"Carmina Burana" [siglos XII y XIII]

¡Dejemos el estudio
que dulce es perder el juicio
y de la tierra juventud
gocemos sin tino!
Lo propio de la vejez
es de lo serio ocuparse,
[lo propio de la juventud,
con mente alegre regocijarse]

Veloz pasa la vida
al estudio consagrada
a holganza invita
la juventud delicada.

Veloz corre la primavera de la vida
y nuestro invierno se precipita,
daño sufre la vida,
las cuitas del cuerpo debilitan.
La sangre se seca, el corazón se retrasa,
el placer mengua,
y a la vejez nos espanta
con sus achaques sin tregua.

Veloz pasa la vida
al estudio consagrada
a holganza invita
la juventud delicada.

El 'Códex Buranus' es la colección más importante encontrada de la lírica latina medieval. Lo componen cantos satírico-morales que expresan una crítica a la autoridad civil y eclesiástica medieval, cantos amatorios que exaltan el juego del amor carnal, poemas de tabernas y dados, que la taberna era ya entonces el lugar predilecto del ocio, la amistad y la diversión, además de una reunión de composiciones religiosss y dramas litúrgicos. La procedencia geográfica engloba la europea 'res publica clericorum', la cristiandadad internacional, preciosa muestra del florecimiento de la lírica latina entre finales del siglo XI y el siglo XIII: partícipe de aquella gran patria cristiana, no le resultó importante resaltar la autoría individual de cada poema al que compiló el manuscrito. Los 'Carmina Burana' son el fruto más sazonado de la lírica amorosa latina medieval, la única colección de aquellos siglos a la que se dedica un códice entero, suprema manifestación de la literatura goliarda, elaborada por escolares y clérigos conocedores de la cultura clásica ovidiana, avezados en los textos cristianos canónicos, tanto de la Vulgata como de la patrística: expresión de una clase social, los 'clerici vagantes', grupo de clérigos letrados salidos de los centros de enseñanza, escuelas y universidades, que desocupados, buscaban desempeñar un oficio acorde a su alta cultura. Los 'clerici vagantes', producto de un desajuste social, eran vagabundos intelectuales, un 'proletariado cultural' que prolongaba la bohemía de la vida estudiantil, carrilanos a la búsqueda de nuevos centros educativos, de nuevos maestros y de nuevas ciencias, que no desdeñaban la posibilidad de colocarse cómodamente en algún puesto prestigoso. Una clase de descontentos críticos con la organización social establecida, que pululaba por los lugares del conocimiento en busca de diversión y medios de vida: exponentes de una vida disoluta, tildados de seguidores del gigante Goliat, figura bíblica identificada con el demonio, era previsible que los goliardos fueran despreciados por las autoridades de su tiempo.

¡Imitemos a los dioses!
Es honrosa decisión,
ya atrapan a los hombres
las redes del amor.
¡Nuestra promesa cumplamos!
Esta es divina usanza.
¡A las plazas descendamos
donde las doncellas danzan!

Veloz pasa la vida
al estudio consagrada
a holganza invita
la juventud delicada.

Allí, la que resulta fácil,
tienes ocasión de observar,
allí brilla trémula
de los miembros la salacidad.
Mientras las mozas bailan
con movimientos lascivos
me quedo mirando; y mirando
embelesado pierdo el sentido.

Veloz pasa la vida
al estudio consagrada
a holganza invita
la juventud delicada.

("Carmina Burana", siglos XII y XIII.)