jueves, 3 de enero de 2019

Ray Van Horn, Jr., "Black Metal Satánica" [ 2008]

¿Por qué el black metal cobró impresionante fuerza en la transparente y limpia Escandinavia? Y también se me ocurre ahora, ¿cómo salió de la blanca Noruega un infame personaje como Anders Behring Breivik? ¿El frío y deprimente clima? ¿El rudo fantasma de los antepasados vikingos que recorre amenazante la península? ¿La infinita estupidez de la humanidad? Y por seguir, ¿es el Black Metal una manifestación de extrañamiento de la confortable y aséptica vida urbana?, ¿una reminiscencia de los tiempos primitivos en los que los humanos tenían que aventurarse desnudos en los bosques para sobrevivir? ¿Es un ruidoso y casi insoportable grito de desprecio lanzado a una humanidad corrupta de la que uno se avergüenza? ¿O la oscura y depravada manifestación musical de una enajenada cuadrilla de inadaptados que hay que leucotomizar con psicofármacos o encerrar en psiquiátricos? ¿Una cómica expresión, caricaturizada, del terror, el odio, la crueldad, la brutalidad u otros aspectos lamentables que usualmente manifiesta el ser bípedo terrestre? Seguramente haya un poco de todo.


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