lasalle, el Estado como la gran asociación de las clases pobres; los Treinta Gloriosos, el keynesianismo, el Estado Social, la integración del movimiento obrero en la política de Estado (seguridad social, educación pública, sindicalismo domesticado) Shcumpeter, Giovanni Sartor, Roberto Dahl, la democracia como poliarquía electiva, meritocracia selectiva, gestión tecnocrática: la clase media, el pueblo del Estado. Los años setenta: la generación de los revolucionarios del '68, la construcción de la autonomía obrera (el movimiento asambleario español, los cordones obreros de Chile, la Revolución de los Claveles, la nueva intransigencia obrera en EEUU, Alemania o Inglaterra, la horda italiana de los setenta, los procesos de liberación nacional, la contracultura, el feminismo y el ecologismo), o la izquierda como aparato de Estado (el eurocomunismo, el compromiso histórico, la teoría del capitalismo monopolista de Estado, Gramsci redescubierto); la llamada revolución teórica francesa (Deleuze, Guattari, Foucault o Bourdieu), o los llamados marxistas estructuralistas (Althusser y Poulantzas); el excepcional ejemplo del experimento boliviano, convertir al indígena en ciudadano (de René Zavaleta Mercado a Alvaro García Linera, o Luis Tapia, Raquel Gutiérrez y Silvia Rivera Cusicanqui); Kropotkin, el apoyo mutuo y la institución popular, Elinor Ostrom y los recursos de uso común; y la perspectiva de creación de un archipiélago de contrapoderes (ateneos, sindicatos y cooperativas): la necesidad de recuperar una política de clase.

domingo, 4 de agosto de 2019

Simone Weil, "Reflexiones sobre la guerra" [1933]

Es una conclusión firme, de amplias consecuencias, que Simone Weil argumentó en la revista francesa 'La Critique Sociale', en 1933: la guerra es la tumba de la revolución. Se detenía en las evoluciones nefastas de dos hitos de la historia humana moderna: la Revolución Francesa y la Revolución Rusa. De Robespierre a Napoleón, de Lenin a Stalin. ¿No está implícita ya en Marx la crítica al jacobinismo? Como el eminente barbudo, Simone Weil reivindica la experiencia de La Comuna de París, batalla sin ejército convencional aplastada cruelmente por la reacción. ¿Entonces, una aporía? El propio mecanismo de la lucha militar, exigida para vencer los golpes asesinos de los ejércitos blancos, obligará a constituir un convencional ejército rojo, cuya lógica militar lo situará en la vanguardia de la contrarrevolución. La última experiencia que ratifica su exposición, la tenemos en la guerra civil Siria, en el rápido desvanecimiento, parejo a las progresivas exigencias de un enfrentamiento bélico de extremada crueldad, sectario e internacional, de las aspiraciones más nobles de los revolucionarios de marzo de 2011.


"La historia de la Revolución rusa proporciona exactamente las mismas enseñanzas y con una analogía sorprendente. La Constitución soviética ha tenido idéntica suerte que la Constitución de 1793; Lenin abandonó sus doctrinas democráticas para establecer el despotismo de un aparato de Estado centralizado, igual que Robespierre, y fue de hecho el precursor de Stalin;como Robespierre lo fue de Bonaparte. La diferencia es que Lenin, que, por otra parte, había preparado desde hacía tiempo esa dominación del aparato del Estado forjando un partido fuertemente centralizado, deformó más tarde sus propias doctrinas para adaptarlas a las necesidades del momento; así no fue guillotinado y sirvió de ídolo a una nueva religión de Estado. La historia de la Revolución rusa es tanto más sorprendente cuanto que la guerra constituye su problema central. La revolución fue hecha contra la guerra por soldados que, sintiendo que el aparato gubernamental y militar se descomponía por encima de ellos, se apresuraron a sacudirse un yugo intolerable. Kerensky, invocando con sinceridad involuntaria, debida a su ignorancia, los recuerdos de 1792, apeló a la guerra exactamente por los mismos motivos que antaño los girondinos; Trotsky ha mostrado admirablemente cómo la burguesía, contando con la guerra para aplazar los problemas de política interior y colocar de nuevo al pueblo bajo el yugo del poder del Estado, quería transformar 'la guerra hasta el agotamiento del enemigo en una guerra para el agotamiento de la revolución'. Los bolcheviques llamaban entonces a luchar contra el imperialismo; pero era la misma guerra, no el imperialismo, la que estaba en cuestión, y ellos lo vieron cuando, una vez en el poder, se vieron obligados a firmar la paz de Brest-Litovsk. El antiguo ejército estaba entonces descompuesto y Lenin había repetido, siguiendo a Marx, que la dictadura del proletariado no puede implicar ni ejército, ni policía, ni burocracia permanentes. Pero los ejércitos blancos y el temor a la intervención extranjera no tardaron en poner a toda Rusia en estado de sitio. El ejército fue entonces reconstruido, se suprimió la elección de oficiales y treinta mil oficiales del antiguo régimen fueron reintegrados a sus cuadros, al tiempo que se restablecían la pena de muerte, la antigua disciplina y la centralización; paralelamente, se reconstruían la burocracia y la policía. Se sabe muy bien lo que este aparato militar, burocrático y policial ha hecho después del pueblo ruso.
La guerra revolucionaria es la tumba de la revolución y lo seguirá siendo mientras no dé a los propios soldados, o más bien a los ciudadanos armados, el medio de hacer la guerra sin aparato dirigente, sin presión policial, sin jurisdicción de excepción, sin penas para los desertores. La guerra se hizo así una vez en la historia moderna, a saber, en la Comuna [de París]; y no se ignora cómo terminó. Parece que una revolución comprometida en una guerra no tenga más elección que sucumbir bajo los golpes asesinos de la contrarrevolución, o transformarse ella misma en contrarrevolución por el propio mecanismo de la lucha militar. Las perspectivas de revolución parecen entonces muy limitadas, pues ¿puede una revolución evitar la guerra? Es, sin embargo, por esta débil posibilidad por la que hay que apostar, o abandonar toda esperanza. El ejemplo está ahí para instruirnos. Un país avanzado no encontraría, en el caso de la revolución, las dificultades que en la Rusia atrasada sirven de base al régimen bárbaro de Stalin; pero una guerra de cualquier envergadura suscitaría otras por lo menos equivalentes."

