viernes, 8 de febrero de 2019

Sergi Rosés Cordovilla, "El MIL: una historia política" [2002]

"Salvador", el largometraje de Manuel Huerga estrenado en los cines del estado en el otoño del 2006, acerca una versión falsificada y edulcorada del MIL. Esconde la historia de la subversión revolucionaria, convierte a Puig Antich en un mártir de la lucha por las libertades democráticas, es un producto de ficción para el consumo pasivo. Más allá de los elementos mediáticos o morbosos del grupo como las acciones armadas, el asesinato legal mediante garrote vil de Puig Antich o el asesinato de Oriol Solé en los bosques navarros por los disparos de la Guardia Civil tras participar en la fuga del penal de Segovia en 1976, el MIL fue una propuesta revolucionaria y original del panorama español del principio de la década de los setenta, nítidamente diferenciada de la oposición antifranquista.


El MIL formalmente se creó en Tolouse de Llenguadoc, compuesto por tolosanos y barceloneses. Su geografía de actuación fue primordialmente Barcelona y su cinturón. Se inscribe en el proceso de gestación de una conciencia autónoma dentro del movimiento obrero barcelonés, organizado en torno a unas Comisiones Obreras instrumentalizadas por partidos políticos como el PSUC, en menor medida el FOC, y otros grupos políticos. Un sector denominado Plataformas de Comisiones Obreras representó esta evolución hacia posiciones autónomas en el entorno obrero, principalmente en el sector del metal barcelonés, un proceso no exento de complejidades. Las raíces teóricas que nutren el MIL provienen del marxismo antileninista. No pretendían formar un grupo permanente y liderar la revolución sino constituirse en grupo de apoyo al movimiento obrero, un grupo de afinidad que ofreciera materiales a los trabajadores para que ellos mismos se emanciparan del trabajo asalariado. Afirmaban que “no puede combatirse la alienación bajo formas alienadas”, por ello animaban a la auto-organización de la clase a través de consejos obreros que debían profundizar en su sentido comunista. Una Organización de Clase sustentada en las asambleas de las fábricas y los barrios, no controlada por los designios de dirigentes y que fuera la garantía de la consecución de la revolución socialista como producto de la actividad autónoma de los trabajadores. El ejemplo se toma de los primeros soviets de Rusia (1905-1917) o de los consejos obreros alemanes (1918-1920). Esta pretensión de una organización de la clase debía superar la dicotomía partido (para cuestiones políticas) – sindicato (para cuestiones económicas) y reacciona contra el fenómeno grupuscular (en esos tiempos la izquierda barcelonesa, considerada por el MIL como la izquierda del capital, se descompuso en multitud de facciones que derivaban entre el reformismo, el verbalismo o el sectarismo) y contra el vanguardismo (las ideas revolucionarias no se aportan desde fuera de la lucha obrera, sino que son producto de los conflictos emprendidos por ella, lo que podría denominarse vanguardia teórica precisa, hace reflexionar, aporta guías, pero no es génesis de la lucha ni puede ser su rectora).


Los integrantes del MIL se desvinculaban de la concepción tradicional de militante, disciplinado, obediente, sin responsabilidad política, patriota de partido y pasivo. El MIL promueve un militante con autonomía, imaginación creadora, preocupado por desarrollar sus energías y posibilidades y con un nivel de conciencia que le permita un proceso de concienciación en el entorno en el que se mueve, poseedor de la última palabra sobre la práctica a utilizar en una lucha concreta. Un “francotirador de la revolución” y no un mero portavoz de consignas.


Dos proyectos paralelos articularon la actividad del grupo: la biblioteca socialista y la agitación armada. Las Ediciones Mayo 37 es el exponente de la biblioteca socialista, el nombre editorial está inspirado en la fecha del último arranque revolucionario en la España de la guerra civil y su evocación arremete a la contrarrevolución estalinista y al colaboracionismo interclasista de los dirigentes de CNT-FAI. Entre los objetivos de la biblioteca se postulaba reforzar y acelerar la radicalización del movimiento obrero en Barcelona, neutralizar la ingerencia de toda clase de sectarismos y dirigismos en el seno de la lucha de clases, fomentar el reagrupamiento de los revolucionarios, agrupar concretamente entre la biblioteca a algunos de ellos, ofrecer materiales para elaborar plataformas teóricas sólidas, contribuir al avance de la lucha revolucionaria internacional mediante una experiencia de nuevo tipo, etc. Las ediciones a realizar tenían que girar en torno a clásicos conocidos del marxismo (Lafargue, Trotsky o el propio Marx), clásicos desconocidos (bordiguistas –izquierda italiana-, consejistas –ICO, Pannekoek, Rühle-, ex trosquistas de diversas corrientes – Munis-, ultraizquierda –Barrot-), textos de la guerra de España (Berneri, Nin, Munis…) y textos sobre informaciones del momento (huelgas en Polonia 1970-1971, insurrecciones antiestalinistas en Berlín, Hungría y Polonia...). Los folletos editados se repartían gratuitamente a través de diversos contactos, no necesitaban de las ventas para la financiación. El concepto de agitación armada pretendía diferenciar la práctica violenta del grupo de la lucha armada. Las razones que arguyen para tomar las armas son el apoyo a la lucha proletaria y la respuesta a la represión. El apoyo a la lucha proletaria debía concretarse en la consecución de dinero para las cajas de resistencia, con esto se podría aumentar la duración y la extensión de las huelgas, y la donación de material de imprenta. La lucha contra la represión tenía que ser la respuesta a su endurecimiento en esos años: el estado de excepción declarado en España en enero de 1969, una persona muerta en una manifestación contra los humos tóxicos en Erandio en 1969, estado de excepción en Guipúzcoa de diciembre de 1970 a febrero de 1971, tres muertos en Granada en 1971 durante una huelga de la construcción, otro muerto en Madrid en septiembre de 1971 durante una huelga de construcción, otro al mes siguiente en la huelga de SEAT de Barcelona, dos muertos más y dieciséis heridos de bala en la huelga de Bazán en El Ferrol en 1972, etc. El estado posee dos herramientas para reducir al movimiento revolucionario: la integración y la represión. A esta última se le tenía que oponer la violencia revolucionaria. La actividad armada del MIL se centró en expropiaciones de material (imprenta, libros...) y de dinero (asaltos a bancos), limitada por el tamaño del grupo y las necesidades de la biblioteca socialista, aunque los objetivos del MIL como grupo de agitación armada apuntaban a profundizar la lucha revolucionaria mediante sabotajes y atentados, y a colaborar en la multiplicación de grupos de combate.


El MIL se autodisolvió en 1973 ante la imposibilidad de coordinar los proyectos de agitación armada y la biblioteca. Ambos continuaron sin relación. La disparidad en la concepción organizativa entre el sector de la biblioteca ('la tarea de la organización es la organización de tareas') y el sector armado (más cercanos a la concepción de grupo de afinidad), el alejamiento de la práctica armada de lo que denominaban el movimiento real, la contradicción entre la antigrupusculización preconizada y su constitución como grupo de combate con siglas definitorias, la necesidad que veía parte del grupo en profundizar el combate armado, la evidencia de haberse convertido en un grupo de revolucionarios profesionales y especializados... Estas son algunas razones que provocaron la autodisolución. Al poco de esta, la mayoría de los miembros fueron detenidos, Puig Antich en el transcurso de la detención disparó a un policía matándole.

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