sábado, 18 de enero de 2020

Dennys Kelly, “Utopía” [2013]


Las cuestiones del control de población son fundamentales. ¿Conocen la teoría catastrófica de Malthus? Un aumento geométrico de la población, combinado con una progresión aritmética de la producción de alimentos, causará una extensiva pauperización, que agudizada, desembocará en cruentas guerras por la disputa de los recursos alimentarios: la propia existencia de la humanidad estará en peligro. El proyecto Janus, un magno programa de eugenesia desarrollado por los malos de 'Utopía', pretende esterilizar a la mayor parte de los seres bípedos de planeta, suprimir la procreación en aras de un bien superior: la supervivencia humana en la tierra. 'Ahora hemos rebasado los siete mil millones en este planeta. Cuando yo nací, eran poco más de dos. El precio de los alimentos se infla, el petróleo se acaba. Cuando nuestros recursos se acaben en veinte años, pese a todo lo que sabemos sobre nuestra especie, ¿de verdad crees que los vamos a compartir?', es la confesión de uno de los autonombrados garantes de la supervivencia de la especia humana, tribuno de una nueva y sofisticada ordenación eugenésica de la sociedad: como fundamental mecanismo de biopolítica de la población, un elemento nocivo que ataca las células que regulan la reproducción, corregirá, regulará, coartará, la peligrosa descontrolada capacidad reproductiva de los humanos. Toda la población mundial convertida en un peligro biológico para su propia existencia. El maestro Foucault, en el primer tomo de la "Historia de la sexualidad", escribe,
'Las matanzas han llegado a ser vitales. Fue en tanto que gerentes de la vida y la supervivencia, de los cuerpos y la raza, como tantos regímenes pudieron hacer tantas guerras, haciendo matar a tantos hombres. Y por un giro que permite cerrar el círculo, cuanto en mayor medida la tecnología de las guerras les ha permitido virar hacia la destrucción masiva, tanto más la decisión que les inicia y la que les da fin responden a la cuestión desnuda de la supervicencia. Hoy la situación atómica es el resultado final de ese proceso: el poder de exponer a una población a una muerte general es el envés del poder de garantizar a otra su existencia. El principio de poder matar para poder vivir, que sostenía la táctica de los combates, se ha vuelto principio de estrategia entre Estados; pero la existencia en cuestión ya no es aquella, jurídica, de la soberanía, sino la puramente biológica de una población. Si el genocidio es por cierto el sueño de los poderes modernos, ello no se debe a un retorno, en la actualidad, del viejo derecho de matar; se debe a que el poder reside y se ejerce en el nivel de la vida, de la especie, de la raza y de los fenómenos masivos de población.'
¿Les resulta vertiginosa la cuestión demográfica? No se conviertan en una pobre variante neonazi cabezuda. Quienes crecimos entre los postulados del anarquismo clásico, nos adherimos al neomalthusianismo proletario: la procreación limitada, la reducción consciente de la natalidad, la separación entre sexualidad y reproducción, el uso de anticonceptivos, la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de los niños.

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