viernes, 12 de julio de 2019

Luis Buñuel, "Viridiana" [1961]

El informe de uno de los censores decía,
'Prohibida. Blasfema, antirreligiosa. Crueldad y desdén con los pobres. También morbosidad y brutalidad. Película venenosa, corrosiva en su habilidad cinematográfica de coordinación de imágenes, sugerencias y fondo musical',
agradezcámosle a la censura franquista otro loable logro, consiguieron que Buñuel retorciera la perversidad concluyente,
'La censura española era entonces célebre por su fomalismo cominero. En un primer final, yo había imaginado, simplemente que Viridiana llamaba a la puerta de su primo. La puerta se abría, ella entraba, y la puerta volvía a cerrarse. La censura rechazó este epílogo, lo que me llevó a imaginar otro final, mucho más pernicioso que el primero, pues sugiere muy precisamente una relación trilateral. Viridiana se une a una partida de cartas ente su primo y la otra mujer [Ramona], que es su amante. Y el primo le dice: sabía que acabarías jugando al tute con nosotros',


y me parece tan magnífica esta película, la obsesión erótico-religiosa, la nostalgia necrófila, el fetichismo que azuza el travestismo, el imparable loco amor que desata pasiones y desastres, una santa fantasma que es cadáver y amante, esposa y sobrina, morboso ceremonial religioso y animal acto sexual, las sutilezas de la perversión católica, vilezas retorcidas del torturado Don Jaime, el suicidio será su conclusión, o los terribles abrazos de una sexualidad violenta, la sórdida manifestación de la carne, El Cojo, la brutalidad de una violación que el asesinato frenará, y santa Viridiana, tu inocencia sometida a la mirada pecaminosa, tu incomprensible e irreparable complejo de culpa, cuelga los hábitos y dedícate a obras caritativas, te traicionarán aquellos a quienes auxiliaste, sufre las despiadadas agresiones del hombre, descúbrete como sujeto de deseo, que ardan las coronas de espinas, entrégate,

No hay comentarios:

Publicar un comentario