sábado, 20 de julio de 2019

Miguel de Cervantes, "Rinconete y Cortadillo" [1613]

El robo es una ocupación atractiva para quienes se obstinan en liberarse de la maldición bíblica que establece la obligación de trabajar para sobrevivir. La de ladrón es una ocupación de pícaros, que pueden pertenecer a muy diferentes estratos sociales, de los que quieren enriquecerse sin gran esfuerzo, en su vertiente más admirable, la de aquellos que tienen la voluntad de ondear la bandera de la libertad y convierten sus vidas en una aventura constante. Aunque las Repúblicas de Ladrones existentes, como la presidida por Monipodio, contradicen esta ambiciosa pretensión libertaria. Rinconete y Cortadillo, bautizados así por el jerarca de la congregación latrocinia, descubrirán que las sociedades de ladrones tienen su propia jerarquía y sus propias reglas restringidas: no podrán robar sin licencia oficial, no podrán ganar una moneda sin repartirla con otros, no tendrán derecho a trabajar libremente por la ciudad, en fin, no podrán ganarse la vida sin permiso previo, como si estuvieran dentro de una aduana secreta en que los bienes robados se encontraran sujetos a fiscalidad.


"-Diganme, señores galanes, ¿voacedes son de mala entrada, o no?
-No entendemos essa razon, señor galan-, respondio Rincon.
-¿Que no entreuan, señores murcios?-, respondio el otro.
-Ni somos de Teba ni de Murcia-, dixo Cortado: -si otra cosa quiere, digala, si no, vayase con Dios.
-¿No lo entienden?-, dixo el moço, -pues yo se lo dare a entender y a beuer con vna cuchara de plata. Quiero dezir, señores, si son vuessas mercedes ladrones; mas no se para que les pregunto esto, pues se ya que lo son; mas diganme, ¿como no han ydo a la aduana del señor Monipodio?
-¿Pagase en esta tierra almojarifazgo de ladrones, señor galan?-, dixo Rincon.
-Si no se paga-, respondio el moço, -a lo menos registranse ante el señor Monipodio, que es su padre, su maestro y su amparo, y assi les aconsejo que vengan conmigo a darle la obediencia, o si no, no se atreuan a hurtar sin su señal, que les costará caro.
-Yo pense-, dixo Cortado, -que el hurtar era oficio libre, horro de pecho y alcauala, y que si se paga es por junto, dando por fiadores a la garganta y a las espaldas. Pero, pues, assi es, y en cada tierra ay su vso, guardemos nosotros el desta que, por ser la mas principal del mundo, sera el mas acertado de todo el, y assi puede vuessa merced guiarnos donde esta esse cauallero que dize, que ya yo tengo barruntos, segun lo que he oydo dezir, que es muy calificado y generoso y, ademas, habil en el oficio."

(Miguel de Cervantes, "Novelas ejemplares", 1613.)

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