viernes, 31 de mayo de 2019

Rithy Panh, "S21: la máquina roja de matar" [2003]


Víctimas y verdugos rememoran la extrema crueldad del campo de tortura y exterminio S21 de Phnom Penh, un campo de concentración operativo durante los años de la Kampuchea Democrática en el que miles de personas fueron asesinadas. Uno de los pocos supervivientes que fue recluido en tan siniestro lugar, es el pintor Vann Nath, que en sus obras ha plasmado la espantosa realidad de los años funcionales del S21, y cuya guía otorga un cierto halo de serenidad y firmeza entre tanta absurda ferocidad. El deseo de venganza languidece ante una magna obra de aniquilación.  Los verdugos, a quienes Rithy Panh se acerca con consideración, son los que rememoran sus crímenes: la truculencia de las torturas, el trato despiadado, la ejecución caprichosa, la necedad de tanto horror. Un documental sobrecogedor del documentalista clave para acercarse al terror de los jemeres rojos: Rithy Panh.

Denise Affonço, "El infierno de los jemeres rojos. Testimonio de una superviviente" [2005]

De abril 1975 a octubre de 1979 la organización guerrillera Jemeres Rojos impuso, en la actual Camboya, lo que se conoció como la Kampuchea Democrática, bajo la consigna 'empujar a la gente a ser feliz', un estado fuertemente nacionalista que se decía de inspiración maoísta, con una economía radicalmente agraria surgida de la evacuación forzosa de las ciudades y de la manifiesta voluntad de destruir la civilización burguesa, la cultura urbana es su principal baluarte, unida a la recuperación de las creencias jemer, etnia dominante en Camboya que profesa un credo sincrético predominantemente budista. Fue un experimento genocida. ¿A qué monto asciende el número de cadáveres arrojado al agujero? ¿Qué responsabilidad tienen las potencias de la comunidad internacional en la subida al poder de la cohorte polpotiana? Y los libros seguirán conteniendo disertaciones más o menos lúcidas sobre el problema de mal. El testimonio de Denise Affonço, una camboyana de origen francés casada con un chino maoísta al que el nuevo gobierno reeducó arrojándole cadáver a una fosa común, resulta escalofriante. ¿Alguien se rebeló mientras eran obligados a abandonar las ciudades? ¿Alguna comunidad agraria plantó cara a los mandamientos delirantes de Angkar? Maldición.


"Cuando estuvimos reunidos todos los recién llegados, el señor Thiên nos inculcó, por primera vez, los diez mandamientos de Angkar, que debíamos aprender de memoria:
- Todo el mundo será reformado por el trabajo.
- No robaréis.
- Diréis siempre la verdad a Angkar.
- Obedeceréis a Angkar en cualquier circunstancia.
- Está prohibido expresar los sentimientos: alegría, tristeza.
- Está prohibido sentir nostalgia del pasado, el espíritu no debe vivoat (extraviarse).
- Está prohibido pegar a los niños, porque de ahora en adelante son los niños de Angkar.
- Los niños serán educados por Angkar.
- Jamás os quejaréis de nada.
- Si cometéis un acto contrario a las directrices de Angkar, haréis autocrítica en público en las reuniones diarias de adoctrinamiento, que son obligatorias para todos.
El señor Thiên hablaba en jemer; yo entendía lo que decía, pero como no sabía leer ni escribir en esa lengua, tuve que transcribir fonéticamente los sonidos que oía para memorizar esta lección de buena conducta que a partir de entonces tendríamos que repetir en cada reunión.
A continuación, apunto las instrucciones sobre nuestra 'apariencia':
- Nunca llevaréis ropa de colores.
- Teñiréis de negro todas nuestras prendas, con la ayuda de un zumo de fruta llamada 'makhoeur' que crece en la isla, para lo que debéis machacar las frutas para sacarles el zumo que luego herviréis con la ropa durante una hora aproximadamente.
- Las mujeres se cortarán las uñas y el pelo; ni hablar de uñas largas y manicura: el pelo se llevará corto, rapado.
- Iréis desclazos; ni zapatos ni sandalias.
- Las personas que tengan problemas de visión no tendrán derecho a utilizar cristales correctores; porque ya no son necesarios.
- Cuando os sentéis en un banco o en una silla, está prohibido cruzar una pierna por encima de otra, porque es un signo externo del capitalismo.
Después nos explicó nuestra nueva forma de vida, tanto los horarios de trabajo como los nuevos términos que adoptar en la lengua de todos los días.
- Trabajaréis todos los días desde el amanecer al anochecer; los sábados, domingos y festivos quedan abolidos y el trabajo se repartirá de la manera siguiente: las mujeres irán a plantar maíz cuando sea la temporada; los hombres se encargarán de desbrozar los terrenos todavía invadidos de maleza o árboles, donde se plantará caña de azúcar.
- No habrá más que dos comidas al día: mediodía y noche, para ayudar a que Angkar ahorre.
- El comercio ya no existe; no hay nada que comprar ni que vender. Angkar os distribuirá vuestra ración de arroz cada día y una botella de leche concentrada por familia a la semana (cuyo color nunca vimos). Para lo demás, ya os apañaréis vosotros solos.
-Para comer, queda prohibida la expresión 'pisa bai', a partir de ahora se dirá 'hôp bai' [* las dos expresiones significan 'comer', pero durante el antiguo régimen los burgueses e intelectuales utilizaban 'pisa bai', sobre todo para dirigirse a una persona de más edad o prestigio. La expresión 'hôp bai' fue impuesta por los jemeres rojos para borrar toda diferencia de trato debido a la edad]. - Los títulos de señor o de señora quedan abolidos, todo el mundo será 'mit', 'camarada' ('mit' para los hombres, 'mit neary' para las mujeres casadas, 'neary' para una chica joven).
- Todo el mundo hablará jemer; a partir de ahora está prohibido hablar en francés, chino o vietnamita."

(Denise Affonço, "El infierno de los jemeres rojos. Testimonio de una superviviente", 2005.)

Jorge Sanjinés, "La nación clandestina" [1989]


El tema de esta célebre cinta del cineasta Jorge Sanjinés se plantea claro: el problema sobre la posición del mundo andino en la construcción de una 'nación orgánica' boliviana. En una conferencia a mitad de los años noventa el propio Sanjinés declaraba,
'A nosotros nos ha preocupado mucho indagar con el cine en los trasfondos del alma popular de nuestro pueblo. Incluso cuando hicimos películas de denuncia, de enfrentamiento total con el sistema dominante, procuramos acercarnos a lo que llamamos los 'ritmos internos' del país. Construimos un lenguaje basado en una manera propia de componer la realidad y de organizarla que tiene nuestro mundo andino, porque estamos seguros que si nuestra sociedad va a constituir algún día una nación orgánica, lo hará a partir de una asimilación y desarrollo de su esencia andina, de su identidad andina, incorporando por cierto todo lo positivo que nos ofrece la modernidad'.
"La nación clandestina" narra la conflictiva historia de Sebastián Mamani, un aymara que abandona su comunidad para vivir en La Paz, ciudad idealmente mestiza en sus hábitos atravesada por el racismo, en que, abocado a la marginalidad, intenta camuflar su origen indígena. Su amarga experiencia urbana le hace regresar al pueblo Willkani del que procede, y en el que es elegido 'jikata', una jefatura política que ostenta corruptamente olvidando a su comunidad, estableciendo negocios turbios de los que él es máximo beneficiario. El castigo por la pésima conducción como regente es el destierro, y otra vez en el entorno hostil de la ciudad, hastiado de su desarraigo, atravesado por una inoperante nulidad, decide retornar a su poblado para reafirmar su identidad aymara ejecutando el ritual 'Jacha Tata Danzante', una antigua danza de expiación del mal que se baila hasta la muerte.

jueves, 30 de mayo de 2019

Jorge Manrique, "Coplas de Jorge Manrirque a la muerte de su padre, el Maestre don Rodrigo" [1476]


XVI

¿Qué se hizo el rey don Joan?
Los infantes d’Aragón
¿qué se hizieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué de tanta invinción
como truxeron?
Las justas y los torneos,
paramentos, bordaduras
e çimeras
¿fueron sino devaneos,
qué fueron sino verduras
de las eras?

En la dimensión de la fama pervive laureada la elegía de Jorge Manrique, "Coplas de Jorge Manrirque a la muerte de su padre, el Maestre don Rodrigo", un destello poético que ha perdurado en el recuerdo de las sucesivas generaciones, su composición está datada en el 1476, asomando requerida un maestro esplendor que no ha de preocuparse por la fecha de caducidad. 'Vanitas vanitatum'. La fugacidad del tiempo, manifestado en un imprevisible último giro de la rueda de la fortuna, que la muerte se acerca tan callando, es su compañía tan silenciosa, que a veces olvidamos el severo rigor que impone: la inapelable finitud de nuestro peregrinaje sobre la tierra.

