martes, 3 de mayo de 2022

Ignacio Álvarez-Ossorio, "Siria. La década negra (2011-2021)" [2022]


En un relevante texto publicado hace unas semanas, el disidente político sirio Yassin al-Haj Saleh le reprochaba a Noam Chomsky su estadounidense-centrista perspectiva en su posición respecto a lo ocurrido en Siria en la última década: le acusaba de minimizar sistemáticamente los crímenes de los Estados que en el tablero geopolítico internacional se oponen a EEUU, y le señalaba las deficientes fuentes que ha empleado para elaborar su postura (Patrick Cockburn o Robert Fisk), mientras se preguntaba '¿pueden hablar los intelectuales subalternos?'. Que hablen al menos los que todavía viven, que muchos otros, como el anarquista Omar Aziz, como la defensora de los derechos humanos Razan Zeitune, como el director de cine documental Basel Shehade o como la escritora comunista desaparecida Samira Khalil, entre miles y miles, ya no pueden hacerlo. No siempre es fácil acceder a un conocimiento contextualizado y honesto de lo que ocurre en ciertas latitudes, que por mediterráneas, no dejan de transcurrir casi sordas por estos lares. Un libro publicado hace unos meses funciona como excelente aproximación a las aristas del rompecabezas sirio: "Siria. La década negra (2011-2021)" escrito por el profesor Ignacio Álvarez-Ossorio, un acercamiento a la progresión militar de la guerra siria que describe con el debido respeto el proceso revolucionario germinado en lo que fue llamado Primavera Árabe. El año 2011 resultó más entusiasmante.

"Desde 2011 el conflicto sirio ha atravesado diferentes etapas y sufrido drásticos cambios. De una movilización popular en demanda de libertades y reformas ha pasado a una guerra regional en la que intevinieron no solo Irán y Arabia Saudí sino también Turquia o Qatar. La presencia del EIIL y del Frente Al-Nusra fue empleada, a su vez, por Estados Unidos y Rusia como pretexto para intervenir en apoyo de los diferentes bandos de la contienda. También Israel bombardeó el país en reiteradas ocasiones para evitar el establecimiento de bases militares iraníes y gopear las vías de aprovisionamiento de Hezbolá. La multiplicidad de actores implicados en su desarrollo y la diversidad de intereses que defendían agravó la guerra hasta llevarla a un punto de no retorno."

Ignacio Álvarez-Ossorio, "Siria. La década negra (2011-2021)", 2022.

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