domingo, 9 de junio de 2019

Jaime Semprún, "La nuclearización del mundo" [1980]

"La evidente superioridad de lo nuclear sobre todos los reformismos ecologistas consiste en preocuparse menos por la conservación de unos cuantos detalles subalternos, como las crías de foca o un aire respirable, y más por la conservación de las bases mismas de la organización social presente. En este sentido hay que comprender la profunda sentencia del académico Vladimir Killin, presidente del Comité de Estado para la Ciencia y la Técnica y vicepresidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética al declarar competentemente: 'La energía nuclear se nos presenta como la mejor respuesta a la protección del medio ambiente' ("Le Figaro", 15-11-79.) De este modo refutaba la larga cadena de seudo acontecimientos, desde Three Mile Island hasta el reciente vertido de ochenta toneladas de agua radiactiva por una fábrica nuclear de Japón, que tendían amedrentarnos con que la protección asegurada escrupulosamente por todos los poderes del mundo estuviese a merced de cualquier catástrofe ecológica. Esta protección no nos faltará nunca, de eso podemos estar seguros, y si una de las partes, nosotros o ella, tuviese que faltar, seríamos más bien nosotros los que faltaríamos. Mientras tanto, aquélla se ejercita atentamente con todo lo que constituye la parte más importante de nuestro medio ambiente, comenzando por sus propias condiciones de existencia."


Jaime Semprún escribió en 1980 este falso alegato, "La nuclearización del mundo", como una aportación a la crítica de la energía nuclear y del totalitarismo democrático, tras la fusión parcial del núcleo en el reactor TMI-2 de la central nuclear Three Miles Island en Harrisburg, en Pensivania, EEUU, el 28 de marzo de 1979. Es un texto en que se despliega un lapidario humor macabro, que vaticina las catástrofes nucleares por venir, un heraldo del accidente de Chernóbyl del 26 de abril de 1986, cuyo recuerdo ha sido fijado por la estupenda serie homónima de Craig Mazin. ¿Cuál es la cuestión básica que despliega Chernobyl? La gestión técnica de la vida en la catástrofe por parte del Estado y sus expertos, el progresivo desarrollo de una 'cultura radiológica práctica' que emplea a los elementos humanos como cobayas, la necesidad de la servidumbre voluntaria en la sociedad nuclearizada que ha de ser organizada en función de imperativos de seguridad en 'tiempos de paz'.

"Como las dos o tres catástrofes que todavía faltan al texto para cobrar pleno sentido son evidentemente tan 'imposibles' como las precedentes, es de temer que sus méritos sean demostrados de una forma tan aplastante que después de la demostración no quede nadie para reconocerlos."

(Jaime, Semprún, "La nuclearización del mundo", 1980.)

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