XVII

¿Qué se hyzieron las damas,
sus tocados e vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
d’amadores?
¿Qué se hizo aquel trobar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que trayan?

miércoles, 29 de mayo de 2019

Fray Luis de León, "Cantar de cantares de Salomón" [1561]

Suele acordarse que a Fray Luis de León lo encerraron en prisión por las rencillas y los rencores latentes entre las órdenes religiosas que operaban en Salamanca, que azuzaron la denuncia a la Inquisición por una preferencia entonces polémica: consideraba preferible el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina, la "Vulgata", adoptada por el Concilio de Trento. Conflictiva era también la traducción y el comentario, de literalidad profana, al "Cantar de los cantares", que había realizado, en 1561, atendiendo a los requerimientos de una monja amiga suya, Isabel de Osorio, que desconocía el latín. El Concilio de Trento había prohibido la traducción de la Biblia a las lenguas vulgares, y la consideración literal del poema, obviando la interpretación alegórica, era sempiterno motivo de discusión canónica. No sé si los pliegos se difundieron por indiscreción, ni si fue determinante en la condena, seguro es que no ayudó, como obvio que no ayudó su ascendencia judía. Cuatro años le tuvo la Inquisición en prisión preventiva en Valladolid, de 1572 a 1576. Que el "Cantar de los cantares" es un poema erótico precioso, un bello tratado del amor humano, lo refrenda Fray Luis con esta exégesis profana, la celebración carnal, el atrevimiento sensorial, la sensibilidad corporal. Quién sabe, quizá San Juan de la Cruz leyó estos comentarios.


"Pues entre las otras obras y tratados divinos, uno es la 'Canción' suavísima que Salomón, profeta y rey, compuso, en la cual, debajo de una égloga pastoril más que en ninguna otra escritura, se muestra Dios herido de nuestros amores con todas aquellas pasiones y sentimientos que este afecto suele y puede hacer en los corazones humanos más blandos y más tiernos: ruega y llora, y pide celos; vase como desesperado, y vuelve luego, y variando entre esperanza y temor, alegría y tristeza, ya canta de contento, ya publica sus quejas, haciendo testigos a los montes y a los árboles de ellos, a los animales y a las fuentes, de la pena grande que padece. Aquí se ven pintados al vivo los amorosos fuegos de los demás amantes, los encendidos deseos, los perpetuos cuidados, las recias congojas que el ausencia y el temor en ellos causan, juntamente en los celos y sospechas que entre ellos se mueven. Aquí se oye el sonido de los ardientes suspiros, mensajeros del corazón, y de las amorosas quejas y dulces razonamientos, que unas veces van vestidos de esperanza, otras de temor, otras de tristeza o alegría; y, en breve, todos aquellos sentimientos que los apasionados amantes probar suelen, aquí se ven tanto más agudos y delicados, cuanto más vivo y acendrado es el divino amor que el mundano, y dichos con el mayor primor de palabras, blandura de requiebros, extrañeza de bellas comparaciones que jamás se escribió ni oyó."

(Fray Luis de León, "Cantar de cantares de Salomón", 1561.)

martes, 28 de mayo de 2019

Gemma Contreras, "La Gran Fuga" [2002]


La Operación Éxito: el 29 de enero de 1990 cuarenta y tres presos políticos de importancia de las dos ramas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez consiguieron escapar de una de las cárceles de máxima seguridad de Chile, el por aquel entonces Centro de Detención Preventiva de Santiago. Un magistral plan diseñado con organización, disciplina, creatividad y meticulosidad, permitió construir discretamente durante largos meses un túnel que posibilitó la evasión. Una historia impresionante, y un conflicto político todavía remanente. 'Para un combatiente, fugarse de la cárcel no es un derecho, es un deber'.

"Es difícil precisar la cifra, pero como mínimo quedan ciento ochenta militantes de diferentes agrupaciones, principalmente del FPMR, el MIR y el PC, exiliados y extrañados por todo el mundo. Ciento ochenta personas que aún son víctimas de la dictadura. Esta es la gran deuda pendiente de la actual democracia chilena."

(Xavier Montanyá, "La gran evasión. Historia de la fuga de prisión de los últimos exiliados de Pinochet", 2009.)

lunes, 27 de mayo de 2019

El Arcipreste de Talavera, "El Corbacho" [1438]

"El Corbacho" de Alfonso Martínez de Toledo, o "El Arcipreste de Talavera", "Reprobación del amor mundano", compuesto en 1438, una reacción moralista contra el amor cortés que imperaba e la literatura profana, un destacado ejemplo de la literatura misógina medieval, tratado de las 'malas condiciones de las perversas mujeres', una obra que pretende mostrar los peligros del mundo a quienes los desconocen, los que no 'han bebido de sus amargos brebajes ni han gustado de sus viandas amargas'. Es una visión negativa, reprensiva y satírica, del sentimiento amoroso, un ácido sermón contra la lujuria, pecado capital: el amor es causa de todo tipo de desgracias materiales y morales, el que ama es temeroso de todo, aborrece parientes y amigos, puede llegar a la pobreza o a la locura, quebranta todo precepto y pierde toda virtud.


"De cómo muchos enloquecen por amores

Otra razón es muy fuerte contra el amor y amantes, que amor su naturaleza es penar el cuerpo en la vida y procurar tormento al ánima después de la muerte. ¿Cuántos, di, amigo, viste u oíste decir que en este mundo amaron, que su vida fue dolor y enojo, pensamientos, suspiros y congojas, no dormir, mucho velar, no comer, mucho pensar? Y, lo peor, mueren muchos de tal mal y otros son privados de su buen entendimiento; y si muere va su ánima donde penas crueles le son aparejadas por siempre jamás, no que son las tales penas y tormentos por dos, tres o veinte años. Pues ¿que le aprovechó al triste su amar o a la triste si su amor cumpliere, y aun el universo mundo por suyo ganare, que la su pobre de ánima por ello después en la otra vida perdurable detrimento o tormento padezca? Por ende, amigo, te digo que maldito sea el que a otra ama más que a sí, y por breve delectación quiere haber dañación, como suso en muchos lugares dicho es; y más, que fue sabedor de esto que dicho es, y avisado, y quiso su propia voluntad seguir diciendo: 'Mata, que el Rey perdona'."

(Alfonso Martínez de Toledo, "El Corbacho", 1438.)

Fray Antonio de Guevara, "Menosprecio de corte y alabanza de aldea" [1539]


Otro de esos libros curiosotes del S. XVI, tiene por revelador título "Menosprecio de corte y alabanza de aldea", y está escrito por el franciscano Fray Antonio de Guevara, clásico en nuestra patria literatura, que fue humanista en la corte de los Reyes Católicos. Siguiendo la fórmula horaciana, 'beatus ille', elogia la vida rural frente a las corrupciones de la vida ciudadana. Es también el tópico del 'sequere naturam', el sempiterno seguir la naturaleza, la idealización del mundo campesino desde la corte o la ciudad, 'Osaríamos decir, y aun afirmar, que para los hombres que tienen pensamientos altos y la fortuna baja les sería más honra y provecho en aldea honrados que no en la ciudad abatidos'. Otra buena manifestación de lo que es un tema de ardorosa actualidad en: la huida del 'mundanal ruido' urbano.

"¡Oh!, cuán bienaventurado es aquél a quien cupo en suerte de tener qué comer en el aldea; porque el tal no andará por tierras extrañas, no mudará posadas todos los días, no conocerá condiciones nuevas, no sacará cédula para que le aposenten, no trabajará para que le pongan en la nómina, no tendrá que servir aposentadores, no buscará posada cabe palacio, no reñirá sobre partir la casa, no dará prendas para que le fíen ropa, no alquilará camas para los criados, no adobará pesebres para las bestias, ni dirá estrenas a sus huéspedas."

(Fray Antonio de Guevara, "Menosprecio de corte y alabanza de aldea", 1539.)

sábado, 25 de mayo de 2019

Ugis Olte y Morten Traavik, "Liberation Day" [2016]


¿Se enteraron del concierto que Laibach ofreció en Piongyang en el Día de la Liberación de Corea del Norte en el año 2015? Mr. Ryu, delegado del Comité de Relaciones Culturales, declaró en la cena de bienvenida a la banda,
'Laibach es un grupo de rock espantoso. Usan pornografía en sus videoclips. De hecho, se considera un grupo neonazi que usa decorados y vestuarios hitlerianos e insulta a varias religiones. Este grupo se mofa y se ríe de lo que ellos llaman 'dictaduras' y su música es espantosa. En Rusia los han prohibido con razón, porque se han reído del himno nacional ruso. Es inconcebible que la República Popular Democrática de Corea del Norte, un estado firmemente antifascista, que luchó contra el imperialismo japonés, país aliado de la Alemania Nazi y la Italia fascista, invite a un grupo como Laibach a Piongyang. ¿Cómo se puede invitar a fascistas a la celebración del setenta aniversario de la liberación de Corea? Si Laibach visita la RPDC estarían provocando y perjudicando al sistema socialista del país.'
El documental cuenta el proceso de preparación de los conciertos de Laibach en la capital norcoreana, promovidos por el artista y documentalista Morten Traavik, contacto principal para que el evento aconteciera, primera actuación de un grupo de 'rock' occidental en la nación Juche. Y el entendimiento, complejo por diferencias culturales o burocráticas, sucede. Los conciertos se celebraron el 19 y 20 de agosto de 2015 ante unas 2.000 personas cada uno, y Traavik estableció su impresión,
'No esperaba ver al público de pie, aplaudiendo con las manos en alto, saltando y cantando. Fue una reacción muy controlada. Igual que cuando el rock and roll llegó a España, Noruega u otro país por primera vez. Nadie me dijo “amo esta música”. Por las reacciones, a la mayoría de la gente corriente no le gustó nada y pensó que era algo terrible y feo'.

viernes, 24 de mayo de 2019

Joris Ivens, "Komsomol (El canto de los héroes)" [1933]

Es un documental sobre la construcción de los altos hornos en la ciudad metalúrgica de Magnitogorks durante el Primer Plan Quinquenal de la Unión Soviética, una sorprendente genuflexión de Ivens al pérfido proceso de acumulación socialista originaria, la colectivización forzosa de tierras y la industrialización relámpago, además de un impostado tributo a los logros de los voluntarios de la juventud comunista, conocida como komsomol, que en tiempo récord aspiran a culminar la magna tarea que les es encomendada. En los inicios de lo que posteriormente se conocería como docudrama, la cámara de Ivens sigue a uno de los jóvenes héroes para retratar la épica productivista, albor del estajanovismo.


