jueves, 28 de enero de 2021

Alain Resnais, "Noche y niebla" [1955]


"Los asesinatos en masa y la conversión de millones de personas en esclavos transcurrieron de acuerdo con un calendario y unas normas. Todo se ajustaba con precisión al cumplimiento de objetivos fijados en plazos trimestrales y mensuales. El transporte de millones de personas condenadas a muerte o a la esclavitud requería la correspondiente planificación de los transportes ferroviarios. La construcción de las cámaras de gas y los crematorios para la incineración de los cadáveres requirió la colaboración de químicos, expertos en termodinámica, ingenieros y especialistas en construcción. Todas esas instalaciones fueron construidas a partir de proyectos previamente elaborados, esos proyectos fueron discutidos y aprobados. La tecnología del exterminio en masa fue segmentada en una serie de funciones consecutivas, como si se tratara de un proceso industrial cualquiera. Las joyas y el dinero de los muertos se enviaban a las arcas del Estado; sus muebles, objetos personales, ropa y zapatos eran sometidos a un proceso de selección, se los almacenaba por separado y después eran redistribuidos. Las empresas agrícolas o militares y las fábricas de jabón hacían pedidos que eran satisfechos con prontitud. Así, recibían y distribuían cabello de mujer, grasa y huesos astillados provenientes de los cadáveres. No, decididamente, no fue una tormenta lo que se abatió sobre Europa. Fueron la teoría y la práctica del racismo. Un plan y su realización en la práctica. Un plano arquitectónico y el edificio erigido a partir de las líneas trazadas sobre el papel."

(Ilyá Ehrenburg y Vasili Grossman, "El libro negro", 1944-1946.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario