viernes, 9 de octubre de 2020

Raquel Taranilla, "Noche y océano" [2020]

La carrera académica es una mierda. Es la conclusión que se mastica leyendo 'el discurso canceroso' en "Noche y Océano" de su protagonista, Bea Silva, una profesora universtaria precaria a punto de cumplir 32 años, patológicamente solitaria, de cultura hipertrofiada, 'asqueada de todo conocimiento', que imparte la gris asignatura "Sociología del ocio y del turismo". Una novela muy divertida ganadora del Premio Biblioteca Breve de Seix Barral en este 2020.


"Me pregunto si ha llegado la hora de dejar mi empleo en la universidad, algo que por lo demás no supone ninguna tragedia para las ciencias sociales. Me digo a mí misma que este es el momento de dar un paso al frente y eso que, entre los del gremio universitario, abandonar la vida académica, colgar los hábitos (darle una patada rabiosa a la toga y otra más fuerte al birrete), no puede dejar de ser visto como un fracaso personal, como algo bochornoso y de lejos mucho más lastimero que un divorcio a cara de perro. No en vano desde hace unos años proliferan en internet las historias de profesores que comenzaron su vida académica como jóvenes entusiastas y cuyas ilusiones, curso tras curso, se han visto pulverizadas por esa piedra de moler que es la universidad. Búsquenlo ustedes mismos en internet: tecleen 'quit-lit' - por 'lit(eratura) de la dimisión o del enviarlo-todo-al-cuerno' - y anímense a conocer las tribulaciones de los muchísimos académicos que se mostraron a sí mismos la bandera blanca y se animaron a dejar por escrito su denuncia ciega contra ese gran vertedero que es toda facultad (en muchos casos como parte de una terapia psicológica de largo alcance). Grosso modo, la 'quit-lit' se sustenta sobre el drama de que toda trayectoria universitaria, además de sudor y lágrimas, incluye: frustración y escasas opciones de dar rienda suelta al deseo y la creatividad; un sistema de retribución en el que raramente se premia el mérito; lesiones en la piel y en las mucosas, de origen casi siempre psicosomático (aunque no únicamente); larguísimas jornadas dedicadas al papeleo; temporadas en las que te van holgados los pantalones de la talla S y otras en las que debes aguantar la respiración para meterte en la talla L; reuniones monopolizadas por los más pelotas o los más ineptos del lugar; sentimientos de odio exacerbado cuando en un artículo de tu exacta área de especialidad no se menciona tu trabajo; soledad; competitividad ultracapitalista fusionada con formas muy originales de vasallaje medieval; coitos pocos satisfactorios, por culpa de tener la cabeza en otra parte (aunque no solo por ello); estudiantes escasamente motivados, déspotas y/o caprichosos como un cliente vip; autocomplacientes discursos inaugurales en boca del decano de turno; ansiolíticos y antidepresivos. ¿Puede alguien en sus cabales o sin parafilias sadomasoquistas acomodarse a ese 'pack' perverso?"

(Raquel Taranilla, "Noche y océano", 2020.)

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