"Una vez establecido el contacto, todas las ciudades de la Unión están en alerta junto a los 'Micros' y los altavoces. En los Komsomoles, en las fábricas, en los teatros, en los clubs, en todas las colectividades de la U.R.S.S. se espera la palabra de las Juventudes. El jefe de brigada habla de nuevo: -El camarada Lukanow, del Comité Central de la Juventud Comunista de Moscú, tiene la palabra... Lukanow se levanta. Es un muchacho joven: 20 años apenas. Habla simplemente, claramente, emocionado. Se trata del triunfo del Plan Quinquenal... De la Edificación Socialista de la Unión Soviética. Este año necesitamos 9.000.000 millones de toneladas de hierro. Es la base de todas las industrias metalúrgicas y siderúrgicas de la Unión,.. Hay que unir nuestras fuerzas, camaradas. ¿Habéis oído, Kusbass, Donbass, Ural? Necesitamos nueve millones de toneladas de hierro este año. El triunfo del Plan Quinquenal está en vuestra manos. En nuestras manos, Juventudes Comunistas y jóvenes obreros de la Unión... Ahora es Charkow quien habla: -Aquí Charkow... Ya os hemos oído. Todos los obreros de la fábrica de tractores están aquí. Este año vamos a producir 35.000 tractores. Necesitamos hierro, acero, bronce... Lo necesitamos pronto para construir máquinas que sostengan el desarrollo y la industrialización de nuestra agricultura. Ahora es Kussbass quien toma la palabra: -Es Kusbass quien os habla... Hemos oído a todos y prometemos nosotros, komsomoles de Kusbass, el carbón necesario para todas las fábricas metalúrgicas de la Unión. El esfuerzo será intensificado. Sabemos que la realización del Plan depende de nosotros y podéis estar seguros de nuestro trabajo. -Aló, aquí Gorki... Somos los obreros del Centro de la Industria del Automóvil. La producción va a comenzar este año de una forma intensiva que asegure todo el transporte de materiales. Desde 1932 queremos producir ciento cuarenta mil unidades por año... -Aquí, Bakú... como sabéis, nosotros hemos realizado el Plan Quinquenal en dos años y medio. Sin embargo, continuamos trabajando... Oídnos, Kusbass, Gorki, Stalingrado: Tendréis el petróleo y la esencia necesaria para vuestras máquinas... Como vosotros, también luchamos por la realización del Plan socialista. -Aquí, Magnitokorsk... Es el Circo Central quien habla. Al mismo tiempo que primeros ayudas del Partido Comunista, nosotros, komsomoles de Magnitokorsk, batimos el Alto Horno número 2. De aquí a unos meses, Magnitokorsk será el centro metalúrgico más grande y más importante de Europa. Cada uno de nosotros ha aprendido en su trabajo cotidiano que el provenir del Plan Quinquenal depende de sí mismo. Somos conscientes de nuestro deber y de nuestra responsabilidad. Queremos terminar en junio el segundo Alto Horno, que dará 1.000 toneladas de acero por día a la edificación del Plan."

(Juan Piqueras, "Reportajes de Nuestro Cinema. Con Joris Ivens, cineasta holandés realizador de Komsomol, film Soviético sobre las Juventudes en la U.R.S.S.”, 1933.)

jueves, 23 de mayo de 2019

Fernando Birri, "Tire dié" [1960]


Cuando el tren cruzaba el puente sobre las aguas a la entrada de la ciudad argentina de Santa Fe, los chavales de la barriada contigua corrían tras los los vagones gritando a los pasajeros que bajaban sus ventanillas, 'tire dié', 'tire dié': pretendían que les arrojaran una moneda de diez centavos con los que comprarse un pancito... "Tire dié" es una obra documental clásica del cine latinoamericano.

martes, 21 de mayo de 2019

José Antonio Nieves Conde, "El inquilino" [1957]


El problema de la vivienda en la patria ibérica es un mal endémico. Quede alguna de sus pruebas en el cine español de antaño: "El inquilino", "El pisito" o "El verdugo". Una de las herencias más abominables del franquismo se resume en esta consigna: 'sólo con vivienda propia podrá el hombre cumplir con su destino social'. El franquismo promocionó la vivienda en propiedad con una función moralizante, aquel ministro de vivienda, el falangista José Luis Arrese, lo expresó diáfanamente en 1956, 'queremos un país de propietarios no de proletarios'; y ya lo saben, lo experimentan cotidianamente, la expansión de la sociedad de consumo se sustenta en la vivienda (¿cuántas viviendas ibéricas tenían televisión, frigorífico, lavadora o automóvil antes de los años del llamado desarrollismo, antes de la década de 1960?): su propiedad será garantía de que el trabajador acabará por formar una familia, un hogar, un espacio de reproducción estable que le alejará de las conductas sociales nocivas. La política de vivienda en propiedad del franquismo fue un éxito incuestionable.

lunes, 20 de mayo de 2019

Nanni Balestrini, "La violencia ilustrada" [1976]


"La sensación de volverse cenizas la sensación de que si consiguieras decir lo que ocurre todo saldría como un chorro de agua hirviendo que hierve por siempre jamás."

Un parte de guerra. Ocupaciones de fábrica, atracos a entidades bancarias, acciones armadas frustradas con guerrilleros caídos, manifestaciones de jóvenes airados que campan amenazantes por el centro de la ciudad, los barrios en pie de guerra contra el desalojo de viviendas, demostraciones obreras en los puntos neurálgicos urbanos. La instauración del Gobierno Provisional Revolucionario.

"Solo la lucha armada transforma el uso capitalista de la supresión de la ley del valor en lucha obrera por la supresión del mando del capital y del trabajo solo la lucha armada habla hoy de comunismo. Dentro de la fábrica los comités de sección se reúnen sección por sección annte las verjas hay ya miles de obreros llegan los del segundo turno dejan también entrar los coches tocando la bocina para avisar a todas las secciones la fábrica es inmensa el tiempo apremia. No temen a las crisis ni a la violencia son una realidad que extrae no de la desesperación sino del goce de la riqueza las razones de su odio a los patrones y de la inflexibilidad de su lucha."

(Nanni Balestrini, "La violencia ilustrada", 1976.)

domingo, 19 de mayo de 2019

Joris Ivens & Henri Storck, "Misére au Borinage" [1933]


Borinage está en Valonia, al sur de Bélgica. Zona industriosa, en 1932 los trabajadores se pusieron en huelga, estuvieron dos meses parados, y las consecuencias fueron terribles. Storck e Ivens, las registraron: 'dejamos de pensar en el cine y en cómo tomar un plano, nos dominó una necesidad irrevocable de producir imágenes tan simples, desnudas y sinceras como fuera posible para adecuarse a los hechos horribles que nos brindó la realidad'.

sábado, 18 de mayo de 2019

Ricardo Marquina Montañana, "Europa, frontera este" [2019]


¿Una nueva guerra fría? La militarización de la frontera este de Europa, especialmente en los países bálticos, ha refundado el telón de acero y ha disparado el temor, la amenaza, de un conflicto armado a gran escala. El ataque de la OTAN a la antigua Yugoslavia, el reconocimiento de los países occidentales a la independencia unilateral de Kosovo, el apoyo sin disimulo de Bruselas y Washington al cambio político violento de poder en Ucrania; el apoyo ruso a los separatistas en el este de Moldavia en los noventa, la toma por la fuerza de los territorios de Abjasia y Osetia del Sur en Georgia en 2008 o la adhesión de Crimea y el apoyo militar a los separatista del este de Ucrania. Uno no quiere pensar en una guerra nuclear.

viernes, 17 de mayo de 2019

Yony Leyser, "Queercore: how to punk a revolution" [2017]


