martes, 18 de febrero de 2020

Hesíodo, "Trabajos y días" [en torno al 700 antes de Cristo]


"Oculto a los hombres tienen los dioses el sustento,
pues fácilmente, si no, podrías trabajar en un día,
para tener para el año estando ocioso.
Al punto dejarías el timón sobre el humo
y se acabaría la faena de los bueyes y los mulos laboriosos.
Pero Zeus lo ocultó irritado en su corazón
porque le engañó Prometeo de mente retorcida;
por ello urdió contra los hombres penosas calamidades
y ocultó el fuego. Robolo a su vez del sabio Zeus
para los hombres el noble hijo de Jápeto
en hueca caña, a escondidas de Zeus que goza con el rayo.
Irritado con él dijole Zeus amontonador de nubes:
'Japetiónida, que sabes tú más que nadie,
disfrutas con robarme el fuego y engañar mi mente,
enorme calamidad para ti mismo y para los hombres venideros.
A cambio del fuego dareles un mal con el que todos
gocen en su corazón mientras abrazan su propia desgracia."

Zeus va a convocar a Hefesto, Atenea, Afrodita y Hermes para crear la primera mujer: Pandora. Hefesto la moldea con agua y arcilla, Hermes le da vida y fuerza y le dota de voz, Atenea y Afrodita la visten y la adornan. Pero Hermes, junto con el don de la voz, le concede la habilidad de la mentira y una mente taimada. Prometeo, suspicaz ante los presentes envenenados de Zeus, está prevenido, comprende que del soberano del Olimpo sólo pueden provenir regalos malintencionados, y avisa cautelosamente a su hermano Epimeteo. Pero Epimeteo, 'tardo de entendederas', cae rendido ante los encantos de Pandora y la deja entrar en su casa convirtiéndola en su esposa, primera esposa de la humanidad. Instigada por Zeus, que excita incisivo su curiosidad, Pandora va a abrir la misteriosa vasija que contiene todos los males de la humanidad, condenándola para el resto de sus días a una vida de penalidades, injusticias y trabajos fatigosos. El mito de Pandora: el mito de la insaciable curiosidad de la mujer y su responsabilidad en la caída del género humano.

"Antes vivían, en efecto, las razas de hombres en la tierra
al margen de males y del molesto esfuerzo.
y de las penosas enfermedades, que traen la muerte a los hombres
(pues en la desgracia enseguida envejecen los mortales).
Pero la mujer quitó con sus manos la enorme tapa de una tinaja
y los esparció, procurando penosas cuitas a los hombres.
Solo la esperanza quedaba allí dentro en infranqueable morada
bajo el borde de la tinaja y no se salió fuera,
pues antes aquella le puso encima la tapa de la tinaja
por voluntad de Zeus acumulador de nubes portador de la égida.
Otras infinitas calamidades pululan entre los hombres,
llena está la tierra, llena está la mar de males,
y cada día hay enfermedades para los hombres, que van y vienen
a su antojo en la noche acarreando males a los mortales
en silencio, porque Zeus omnisciente las privó de habla.
Así, la voluntad de Zeus no es posible evitarla."

(Hesiodo, "Trabajos y días", en torno al 700 antes de Cristo.)

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