domingo, 5 de septiembre de 2021

Nelly Arcan, "Puta" [2001]

Un texto fantástico de vuelo vertiginoso. Este extracto resulta un bálsamo entre el amargo sufrimiento por la propia imperfección corporal corolario de una asfixiante tiranía de la belleza, el resentimiento hacia los sempiternos y dominantes fantasmas familiares y las miserias de las relaciones en el comercio sexual,

"[...] y mientras debatimos sobre estas cuestiones nos maquillamos, nos peinamos, nos prestamos vestidos las unas a las otras con el deseo de que no les quepan a las que querrían llevarlos, con el deseo de que les hagan el culo más gordo, más caído, nos preparamos para el Black and Blue o para el Bal en Blanc, en fin, para la siguiente 'rave' en el estadio olímpico, que es como un cascarón de cemento que protege a los asistentes, y qué felicidad arreglarte para todos, para veinticinco mil personas fulminadas por el sonido y la luz, manos desconocidas que te agarran por la cintura al paso, besos húmedos en el cuello, que solo te quieren a ti, y vamos en grupo, vestidas de plumas y lentejuelas, vamos para perdernos entre la multitud, para vagar entre la gente que baila con una sonrisa inquietante, con las pupilas dilatadas por las drogas, el mundo es tan hermoso bajo los efectos del éxtasis, la gente está transfigurada por la alegría, los rostros crispados por las anfetaminas y pletóricos de amor, los ojos desorbitados por un sentimiento de fraternidad, te quiero tanto, eres tan guapa, tan guapo, miles de personas hechizadas por el ritmo que se repite hasta el infinito, y tienes que ver a la multitud de lejos, tienes que mirarla desde lo alto de las gradas para tener una visión de conjunto, para ver las luces multicolores proyectándose sobre la multitud que late como un enorme pulmón formando un solo cuerpo, un órgano caliente y musculoso, una masa compacta y bulliciosa descompuesta en una marea de puntos que saltan, y a ese volumen inaudito, impensable en otra circunstancia, la música parece venir de dentro, surge del vientre como un orgasmo 'in crescendo', y todos se besan y se manosean indiscriminadamente, dicen que es tribal, orgiástico, la reactivación del principio de los tiempos, la comunidad humana tal y como era antes, mucho tiempo atrás, la humanidad de los rituales y las posesiones, de lo sobrenatural y del exceso, la humanidad de antes de las leyes, de las pulsiones y de las diosas, el culto a la luna antes de que su misterio fuera desvelado, de la bóveda celeste, a cuya benevolencia nos encomendábamos para que no nos aplastara, para que cayera desde lo alto con su fuego sobre la cabeza de los galos, el sol que corría el riesgo de no presentarse al alba, la magia del mundo que amenazaba en todo momento con atraparnos de un bocado."

(Nelly Arcan, "Puta", 2001.)

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