El descaro provocativo que desencadenó la irrupción de una serie de individuos y bandas de gran inteligencia corrosiva. Algunas de ellas me eran conocidas: Bikini Kill, Gossip, Peaches; otras han sido una revelación: Pansy Division, Tribe 8 o las creaciones audiovisuales de LaBruce y Jones. Una grande presentación.

jueves, 16 de mayo de 2019

Émile Zola, "Germinal" [1885]


El fracaso de la huelga en La Voreux, una mina devoradora de hombres y mujeres al norte de Francia. Las condiciones de vida miserables hacen a los mineros miserables. Sólo una visión profética, la promesa de una edad de oro tras el sacrificio de la gran batalla, otorga la débil esperanza de poner fin a unas opresivas circunstancias sociales. Será la huelga, la cruenta huelga de los mineros, la lucha colectiva y ruda contra los propietarios y sus lacayos, ¿cómo construir la unidad proletaria que se mantenga férrea cuando arrecien las más violentas y elementales necesidades fisiológicas?, sin dinero no hay pan y sin pan la fuerza del hambre impera, la disciplina flaquea, un impulso agónico que clama claudicar se intensifica. La novela es terrible, una desasosegante exposición del medio brutal en el que los mineros desarrollan su existencia, bestias incapaces de superar su sucia condición, que consideran la bondad una debilidad o un lujo burgués; en aquel pueblo no tiene cabida el afán de perfeccionamiento moral, práctica privilegiada de quienes nacieron en familia holgada, los aspirantes a predicadores que enmascaran su arrogancia en visiones paradisiacas y que altaneros visitan con sus vanas pretensiones los hogares de los condenados a la disciplina industrial. Las pasiones se desatan feroces, el trato es desapacible y brusco, la violencia continuada y fatal. Y la huelga es un destello de tensa esperanza, un rudo empujón que resquebraja la sociedad por un instante, que sea por aumentar el salario y ralentizar los ritmos de trabajo, que ojalá germine como la posibilidad de establecer otras relaciones humanas, radicalmente humanas. Si caemos en la amargura aristócrata de Souvarine, en el absurdo desprecio hacia los mineros, un inútil sufrimiento de alma resentida con la bestialidad circundante, la derrota será definitiva.

"¡Bobadas!... ¡Con sus bobadas nunca saldrán adelante!
Luego, bajando más todavía la voz, explicó en frases amargas su antiguo sueño de fraternidad. Había renunciado a su rango y a su fortuna, sólo se había unido a los obreros con la esperanza de ver nacer por fin aquella sociedad nueva del trabajo en común. Todos los 'sous' de sus bolsillos habían ido pasando a los chiquillos del poblado, se había mostrado con los carboneros de una ternura de hermano, sonriendo a su desconfianza, conquistándolos con su aire tranquilo de obrero cumplidor y poco charlatán. Pero, decididamente, aquella fusión no se hacía, seguía siendo extraño para ellos, con su desprecio de todos los vínculos, su voluntad de mantenerse firme, al margen de las vanidades y placeres. Y desde por la mañana estaba excitado, sobre todo por la lectura de un suceso que aparecía en los periódicos.
Su voz cambió, sus ojos se iluminaron, se clavaron sobre Étienne, y se dirigió directamente a él.
- ¿Comprendes tú esto? Esos sombrereros de Marsella que han ganado el premio gordo de cien mil francos, y que inmediatamente han comprado renta, declarando que en adelante vivirán sin hacer nada... ¡Sí, esa es vuestra idea, la de todos vosotros, los obreros franceses, encontrar un tesoro para luego comerlo a solas, en un rincón de egoismo y holgazanería! Por más que gritéis contra los ricos, os falta valor para dar a los pobres el dinero que la fortuna os envía... Nunca seréis dignos de la felicidad, mientras tengáis algo vuestro, y mientras vuestro odio a la burguesía proceda únicamente de vuestra necesidad rabiosa de ser burgueses en su puesto.
Rasseneur se echó a reír, la idea de que los dos obreros de Marsella habrían debido renunciar al premio gordo le parecía estúpida. Pero Souvarine palidecía, su cara descompuesta se volvía horrible, inundada por esas cóleras religiosas que exterminan a los pueblos. Gritó:
- Todos seréis segados, derribados, echados al pudrirero. Ha de nacer quien aniquile vuestra raza de cobardes y gozadores. Y, mirad, aquí están mis manos, mis manos podrían hacerlo, cogerían la tierra así, la sacudirían hasta convertirla en migajas, para que todos quedéis bajo los escombros."

(Emile Zolá, "Germinal", 1885.)

miércoles, 15 de mayo de 2019

Emmanuel Rodríguez López, "La política en el ocaso de la clase media. El ciclo 15M-Podemos" [2016]

'No nos representan', 'lo llaman democracia y no lo es', 'no somos mercancías en manos de políticos y banqueros'. El 15M supuso la irrupción de una vasta marea de protesta y movilización, una central manifestación del declive de las clases medias, sustento del Régimen del '78: de la ocupación de las principales plazas de las ciudades españolas a la proliferación de asambleas de barrio, de la eclosión de multitud de conflictos relacionados con la vivienda (el protagonismo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca) a las luchas masivas contra los recortes en sanidad y educación (las Mareas). Fue el periodo de la generalización de las manifestaciones para denunciar la corrupción sistémica, la multiplicación de las concentraciones para frenar desahucios o las convocatorias para rodear el Congreso, los episodios de centralidad comunitaria (barrio Gamonal, Can Vies), las marchas multitudinarias por la dignidad. Fue la fase movimiento.

"El agotamiento de la capacidad de propuesta y de la creatividad de los primeros tiempos mostraba no sólo el cansancio físico de más de dos años de movilización, sino también una creciente impotencia para encontrar una vía política propia. El vacío relativo se estaba llenando de rituales, de repeticiones, incluso de una evidente tendencia a la 'izquierdización', que se puede interpretar en un sentido no necesariamente positivo. Quizás el 'techo de cristal' no era sólo el del 15M, sino la demostración de los límites de formas de movilización y de 'hacer política', que arrancaban de mucho antes de 2011. El problema del poder no tardaría en volverse a plantear, esta vez, por medio del ensayo de una vía mucho más tradicional y ajustada a los medios de integración de la democracia representativa, la vía electoral."


'Convertir la indignación en cambio político', 'convertir la mayoría social en mayoría política', 'recuperar las instituciones para la ciudadanía',  'hemos venido a patear el tablero'. Del manifiesto 'Mover Ficha' a las elecciones de mayo del 2015, en las que Podemos consiguió un resultado sobresaliente. Los círculos, la asamblea constituyente del partido, 'el instrumento de la gente': Vistalegre. El 'comando mediático' al 'asalto institucional'. La nueva organización del partido: dirección uniforme, estructuración rígida, modalidad de validación plebiscitaria, desplazamiento de los círculos en beneficio de los órganos directivos o de los cargos electos; la máquina de guerra electoral daba completa prioridad a la batalla comunicativa. El crecimiento rápido y la erosión rápida. La irrupción de Ciudadanos, los casos mediáticos que enfangaban la reputación de los integrantes del equipo de comunicación. La vía municipalista revitalizó el proyecto institucional posterior al 15M, con el hiperliderazgo de Carmena y Colau y su suave pretensión de 'gobernar para todos'. El 'gobernismo' de las candidaturas municipalistas, el 'estatismo' de podemos. Fue la fase institucional.

"Por elegir un término, hablamos aquí de las 'persistentes potencias del 15M'. Es preferible el concepto 'potencias', y no malestares, en tanto el ciclo ha venido marcado por una serie de experimentos positivos: movimientos, movilizaciones, partidos. Estas potencias son, no obstante, una incógnita política. Constituyen el elemento más fascinante de la nueva época. El movimiento de las plazas produjo una politización de masas, conectó una corriente eléctrica de alto voltaje a tramas humanas previamente receptivas a conducir 'mensajes políticos'. No obstante, el motor del ciclo ha permanecido como un gigantesco interrogante. Conocemos, sin duda, algunos elementos de su mecánica. Hemos sabido que el 15M produjo un contagio y una simpatía 'transversales' debido a elementos de clase determinados: la quiebra de la promesa de nivelación social contenida en la sociedad de clases medias y la politización de las generaciones más jóvenes de la 'mesocracia' condenada a la precariedad. Alcanzamos también a intuir que el 15M se solapó, y al mismo tiempo suprimió, posibles 'soluciones' políticas a los malestares de la crisis en forma de guerra entre pobres: como los populismos racistas dirigidos contra los migrantes que predominan en buena parte de Europa o la reinvención de una derecha del 'hombre común', proyección política y cultural de las clases medias en crisis, al modo que, ya tarde, probó Ciudadanos. Sin embargo, sabemos poco o nada acerca de cómo se articula socialmente la 'indignación', más allá de la representación y de las practicas de los nuevos partidos, esto es, más allá de un cuerpo político reducido a un discurso ciudadanista hecho de transparencia, antiausteridad y cierto 'comunalismo' ligado a la defensa de los derechos sociales."

