domingo, 11 de agosto de 2019

Walter Ruttmann, "Berlín, sinfonía de una ciudad" [1927]



La vida cotidiana de Berlín a lo largo de una jornada, desde el alba hasta el ocaso del día, desde el silencio de la primera hora hasta el paroxismo provocado por el tráfico, las fábricas, la aglomeración en el metro, el resplandor de los neones: la noche de la ciudad. Ritmo, movimiento, transformación, pausas y aceleraciones: la ciudad cinética. Berlín, 'la obra perpetua de los habitantes, a su vez móviles y movilizados por y para esa obra', Ruttman recorre las calles de la ciudad a la captura de acontecimientos con frecuencia de aspecto banal, llevando a su culmen una percepción estupefacta, apasionada, impaciente. La ciudad, la realización del viejo sueño humano del laberinto, en la que vive más de la mitad de población mundial: el espectáculo fluido, movedizo, mudable, de la multitud.

"¡Ciudad hormigueante! ¡Ciudad llena de sueños,
donde el espectro a pleno día atrapa al que pasa!
Como la savia fluyen por doquier los misterios
en las angostas venas del coloso potente."

(Charles Baudelaire, "Las flores del mal", 1857.)

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