sábado, 19 de octubre de 2019

Laia Manresa y Sergi Dies, "Morir de día" [2010]

Poco antes de morir, el gran documentalista Joaquim Jordá manifestó su deseo de filmar una película sobre la entrada de la heroína en la Barcelona de finales de la década de los setenta. El proyecto fue retomado por dos de sus colaboradores, y este testimonio es el resultado, hilado a través de la memoria de cuatro personajes muertos por el consumo de caballo: el dibujante Juanjo Voltas, el fabuloso cronista de la contracultura barcelonesa Pau Maragall (¡Nosotros los malditos!), la lúcida esposa del polifacético Pau Riba Mercé Pastor, y el talento múltiple creativo de Pepe Sales. Los recuerdos de sus familiares y amigos, rescatan parte de la experiencia de una generación de la que pocos aparentan acordarse, mientras reflexionan sobre la experiencia del consumo de drogas (los métodos de desintoxicación, las complicaciones de los toxicómanos, la consideración mediática del yonki, el SIDA, etc.)


"Quiero morir de día, cuando la luna blanca,
blanca como ese velo que oculta sólo un aire,
boga sin apoyarse, sin rayos, como lámina,
como una dulce rueda que no puede quejarse,
aniñada y castísima ante un sol clamoroso.

Quiero morir de día, cuando aman los leones,
cuando las mariposas vuelan sobre los lagos,
cuando el nenúfar surte de un agua verde o fría,
soñoliento y extraño bajo la luz rosada.

Quiero morir al límite de los bosques tendidos,
de los bosques que alzan los brazos.
Cuando canta la selva en alto y el sol quema
las melenas, las pieles o un amor que destruye."

(Vicente Aleixandre, "Sólo morir de día".)

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