(Emmanuel Rodríguez López, "La política en el ocaso de la clase media. El ciclo 15M-Podemos", 2016.)

martes, 14 de mayo de 2019

Forugh Farrokhzad, "La casa es negra" [1963]

"El mundo está lleno de fealdad. Aún habría más si el hombre apartara la mirada. Van a ver en pantalla una imagen de la fealdad, un retrato del sufrimiento que sería injusto ignorar. Por respeto al hombre, debemos luchar contra esta fealdad, aliviar este sufrimiento. Esa es la esperanza que ha inspirado esta película."


Es el único acercamiento al cine de la célebre poetisa iraní Forugh Farrojzad, "La casa es negra", un corto documental en el que se muestra crudamente a los enfermos de lepra recluidos en una casa de acogida de la ciudad de Tabrid. La malformación de los rostos, los miembros mutilados, la juventud malgastada, la humillación de la enfermedad, la distancia opaca respecto de una sociedad que los considera basura. Entre versos de Forugh y lecturas del Corán, el lirismo de la poesía atenúa o embellece la repulsión instintiva del neófito espectador de las imágenes, esa compasión literaria nos invita a comprender, quizá compartir por un instante, el sufrimiento de los leprosos, ese reducto de estiércol cuyo hedor urge mantener alejado. Cómo encontrar la belleza entre la sucesión de deformaciones repelentes, cómo enfrentarse a la fealdad para aliviar el sufrimiento que acarrea.

lunes, 13 de mayo de 2019

V.I. Lenin, "El Estado y la Revolución" [1917]

Lenin escribió esta conocida obra en agosto-septiembre de 1917 mientras estaba clandestino en Finlandia. El espinoso asunto del Estado, 'fuerza especial de coacción'. ¿Es el Estado producto y manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase? ¿Puede liberar el proletariado sus cadenas sin una revolución violenta que destruya el aparato del poder estatal? ¿Será la organización armada espontánea de la población herramienta suficiente para vencer los terribles rigores de una guerra civil? ¿Puede adquirir el Estado un papel de neutro mediador en el enfrentamiento entre las clases sociales? ¿El sufragio universal es un medio suficiente para revelar la voluntad de la mayoría de los trabajadores? ¿Tiene alguna consistencia teórico-práctica, más allá de la tozudez creyente, la afirmación que preconiza una lenta, paulatina, progresiva, extinción del Estado proletario? ¿Asumida la inevitable necesidad de una revolución violenta que derroque el Estado burgués, cómo desaparecerá progresivamente esa fuerza especial de represión bajo el dominio de quienes se arrogan la representación del proletariado? ¿Cuándo abandonarán los nombrados jefes del proletariado su tarea de vanguardia rectora de la violencia contra los recalcitrantes elementos burgueses? ¿Es posible tomar el poder político sin perfeccionar la máquina del Estado? ¿Puede una dominación supuestamente proletaria destruir los resortes del poder estatal burgués sin apuntalar el inmenso edificio estatal, sin fortalecer la burocracia y sin instituir un ejército permanente? ¿Con qué sustituirá la revolución proletaria la máquinaria estatal que ha de aniquilarse? Lenin recurre para caracterizar el Estado socialista, a lo analizado por Karl Marx tras la experiencia de la Comuna de París (Marx advertía que 'La Comuna ha demostrado, sobre todo, que la clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines', que 'no se trataba de pasar de unas manos a otras la máquina burocrático-militar, sino de demolerla'), y atiende también a las notas que Engels despachó sobre la cuestión estatal, mientras se bate en abierta pugna con lo que denomina el oportunismo kautskiano, con los adeptos del menchevique Plejanov, con las posiciones imperantes en la fracasada Segunda Internacional: los píos deseos de conciliación interclasista, en los que el sometimiento de la minoría burguesa a la mayoría proletaria se desarrollaría pacíficamente. Profetizaba arrogante Engels en "El origen de la familia, la propiedad privada y el estado", 'Las clases desaparecerán de un modo tan inevitable como surgieron en su tiempo. Con la desaparición de las clases, desaparecerá inevitablemente el Estado. La sociedad, reorganizando de un modo nuevo la producción sobre la base de una asociación libre de productores iguales, enviará toda la máquina del Estado al lugar que entonces le ha de corresponder: al museo de antigüedades, junto a la rueca y el hacha de bronce'.


"Nosotros nos proponemos como meta final la destrucción del Estado, es decir, de toda violencia organizada y sistemática, de toda violencia sobre los hombres en general. No esperamos el advenimiento de un orden social en el que no se acate el principio de la subordinacion de la minoría a la mayoría. Pero, aspirando al socialismo, estamos persuadidos de que éste se convertirá gradualmente en comunismo, y en relación con esto desaparecerá toda necesidad de violencia sobre los hombres en general, toda necesidad de subordinación de unos hombres a otros, de una parte de la población a otra, pues los hombres se habituarán a observar las reglas elementales de la convivencia social sin violencia y sin subordinación."

(V.I. Lenin, "El Estado y la Revolución", 1917.)

domingo, 12 de mayo de 2019

Óscar Martínez, "Los migrantes que no importan" [2010]

"Los migrantes, en sus romerías mortales, nos dejan una lección. Digámosla: somos sociedades de mierda. Reformulemos: somos sociedades crueles. Sigamos: somos sociedades capaces de hacer que decenas de miles de personas envidien el cuido que reciben nuestras mascotas."

Una escalofriante colección de crónicas de la migración centroamericana: "Los migrantes que no importan" de Óscar Martínez, periodista del periódico digital salvadoreño El Faro. En las rutas migratorias mexicanas, la diferencia entre policía y mafioso se evaporó, los niveles de crueldad se descontrolaron, la impunidad continúa amparando el secuestro, la tortura y el asesinato. Las rutas migratorias y del narcotráfico se entrecruzaron, y los vatos del crimen organizado rapiñan a los migrantes, migrantes a la búsqueda del sueño americano o migrantes que sencillamente huyen, no buscan una vida mejor, sólo huyen, para seguir con vida, de una región brutamente violenta.

"En el sur de México todavía se viola a mujeres de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua. En el centro de México todavía se asesina a defensores de migrantes. En la costa Atlántica hay casas llenas de hombres, mujeres y niños secuestrados. En el norte de México, llegar hasta los puntos de cruce todavía tiene precio, y esa cuota se le paga a la mafia que regente ese pedazo de frontera. Sin embargo, toda la muerte entre los años 2007 y 2010 marcó un antes y un después. Ahora ningún funcionario puede decir sin que se le derrita la cara de cinismo que a los migrantes no los asesinan, violan, secuestran, tratan, extorsionan. Ahora mismo, nadie puede ya olvidar que todo eso ocurre -como recientemente se demostró en el caso de la mascare de Tamaupilas- con la participación de policía y autoridades municipales."

(Óscar Martínez, prólogo de la tercera edición mexicana de 2015 de "Los migrantes que no importan".)

sábado, 11 de mayo de 2019

Emilia Pardo Bazán, "La Tribuna" [1882]

Se le concede a la novela de Emilia Pardo Bazán, "La Tribuna", una significación extraordinaria, como documento testimonial de la efervescencia de las ideas de la revolución de 1868, conocida como la Gloriosa, como una observación minuciosa del trabajo de las cigarreras decimonónicas en la fábrica de tabacos de A Coruña. Los estudiosos señalan que Pardo Bazán  por primera vez en la novelística española, explora con densidad las vicisitudes que rodean a un entorno laboral: el de las cigarreras. Amparo, 'La Tribuna', la protagonista, partidaria de la República Federal, es una líder obrera que conciencia y adoctrina a sus compañeras de trabajo a través de las ardorosas lecturas de periódicos en voz alta, que llega a la incitación a la lucha obrera cuando los derechos laborales no son respetados por los patronos: en la novela se narra vibrantemente una huelga salvaje de las trabajadoras. Cuatro años más tarde de la publicación de "La Tribuna", en sus "Apuntes autobiográficos", Emilia Pardo Bazán sostenía que 'el verdadero infierno social a que puede bajar el novelista, Dante moderno que escribe cantos de la comedia humana, es la fábrica, y el más condenado de los condenados, ese ser convertido en rueda, en cilindro, en automáta'. "La Tribuna" es una heterógenea exploración de una comunidad urbana de provincias, la ciudad de Marineda, creación literaria de A Coruña, que registra minuciosamente, a través de procedimientos acumulativos naturalistas, las vicisitudes que acontecen en el espacio urbano de una ciudad de provincias, en la maldita calle de Marineda: sus áreas de opulencia y de miseria, su inquieta zarabanda, los frecuentadores de sus diferentes espacios, y su jerarquización, vicisitudes, fiestas y revueltas.


