martes, 8 de enero de 2019

Ulver, "Nattens madrigal – Aatte hymne til ulven i manden" [1997]


¿Que por qué cuando escribo estoy triste o enfadado? Porque me parece una buena forma de lanzar al contenedor verde mis sacos de basura. El problema es cuando alguien se piensa que creo en todo lo que escribo. Para lo que importa, querría el diálogo. Aunque no pocas cagadas habré cometido hasta llegar a esta sencilla conclusión: que hasta la admirada mayéutica socrática, legada en los libros clásicos, desprende el postureo calculado del escritor. El diálogo cobra su sentido en la experiencia cotidiana, no tanto reside en un puñado de pergaminos antiguos. Y que no suene extraño leer esto a quien lo lea: que sea aficionado a la literatura y al cine, que intente plasmar algunas sensaciones y pensamientos en la escritura, no invalida que sea más proclive a hablar en tiempo y espacio cotidiano con quien esté dispuesto a hacerlo.

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