viernes, 18 de agosto de 2023

Ari Folman, "Vals con Bashir" [2008]


Ustedes saben, el Líbano, que ya era polvorín antes de la Guerra de los Seis Días, estalló cruentamente cuando se agudizaron los conflictos latentes tras el arribo del masivo exilio palestino al país de los cedros. De entre las películas que he tenido ocasión de ver que se acercan a algún episodio de aquella larga guerra civil, en constante peligro de reanudarse, aparece en primer lugar, más por asuntos políticos que estéticos, la rotoscopia es indudablemente una decisión afortunada, el documental "Vals con Bashir" de Ari Folman, una producción israelí del 2008 que fue galardonada en varios festivales internacionales. Recordarán la exitosa invasión israelí del Líbano en 1982, la operación Paz para Galilea, que expulsó del país a la Organización para la Liberación de Palestina; recordarán también la masacre en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila perpetrada por la Falange Libanesa, con la activa participación del Tsahal, en venganza por el oscuro asesinato del recién elegido primer ministro Bashir Gemayel, comandante de las milicias cristianas. Pues ahí es en donde indaga el documental de una manera harto tendenciosa, puesto que el mismísimo Ari Folman fue otro de los jóvenes reclutas que lanzaba las bengalas que iluminaban los campos de refugiados durante aquella noche en que los escuadrones de la muerte maronitas asesinaron a un grande e indeterminado contingente de palestinos desarmados. ¿Qué es lo impactante del documental? Que mientras pretende manejar un halo de compromiso con la dignidad de la vida humana fortalece la postura exonerante de la responsabilidad israelí, que es su propia responsabilidad, siguiendo la tesis central del que entonces fuera primer ministro de Isreal, Menájem Beguín, quien declaró con todo su temple que 'en Sabra y Chatila persona no judís masacraron a otras personas no judías; ¿en qué nos concierne eso?'. Aina al arab?

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