"La calle le brindaba mil distracciones, de balde todas. Nadie le vedaba creer que eran suyos los lujosos escaparates de las tiendas, los tentadores de las confiterías, las redomas de color de las boticas, los pintorescos tinglados de la plaza; que para ella tocaban las murgas, los organillos, la música militar en los paseos, misas y serenatas; que por ella se revistaba la tropa y salía precedido de sus maceros con blancas pelucas el Excelentísimo Ayuntamiento. ¿Quién mejor que ella gozaba del aparato de las procesiones, del suelo sembrado de espadaña, del palio majestuoso, de los santos que se tambalean en las andas, de la Custodia cubierta de flores, de la hermosa Virgen con manto azul sembrado de lentejuelas? ¿Quién lograba ver más de cerca al capitán general portador del estandarte, a los señores que alumbraban, a los oficiales que marcaban el paso en cadencia? Pues, ¿y en Carnaval? Las mascaradas caprichosas, los confites arrojados de la calle a los balcones, y viceversa, el entierro de la sardina, los cucuruchos de dulce de la piñata, todo lo disfrutaba la hija de la calle. Si un personaje ilustre pasaba por Marineda, a Amparo pertenecía durante el tiempo de su residencia: a fuerza de empellones la chiquilla se colocaba al lado del infante, del ministro, del hombre célebre; se arrimaba al estribo de su coche, respiraba su aliento, inventariaba sus dichos y hechos.
¡La calle! ¡Espectáculo siempre variado y nuevo, siempre concurrido, siempre abierto y franco! No había cosa más adecuada al temperamento de Amparo, tan amiga del ruido, de la concurrencia, tan bullanguera, meridional y extremosa, tan amante de lo que relumbraba."

(Emilia Pardo Bazán, "La Tribuna", 1882)

viernes, 10 de mayo de 2019

Fahimeh Farsaie, "Tiempos envenenados. El caso del doctor Danesh" [1991]


"No, en el discurso no se hablaba de violencia o de opresión, de la necesidad del terror o actos sangrientos. El doctor Danesh había hablado sobre todo de otra patria que debía edificarse sobre la de entonces: una patria en la que todas las criaturas, también patos y palomas, habían de tener pan. Debía nacer un país que además de la justicia social donara la libertad a sus mujeres y hombres."

El regusto agrio de las esperanzas truncadas se contagia tras leer la novela de Fahimeh Farsaie, "Tiempos envenenados. El caso del doctor Danesh", como si diera la razón a un cabezudo Guardián de la Revolución Islámica: si vamos a vivir en este mundo como en el paraíso, ¿para qué queremos el cielo?. La novela, basada en sucesos acontecidos durante la revolución y los años posteriores del mandato ayatolá, sigue el caso de la detención y posterior ejecución del doctor Danesh, un influyente médico comunista afincado en Teherán, y los desesperados intentos de su mujer e hija, desde el exilio en Alemania y asociados con familiares de otros presos políticos en riesgo de liquidación, por llamar la atención de una opinión pública y unas autoridades europeas indiferentes o lánguidas.

"Maral volvió a salir bajo la lluvia. Miró al cielo para dejar que las gruesas y furiosas gotas de agua cayeran contra los músculos tensos de su cara. Se empapó bajo la mortecina luz diurna, sin saber cómo escapar de la desesperación que la embargaba. Tenía la sensación de que todas sus cartas, idas y venidas, citas, las promesas y los esfuerzos de personalidades destacadas, sólo eran un intento ridículo de huir de la amarga realidad: que la ejecución de su padre no era importante para ellos. No les importaba ni a los que aseguraban comprenderla, ni a los que entretanto atendían a otras llamadas tratando de guardar distancias ante la desdicha del prójimo. No importaba a los que, enfrentados al problema de vida o muerte de una persona, hablaban simplemente del tiempo, ni a los que se compadecían de verdad. A nadie... Ni en la tierra ni en el cielo... Ni al Colegio ni a la Asociación Internacional de Médicos... Sólo le importaba a ella, que, sola e indefensa en esa implacable ciudad, lo recorría todo, bajo la lluvia y la luz anubarrada de un invierno helado, tratando de azuzar la conciencia de alguien. Sólo a ella..."

(Fahimeh Farsaie, "Tiempos envenenados. El caso del doctor Danesh", 1991.)

jueves, 9 de mayo de 2019

Ben Hamper, "Historias desde la cadena de montaje" [1991]


¿Sabrán los columnistas del diario La Rioja, lo que es levantarse día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, a las cinco de la mañana para coger el autobús y llegar puntual al turno fabril vespertino? ¿Habrán experimentado los discípulos de Escohotado, la agobiante pesadez del empleado apéndice servil del maquinismo, el fastidio de la ejecución mecánica de idénticas series diseñadas por indolentes ingenieros? ¿Considerarán los liberales exitosos el hastío del lento discurrir de las horas de la jornada laboral, el silencio entre los peones humanos alejados como islas incomunicadas, afanados en una labor sucesiva, circular, opresiva? ¿Conocerán aquellos políticos que se definen como progresistas, el cansancio embrutecedor derivado de plegarse durante un tercio del día a la monotonía de la cadencia de la máquina? ¿Habrán soltado alguna lágrima esos agobiados emprendedores a los que la fortuna les facilitó encontrar una cuota de mercado, humillados por la uniformidad de los tiempos y por las inclemencias de los ritmos? ¿Se les habrá podrido el alma a los universitarios, abandonados a una incurable amargura, anclados en un desgraciado tedio, degradados por el encuadramiento a la repetitiva letanía de gestos que exige la organización taylorista de la producción? ¿Querrán experimentar los hijos de los privilegiados, cómo lentamente, en las dependencias de una fábrica, se adquiere la costumbre de la pasividad? ¿Comprenderán los funcionarios estatales la árida condición obrera, la lamentable necesidad proletaria que obliga a vender la obediencia por dinero, la impresión absurda y vertiginosa del trabajo intransitivo, el estúpido sentimiento de no producir nada útil o hermoso, la desazón de no ver correspondidos los cíclicos esfuerzos cotidianos con los propios deseos, con el bosquejo de un proyecto posible libremente asumido? Estaba leyendo el divertido y ácido libro de Ben Hamper, "Historias desde la cadena de montaje", y además de rememorar mis afortunadamente cortos periodos laborales en una hostil fábrica dedicada a la estúpida litografía de hojalata, allá en el polígono del Sequero, he recordado el punzante impacto que me suscitaron algunos artículos elaborados por la sensible y entregada Simone Weil, compilados en "Escritos políticos", y también su revelador testimonio, "La condición obrera", cuando movida por conocer las condiciones que determinan la servidumbre o la libertad de los obreros, decidió trabajar como operaria en una fábrica francesa, en esa funesta década de los treinta. 'La cuestión no es la de la forma de gobierno sino la de la forma del sistema de producción'.

miércoles, 8 de mayo de 2019

Juan Marsé, "Últimas tardes con Teresa" [1966]


“Desde la cumbre del Monte Carmelo y al amanecer hay a veces la ocasión de ver surgir la ciudad desconocida bajo la niebla, distante, casi como soñada: jirones de neblina y tardas sombras nocturnas flotan todavía sobre ella como el asqueroso polvo que nubla nuestra vista al despertar de los sueños, y sólo más tarde, solemnemente, como si en el cuelo se descorriera una gran cortina, empieza a crecer en alguna parte una luz cruda que de pronto cae esquinada, rebota en el Mediterráneo y viene directamente a la falda de la colina para estrellarse en los cristales de las ventanas y centellear en las latas de las chabolas. La brisa del mar no puede llegar hasta aquí y mucho antes ya muere, ahogada y dispersa por el sucio vaho que eleva sobre los barrios abigarrados del sector marítimo y del casco antiguo, entre el humo de las chimeneas de las fábricas, pero si pudiera, si la distancia a recorrer fuera más corta -pensaba él ahora con nostalgia, sentado sobre la hierba del parque Güell junto a la motocicleta que acababa de robar-, subiría hasta más acá de las últimas azoteas de La Salud, por encima de los campos de tenis y del Cottolengo, remontaría la carretera del Carmelo sin respetar por supuesto su trazado de serpiente (igual que hace la gente del barrio al acortar por los senderos) y penetraría en el parque Gell y escalaría la Montaña Pelada para acabar posándose, sin aroma ya, sin savia, sin aquella fuerza que debió nacer allá lejos en el Mediterráneo y que la hizo cabalgar durante días y noches sobre las espumosas olas, en el silencia y la mansedumbre senil, sospechosa de indigencia, del Valle de Hebrón.
Se sentía muy solo y muy triste.”

El libro de Juan Marsé supuso un hito en el El Carmel, que al ser el barrio donde el Pijoaparte emprende sus correrías, consiguió centrar en las construcciones de sus laderas la atención de los lectores de la ciudad. Anteriormente el escritor catalán Santiago Rusiñol había ambientado una merienda fraternal en la Montanya Pelada, aunque entre los obreros de ideas radicales ya era conocido el Santuari del Coll por ser centro de encuentros políticos. Marsé pone en boca de la madre de Teresa esta percepción del Carmelo, frivolidad estúpida de la burguesía barcelonina, tema central de la novela, 'Para la Sra. Serrat, el Monte Carmelo era algo así como el Congo, un país remoto e infrahumano, con sus leyes propias, distintas. Otro mundo'. Y han pasado largas décadas, y el barrio ha sufrido grandes transformaciones, pero todavía recibe el sobrenombre de 'barrio imposible', en algunas áreas impera un peculiar anarcourbanismo de caprichoso callejeo, consecuencia de la construcción desordenada de los edificios y de los pronunciados desniveles en los que se erigen. Un recalcitrante peatón que modera el uso del transporte público se acostumbra a la letanía de subir y bajar cuestas, y esa repetición cotidiana esculpe duro el culo, pero mantiene cervecera la barriga. Y que "Últimas tardes con Teresa" es una de las pocas novelas que expone el fenómeno migratorio de posguerra y los vericuetos supervivientes de los barraquistas, una novela epítome del realismo social de la generación de escritores patrios de los años cincuenta, que retrata una descarnada relación entre las clases sociales de la Barcelona de aquellos tiempos, lubricada con la mala conciencia de la burguesía antifranquista: su tendencia a la idealización de la política, su idea apostólica de la militancia, su fragilidad subjetiva.

