domingo, 29 de agosto de 2021

Elia Kazan, "¡Viva Zapata!" [1952]


Antes de ser un precoz yonki-zombi, un habilidoso ladrón de joyas o un consumado actor callejero Digger, el legendario Emmett Grogan, un niño avispado, entró casualmente a una sala de cine en la que se proyectaba esta cinta sobre la vida del incorruptible Emiliano Zapata, una épica película dirigida por el delator Elia Kazan. Así lo cuenta el propio Emmett,

"Cruzaron la calle, compraron entradas en el Rivoli y vieron una película que Keny Wisdom nunca olvidaría: "Viva Zapata". No olvidó a aquel peón que dio un paso adelante y dijo al presidente: 'Mi nombre es Emiliano Zapata'. No olvidó al teórico revolucionario que buscó a Zapata y se convirtió en su principal consejero. No olvidó a Pancho Villa diciéndole a Zapata que se convirtiera en presidente al final de la guerra. No olvidó que Emiliano Zapata olvidó que era el representante del pueblo cuando tomó el poder. No olvidó que Zapata comprendió que estaba repitiendo el papel dictatorial del hombre al que él y su ejército habían derrocado. No olvidó el regreso de Zapata a su pueblo, a su gente, y el encuentro con su hermano 'generalísimo', a quien mataron a tiros después de que Zapata dijera a los peones que esa era su lucha y que ellos mismos debían hacer frente a los problemas y no depender de los héroes. No olvidó las mil balas de fusil que lo desfiguraron completamente. No olvidó al teórico que permaneció en las sombras, después de haber ordenado la ejecución de este hombre que no aceptaba someterse al poder totalitario. No olvidó cómo el pueblo rodeó el cuerpo desfigurado e irreconocible y dijo que podía ser cualquier hombre. Kenny Wisdom no olvidó esto en toda su vida."

(Emmett Grogan, "Ringolevio", 1972.)

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