domingo, 17 de marzo de 2019

Ret Marut aka B. Traven, “En el estado más libre del mundo” [1919?]

El fracaso de la Segunda Internacional. El honroso antagonismo de algunos núcleos socialistas a la carnicería de la Gran Guerra. El Octubre Ruso de 1917. La derrota germana. La Revolución Alemana de noviembre de 1918 secundaba la hipótesis de la extensión de la Revolución Soviética Mundial: los soldados de las guarniciones elegían sus consejos de soldados, los obreros escogían sus consejos de trabajadores, las autoridades militares capitulaban, se entregaban o huían, y las autoridades civiles, atemorizadas e intimidadas, reconocían tímidamente la nueva soberanía de los consejos de trabajadores y soldados. El proceso histórico es complejo, estas líneas parcas. En enero de 1919, caen asesinados tras el levantamiento espartaquista Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo: 'el orden reina en Berlín'. Otro acontecimiento internacional anima la lucha proletaria: La República Soviética Húngara. El jefe de gobierno socialista bávaro Kurt Eisner es asesinado en Munich por un oficial de la ultraderecha en febrero de 1919. Los sucesos se aceleran en la región: el 6 de abril de 1919 se declara la República Soviética de Baviera. El poeta Ernst Toller es designado para la presidencia del Consejo Central, y algunos socialistas libertarios ocupan cargos en la nueva república: Gustav Landauer en Educación, Erich Mühsam en Relaciones Exteriores, Silvio Gesell en Finanzas, o nuestro Ret Marut (B. Traven) en Prensa y Propaganda. El Ministro de Defensa berlinés, el socialdemócrata del SPD Gustav Noske, manda a restablecer el orden a una ingente fuerza militar que incluye hombres de los ultranacionalistas y anticomunistas freikorps, cuerpos paramilitares. Más de mil muertos en la represión, más de setecientos comunistas apresados. Landauer es ejecutado. El 3 de mayo de 1919, la República Soviética de Baviera había sido aplastada. La República Soviética de Rusia continuaba fatalmente sitiada, obligada para sobrevivir a reforzar la centralización, la disciplina y el autoritario sacrificio en todos los ámbitos de la sociedad. Las grandiosas manifestaciones del proletariado alemán irían progresivamente desapareciendo del escenario político, con el terrible y conocido resultado.


"La República de Consejos no es el final ni significa la formación más perfecta de la convivencia humana. Sin embargo para la regeneración de la cultura, la República de Consejos es una condición necesaria porque hace posible la anquilación del Estado. [...]. Por eso hay tanta confusión entre los trabajadores; a causa de un conocimiento insuficiente cada cual entiende una cosa diferente por sistema de los consejos, República de los Consejos y dictadura del proletariado. No se trata de convencer, entusiasmar e incitar a las grandes masas para que aprueben una resolución, de lo que se trata es de convencer a las personas. Los hombres futuros y los hombres que tienen que preparar el futuro no deben ser persuadidos, no han de creer incondicionalmente, sino que deben tener la conciencia clara de lo que es juto y practicable y de lo que no es justo y practicable. Las personas que hoy encarnan la voluntad del progreso, no deberían, a través del cerebro de un hábil dirigente, actuar para la futura generación sino con su propio intelecto, su propio corazón y su propia alma. Sin embargo, solamente podrán hacerlo si saben concretamente lo que quieren. Cuando trabajadores, campesinos y burgueses, desprovistos de codicia, conozcan realmente el sistema de consejos, su valor y su función, cualquier otra forma de convivencia y de acción social humana les parecerá absurda."

(Ret Marut aka B. Traven, “En el estado más libre del mundo”, 1919?)

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