"El descubrimiento del Carmelo significó para la criada una esperanzadora afirmación de principios. La misma materia degradada y resignada de la cual estaba hecho su amor parecía haber conformado aquel barrio casi olvidado, aislándolo, confinándolo fuera de la ciudad, reduciendo todos sus sueños a uno solo: sobrevivir. Paseaban por los senderos de la ladera occidental, entre los pinos y los abetos del parque del Guinardó, remontaban la colina, y en lo alto se paraban a mirar a los niños que manejaban sus cometas; contemplaban el Valle de Hebrón, Horta, el Tibidabo, el Turó de la Peira y Torre Baró gris por la distancia y las brumas del invierno.”

(Juan Marsé, "Últimas tardes con Teresa" 1966.)

martes, 7 de mayo de 2019

Florencia Pinar, "¡Ay!, que ay quien más no bive" [1511]

Hoy me he topado con los poemas de Florencia Pinar, que aparecen en el "Cancionero general" de Hernando del Castillo, impreso por vez primera en 1511. He leído las composiciones en otro libro, nunca he visto edición contemporánea ni mucho menos facsímil de la compilación. La autora del artículo consideraba uno de sus poemas, el más ajustado a las convenciones de la poesía del cancionero, aquel que comienza con el verso '¡Ay!, que ay quien más no bive', como una demostración controlada de la inestabilidad del signo y la voz en el género del amor cortés, como si Florencia Pinar mostrara conciencia de la naturaleza performativa del sujeto en tal juego amoroso,

¡Ay!, que ay quien más no bive
porque no ay quien d'¡ay! se duele,
y si ay, ¡ay! que recele.
Ay un ¡ay! con que s'esquive
quien sin ¡ay! bevir no suele.
Ay plazeres, ay pesares,
ay glorias, ay mil dolores,
ay, donde ay penas d'amores,
muy gran bien si dél gozares,
aunque vida se cative.
Si ay quien tal ¡ay! consuele,
no ay razón por que se cele,
aunque ay con que s'esquive
quien sin ¡ay! bevir no suele.

(Florencia Pinar, "Cancionero general de Hernando Castillo", 1511.)

Jeff Zimbalist y Michael Zimbalist, "Los Dos Escobar" [2010]


Era un retoño, estaba en un campamento de verano que organizaba en Almazán la parroquia San Ignacio de Loyola, era futbolero, recuerdo el partido Italia-España, cuartos de final, la nariz sangrando de Luis Enrique, las lágrimas por la gloria esfumada; recuerdo el partido de Colombia-EEUU, los pelos excéntricos de Valderrama, el autogol de Andrés Escobar, la eliminación de la selección sudamericana en primera fase, el impacto de la noticia de su asesinato, aquel 2 de julio de 1994. El fútbol, una lavandería internacional de dinero del narcotráfico. "Los Dos Escobar", el mejor documental que he visto sobre el deporte rey.

lunes, 6 de mayo de 2019

Pamela Yates, "Granito de arena: cómo atrapar a un dictador" [2013]

Pamela Yates regresó a Guatemala para colaborar con la causa judicial internacional, con sede en la Audiencia Nacional española, abierta contra el general Efraín Ríos Montt. A medio camino entre las memorias y el thriller político, Pamela Yates indaga cámara en mano en el archivo de su célebre documental "Cuando las montañas tiemblan", con la pretensión de buscar pruebas que incriminen a Efraín Montt como responsable último de la cadena de mando que ordenó las matanzas de indígenas de principios de los ochenta del siglo pasado en el Altiplano guatemalteco. Ante la imposibilidad de extraditar a Efraín Montt a España, el proceso judicial volvió a Guatemala, y el 10 de mayo de 2013 el que fuera presidente de la República durante los años 1982 y 1983 fue encontrado culpable por genocidio. Por irregularidades procesales, diez días después la sentencia fue anulada. Aunque se contemplaba la repetición del juicio, esta no tuvo lugar, y Efraín Montt murió en Ciudad de Guatemala en abril de 2018.

Pamela Yates y Newton Thomas Sigel, "Cuando las montañas tiemblan" [1983]


Desde la Operación PBSUCESS, el golpe de estado diseñado por la CIA que derrocó en 1954 al presidente Jacobo Arbenz Guzmán, aquel que lideró la honrada pretensión de que la tierra guatemalteca dejara de servir de plantación privada de la United Fruit Company, aquel a quien el infame preboste Allen Dulles consideró un comunista que aspiraba a convertir Guatemala en 'una cabeza de playa soviética en América'; desde aquel 1954, que puso fin a los 'Diez años de primavera' guatemaltecos, año en el que se remonta el turbador relato de Rigoberta Menchú, la violencia política dominó Guatemala: sigan la narración del ciclo de violencia abierto en "Las venas abiertas de latinoamérica" de Eduardo Galeano. ¿Cómo no estremecerse? El golpe de estado del 23 de marzo de 1982 establece de facto a Efraín Rios Montt en la presidencia. A partir de 1978, las matanzas perpetradas por destacamentos militares se incrementan, el inicio del llamado quinquenio negro, 1978-1983. Otra lamentable estimación, debate estadístico, frío, no exento de contraposiciones: durante el llamado Conflicto Armado Interno, de 1960 a 1996, 200.000 personas fueron asesinadas, en su gran mayoría de ascendencia maya. Esa pintada que rezaba: 'AYER NICARAGUA, HOY EL SALVADOR, MAÑANA GUATEMALA'. Un documental imprescindible, que fue usado como evidencia incriminatoria en el juicio por el genocidio guatemalteco contra Efraín Ríos Montt.

Karl Marx, "Manuscritos: Economía y filosofía" [1844]


"Si suponemos al hombre como hombre y a su relación con el mundo como una relación humana, sólo se puede cambiar amor por amor, confianza por confianza, etc. Si se quiere gozar del arte hasta ser un hombre artísticamente educado; si se quiere ejercer influjo sobre otro hombre, hay que ser un hombre que actúe sobre los otros de modo realmente estimulante e incitante. Cada una de las relaciones con el hombre —y con la naturaleza— ha de ser una exteriorización determinada de la vida individual real que se corresponda con el objeto de la voluntad. Si amas sin despertar amor, esto es, si tu amor, en cuanto amor, no produce amor recíproco, si mediante una exteriorización vital como hombre amante no te conviertes en hombre amado, tu amor es impotente, una desgracia."

Precisión lingüística, una sobria belleza, la acostumbrada penetrante y clarificadora inteligencia. En un capítulo de los tempranos escritos de Karl Marx, el gigante barbudo establece sobriamente la cualidad del dinero. Se apoya en extractos de Shakespeare y Goethe, de un actualidad abrumadora.

"¡Qué diablo! ¡Claro que manos y pies,
y cabeza y trasero son tuyos!
Pero todo esto que yo tranquilamente gozo,
¿es por eso menos mio?
Si puedo pagar seis potros,
¿No son sus fuerzas mías?
Los conduzco y soy todo un señor
Como si tuviese veinticuatro patas.

(Goethe: Fausto- Mefistóteles)

Comencemos primero con la explicación del paisaje goethiano.
Lo que mediante el dínero es para mí, lo que puedo pagar, es decir, lo que el dinero puede comprar, eso soy yo, el poseedor del dinero mismo. Mi fuerza es tan grande como lo sea la fuerza del dinero. Las cualidades del dinero son mis – de su poseedor- cualidades y fuerzas esenciales. Lo que soy y lo que puedo no estan determinados en modo alguno por mi indiviualidad. Soy feo, pero puedo comprarme la mujer más bella. Luego no soy feo, pues el efecto de la fealdad, su fuerza ahuyentadora, es aniquilada por el dinero. Según mi individualidad soy tullido, pero el dinero me procura veinticuatro pies, luego no soy tullido; soy un hombre malo, sin honor, sin conciencia y sin ingenio, pero se honra al dinero, luego también a su poseedor. El dinero es el bien supremo, luego es bueno su poseedor; el dinero me evita, además, las molestias de ser desonesto, luego se presume que soy honesto; soy estúpido, pero el dinero es el verdadero espíritu de todas las cosas, ¿cómo podría carecer de ingenio el poseedor? El puede, por lo demás, comprarse gentes ingeniosas, ¿y no es quien tiene poder sobre las personas inteligentes más talentoso que el talentoso? Eso que no poseo yo, que mediante el dinero puedo todo lo que el corazón humano ansía, todos los poderes humanos? ¿Acaso no transforma mi dinero todas mis carencias en su contrario?
Si el dinero es el vínculo que me liga a la vida humana, que liga a la sociedad, que me liga con la naturaleza y con el hombre,¿no es el dinero el vínculo de todos los vínculos?¿No puede él atar y desatar todas las ataduras? ¿No es también por esto el medio general de separación? Es la verdadera moneda divisoria, así como el verdadero medio de unión, la fuerza galvanoquímica de la sociedad."

