sábado, 30 de noviembre de 2019

Aristófanes, "Lisístrata" [411 antes de Cristo]

"Nadie habrá en absoluto, ni amante ni marido
que se me acerque empalmado,
y en casa pasaré la vida desmaridada
vestida con túnica de color azafrán y bien maquillada
para que mi marido se inflame al máximo de deseo de mí,
y nunca de buen grado haré caso a mi marido.
Y si contra mi voluntad me violenta por la fuerza
me prestaré de mala manera y no me acoplaré a él con mis movimientos.
No levantaré hacia el techo mi par de... zapatillas persas.
No adoptaré la postura de leona sobre rallador de queso.
Si guardo este juramento con firmeza, beba yo de esta copa,
pero si lo transgrediera, ¡que se llene de agua esta copa!"


No tiene sentido alguno soportar durezas, sufrimientos y privaciones por causa de la guerra, tampoco aguantar las arrogancias y perversiones de politicastros que se granjean sus éxitos a base de los irreparables sacrificios, penas, lutos y pesares de los ciudadanos de a pie. Atenas lleva demasiado tiempo enfrascada en una guerra forzada contra los espartanos, que tanto como los atenienses, están deseando la paz. Pero los varones, machistas como son, se resisten, por causa de un detestable y poco práctico sentido del honor, a dar el paso decisivo. Son las mujeres de las ciudades griegas, más sensatas y realistas, quienes toman la iniciativa de una empresa tan noble y humana como es la de restablecer la ansiada paz. Lideradas por Lisístrata, 'la que desintegra ejércitos', 'la que licencia a los soldados de los ejércitos', las mujeres jóvenes de Atenas, Esparta, Tebas y Corinto emprenderán una huelga de sus tareas reproductivas, conyugales y maternas, una huelga sexual, para presionar a los tercos varones helenos a firmar la paz. Por su parte, las mujeres atenienses añosas, ocuparán la Acrópolis para evitar que los políticos belicistas obtengan del tesoro público allí depositado los medios para seguir financiando la guerra obstinadamente. La confabulación de las mujeres helenas conseguirá modificar la política exterior de Atenas: las mujeres conseguirán parar la odiosa Guerra del Peloponeso.

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