(Simone Weil, "Reflexiones sobre la guerra", 1933.)

sábado, 3 de agosto de 2019

Maximilien Rubel, "Marx sin mito" [1961-1994]


En los estantes tengo libros llenos de polvo de algunos brillantes marxianos. Prueba es este "Marx sin mito" de Maximilien Rubel, que supuso otra de esas ayudas para clarear el embrollo de mi cabezota, liado más por rumores débiles que por honestas curiosidades, suscitado alrededor de ese decimonónico enfrentamiento, completamente freak, raramente se presentaba la ocasión de charlar sobre él, entre anarquistas, al menos bakuninistas, y marxistas, o los que se hacían llamar tales. Y del ucraniano Rubel, pasé a los textos de socialistas alemanes y holandeses, para póstumo enfado de Lenin u otros ya descansados camaradas. Por ahí andaban Paul Mattick, Karl Korsch o Hermann Gorter y Anton Pannekoek. Todavía me asusta aquel señor del Partido Comunista Internacional, dios sabrá la historia de semejante organización, que gruñó hiriente cuando ingenuamente menté el libro "Lenin, filósofo" en una tensa conversación sobre la Revolución rusa allá en la Puerta del Sol de Madrid: 'ese señor era un oportunista, completamente antimaterialista', dijo. A un viejo comunista no tenía por qué agradarle que un chico calado como diletante pudiera seguirle el rollo.

"Marx rehusó inventar recetas para las marmitas del futuro, pero hizo algo mejor que esto -o peor-: quiso demostrar que una necesidad histórica, como una ciega fatalidad, arrastraba a la humanidad hacia una situación de crisis en la que sería preciso encarar un dilema decisivo. ser destruida por sus propias invenciones técnicas, o sobrevivir gracias a un súbito despertar de conciencia que la vuelva capaz de romper con todas las formas de alienación y de servidumbre que han marcado las fases de la historia. Sólo este dilema es fatal, la elección queda en manos de la clase social que tiene todas las razones para rechazar el orden existente, y para realizar un modo de vida profundamente distinto del antiguo."

(Maximilien Rubel, "Marx, teórico del anarquismo", 1973.)

viernes, 2 de agosto de 2019

Tirso de Molina, "Los tres maridos burlados" [1624]


La prosa de Tirso de Molina queda deslucida por el recuerdo de su obra dramática. La obra más curiosa del madrileño aurisecular es una colección miscelánea que tiene por título "Los cigarrales de Toledo", que compuesta tomando como modelo "El Decamerón" de Bocaccio, se estructura en torno a las cinco sucesivas reuniones en diferentes cigarrales de Toledo de un grupo de amigos con ganas de diversión literaria. Uno de los relatos que compone la obra es una farsa entremesil que conserva algo de celebridad, "Los tres maridos burlados". Tres mujeres, tras encontrar una valiosa joya y entrar en disputa por quién ha de poseerla, acuden a un Conde, que receloso de adjudicarla determinante, decide que se la quede quien haga la burla más ingeniosa a su marido. La mujer del cajero Lucas Moreno se las ingenia para convencer a su marido de que está muerto; la de Morales le hace creer que está loca y que su casa ha desaparecido de su sitio, ya que el despistado marido la encuentra convertida en taberna cuando vuelve de buscar curandero para el fingido mal de su mujer; y la tercera, que tiene marido rabiosamente celoso, Santillana, y quiere castigarlo por el riguroso control que ejerce sobre ella, ayudada por su hermano religioso, lo duerme con un somnífero y lo lleva a una celda monástica, haciéndole creer que es un fraile: mientras dura la burla, le someten a atroces penitencias y vapuleos, hasta que escarmentado, lo devuelven a la mujer.

"¡Señores, o frailes o diablos o lo que sois!, ¿qué os ha hecho el pobre Santillana para tratarle con tanta riguridad? Si sois hombres, ¡doleos de otro de vuestra especie, que jamás hizo mal a una mosca, ni tiene de qué acusarse sino de la mala vida que sus celos han dado a su mujer! Si sois religiosos, ¡baste la penitencia, pues no cae sobre culpa que yo sepa! Si sois demonios, decidme: ¿por qué pecados os permite Dios que me desolléis de esa suerte?"

(Tirso de Molina, "Los tres maridos burlados", 1624.)