(Karl Marx, "Manuscritos: Economía y filosofía", 1844.)

viernes, 3 de mayo de 2019

Stendhal, "Rojo y negro" [1830]


Estaba leyendo "Rojo y negro" del señor Stendhal, que enfoca un plano de una desagradable ciudad de provincias francesa del primer tercio del S. XIX. La novela narra las vicisitudes de Julian Sorel, un complejo escalador social nacido en el ficticio pueblo del Franco Condado, Verrières; inteligente, guapito, camaleónico, silencioso desafecto de las consideraciones de su ambiente, encubre un atractivo resentimiento, propio de alguien talentoso que padeció el estigma de un bajo nacimiento: un aspirante a una exitosa promoción social, un arribista con voluntad de subir. Alguna valiosa consideración puede actualizarse, en lo que tiene de pesadumbre, concerniente a los pueblos de provincia, a sus correctos pobladores, diluciden si pueden la apreciación de lo correcto. Valga como ejemplo este pequeño extracto sacado de sus primeras páginas,

'El hecho es que dichas gentes formales ejercen el más aburrido despotismo. Por culpa de esa fea palabra, la estancia en las pequeñas ciudades se hace insoportable para el que ha vivido en esa gran república que llamamos París. La tiranía de la opinión ¡y qué opinión! es tan necia en las pequeñas ciudades francesas como en las de los Estados Unidos de América".

(Stendhal, "Rojo y negro", 1830.)

jueves, 2 de mayo de 2019

Raoul Peck, "Lumumba" [2000]


Quizá Patrice Lumumba no fuera el héroe insomne de sobrehumana capacidad de trabajo que se presenta en la película, o quizá sí, pero para quienes intentamos resistir el canto de sirenas de la insularidad mundial, supone una figura admirable que abandera un otro Congo necesario: aquel en el que la orgía mineral sirva, al menos, para el bienestar de su población. Seguirá siendo la condena de nuestra era la teología extractiva. Humanos-minerales, humanos-metales, humanos-moneda, y la violación como arma sistemática de guerra. Seguirá hablándose de la gran división de la población mundial codificada por el capitalismo neoliberal: aquellos que son sujetos de mercado y de deuda, y aquellos sujetos que engrosan las legiones de la humanidad superflua.

Christian Poveda, "La vida loca" [2008]

Christian Poveda fue el más reputado documentalista de la violencia de las pandillas en centroamérica, la región más violencia del mundo en lo que se considera como crimen ordinario. Registró las vicisitudes de las vidas de algunos de los integrantes de la Mara 18 en el barrio de La Campanera, en el municipio salvadoreño de Soyapango. Filmar "La vida loca" le costó la vida. El 2 de septiembre de 2009 fue asesinado por mareros de la 18: un policía comprado por las maras había vertido la sospecha de que era un informante de la policía. El sueño de Poveda era que la Mara 18 y la Salvatrucha, la otra gran mara salvadoreña, acordaran la paz.


"El Informante me cuenta que hay muchas formas de matar, sin embargo todas siguen el mismo esquema y más o menos los mismos objetivos: mostrar, frente a la propia clica, la barbarie de la que se dispone y dependiendo de esto así será el grado de 'respeto' que obtenga. En esta dinámica, la muere de la víctima se vuelve un mero instrumento y no un fin en sí mismo.
Los primeros en identificar a la víctima, para esto utilizan un complejo sistema que bien podría llamarse de 'espionaje'. En ocasiones mandan niños con celulares a tomarles fotos a los enemigos. Otras veces son vendedores, de esas que balancean su venta sobre su cabeza. Luego esas fotos se imprimen se le dan al encargado de realizar la acción. Si es la primera vez y el muchacho se está iniciando en la pandilla, debe demostrar su intrepidez. En ocasiones les dan revólveres viejos, con apenas tres tiros, o incluso cuchillos o armas hechizas de una sola descarga. Con estos instrumentos el advenedizo debe cumplir la misión y regresar con vida para contarla.
- Ahí es donde uno tiene que demostrar que le gusta la pandilla. Que uno ama las dos letras. Ya después de eso ven que uno tiene huevos y ya se va ganando el respeto. Porque vaya, si uno mató a un enemigo que tenía bastante respeto en su pandilla, ese respeo le queda a uno también en la suya -me comenta el Informante mientras hace brillar un cigarro entre sus labios.
Las fotos que toman los espías se imprimen. Esto le sirve al asesino de brújula para encontrar a la víctima. Pero aún queda un problema fundamental que resolver: ¿cómo acercarse a la persona que va a morir? Es complicado, tomando en cuenta que en las comunidades gobernadas por una pandilla existe un complejo sistema de seguridad. Cada desconocido que entra es acorralado por un grupo de pandilleros que lo desnudan en busca de tatuajes o de armas. El que vaya a matar tiene que ingeniárselas para entrar sin levantar sospechas. Algunos se disfrazan de pastores evangélicos y, Biblia en mano, logran pasar desapercibidos. Otras veces se camuflan de payasos, como contaba Little Down hace algunos meses. El maquillaje les cubre los tatuajes. Incluso los vendedores de pan son en algunas comunidades considerados aves de mal agüero. En varias ocasiones un vendedor estaciona su bicicleta frente a alguien, pita un número determinado de veces, como si ofertara su pan, y sigue su ruta. A los minutos aparece un pandillero a terminar la misión. A veces nada de lo anterior, simplemente se bajan de un carro y descargan todas las balas que puedan en el primer enemigo que les atraviese, como hicieron con los jovencitos de la escuela hace un mes. Eso sí, al final de cada misión debe dejarse claro quién fue el hechor. Esto suele hacerse con un grito: '¡Aquí para y controla la Mara Salvatrucha!'. Por ejemplo. No vaya la gente a confundirse."

(Juan José Martínez D'Aubuisson, "Un año con la Mara Salvatrucha 13. Ver, oír y callar", 2015.)

miércoles, 1 de mayo de 2019

José Martí, "Un drama terrible" [1887]


"Ni el miedo a las justicias sociales, ni la simpatía ciega por los que las intentan, debe guiar a los pueblos en sus crisis, ni al que las narra. Sólo sirve dignamente a la libertad el que, a riesgo de ser tomado por su enemigo, la preserva sin temblar de los que la comprometen con sus errores. No merece el dictado de defensor de la libertad quien excusa sus vicios y crímenes por el temor mujeril de parecer tibio en su defensa. Ni merecen perdón los que, incapaces de domar el odio y la antipatía que el crimen inspira, juzgan los delitos sociales sin conocer y pesar las causas históricas de que nacieron, ni los impulsos de generosidad que los producen."

El héroe nacional de Cuba, José Martí, escribió una radiante crónica del asesinato legalizado de los mártires de Chicago en noviembre de 1887, "Un drama terrible", enviado al periódico bonaerense "La Nación" desde Nueva York, tras la ejecución mediante horca de los cinco anarquistas. Su perspectiva es la de un observador extranjero, un exiliado hispánico, un cubano revolucionario residente en Estados Unidos. Transita por la extrañeza de semejante suceso en la América republicana, ¿no era la Declaración de Independencia el faro que guiaba la próxima independencia cubana?, y tras dibujar un perfil mezquino de los acusados, de sus rivalidades y miserias, se conmueve hasta abrazar la defensa de su causa, como si la crónica nos hiciera testigos del cambio de postura de José Martí hacia los acontecimientos que se desarrollaron en la Revuelta de Haymarket. Todavía me hace temblar el eco de esa voz de barba espesa, y de corazón grave y agriado,

"De la tiniebla que a todos envolvía, cuando del estrado de pino iban bajando los cinco ajusticiados a la fosa, salió una voz que se adivinaba ser de barba espesa, y de corazón grave y agriado: '¡Yo no vengo a acusar ni a ese verdugo a quien llaman alcaide, ni a la nación que ha Estado hoy dando gracias a Dios en sus templos porque han muerto en la horca estos hombres, sino a los trabajadores de Chicago, que han permitido que les asesinen a cinco de sus más nobles amigos!'... La noche, y la mano del defensor sobre aquel hombro inquieto, dispersaron los concurrentes y los hurras: flores, banderas, muertos y afligidos perdíanse en la misma negra sombra: como de olas de mar venía de lejos el ruido de la muchedumbre en vuelta a sus hogares. Y decía el "Arbeiter Zeitung" de la noche, que al entrar en la ciudad recibió el gentío ávido: '¡Hemos perdido una batalla, amigos infelices, pero veremos al fin el mundo ordenado conforme a la justicia: seamos sagaces como las serpientes, e inofensivos como las palomas!'."

(José Martí, "Un drama terrible", 1887)