¡25 de abril siempre!
"El vacío de poder creado por esos soldados que, cuando debían luchar en ultramar para que nada cambiara en Portugal, eligieron cambiarlo todo en Portugal para no tener que luchar más en ultramar, agravado después rapidísimamente por la subversión proletaria, explica que este movimiento revolucionario pudiera llegar más lejos, en ciertos aspectos, que sus predecesores franceses e italianos: Crítica de los partidos políticos, exigencia de la democracia directa, rechazo de la manipulación de las asambleas, desprecio del Estado, crítica en actos de la propiedad estatal y privada, apropiación de los medios de comunicación por los trabajadores, y en fin, movimiento antijerárquico en el ejército que lo volvía inutilizable para las veleidades represivas que tenían lugar en el Estado. Pero esta facilidad explica igualmente lo que fue hasta el final la debilidad de una revolución que debía sus victorias menos a su consciencia organizada en fuerza práctica que a la inconsistencia de sus enemigos y a la neutralidad benevolente de la fracción populista izquierdista del ejército que por entonces era el único poder en el país. Y, como se pudo ver una vez más el 25 de noviembre de 1975, cuando la izquierda militar fue eliminada finalmente por los oficiales moderados, nada es tan débil e inestable como el renombre de un poder que no se apoya sobre su propia fuerza. Ese movimiento proletario que había llegado tan lejos desapareció casi de un día para otro, sin haber esbozado tan siquiera la menor lucha defensiva."
(Encyclopédie des Nuisances, "Historia de diez años. Esbozo para un cuadro histórico de los progresos de la alienación social [1968-1981]", 1985.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario